El té verde ha sido elogiado durante siglos por sus supuestos beneficios para la salud, especialmente en relación con la pérdida de peso. En los últimos años, esta bebida ha experimentado un resurgimiento gracias a plataformas como TikTok, donde se ha popularizado bajo el nombre de “el Ozempic de la naturaleza”, haciendo referencia a su potencial para imitar los efectos de medicamentos modernos utilizados para adelgazar. Pero, ¿es realmente el té verde un aliado efectivo en la lucha contra los kilos de más? ¿O se trata solo de otra tendencia pasajera en el mundo de la salud?
El té verde se originó en China hace más de 2.000 años y fue rápidamente integrado en la medicina tradicional china, donde se le atribuían múltiples propiedades, desde mejorar la digestión hasta actuar como un potente adelgazante. Con el paso de los años, se extendió a otras culturas, como la japonesa, donde también fue valorado por sus propiedades antioxidantes.
Con el tiempo, el té verde se convirtió en un componente común en dietas modernas y libros sobre salud, promovido como una bebida beneficiosa y un “truco” para perder peso. Sin embargo, el auge de las redes sociales, especialmente TikTok, ha potenciado su popularidad con afirmaciones que lo comparan con el medicamento Ozempic, un fármaco que imita la hormona GLP-1, esencial para la regulación del hambre y el control de los niveles de azúcar en sangre.
¿Qué dice la ciencia?
El atractivo detrás del té verde radica en su contenido de antioxidantes, particularmente los polifenoles y las catequinas, como el galato de epigalocatequina (EGCG), que han sido ampliamente estudiados por su capacidad para proteger las células del daño y reducir la inflamación. Estudios preliminares en animales han demostrado que estos compuestos podrían acelerar el metabolismo y reducir la absorción de grasa. Sin embargo, los resultados en humanos son menos concluyentes.
Un estudio publicado en el American Journal of Clinical Nutrition revisó más de una docena de ensayos clínicos y encontró que, aunque las personas que consumían extracto de té verde experimentaban una pequeña reducción en el peso corporal, las cantidades de peso perdidas, generalmente menos de 2 kilogramos, no eran clínicamente significativas. Además, los efectos observados eran inconsistentes y variaban considerablemente entre los participantes.
Por otro lado, la cafeína presente en el té verde también podría contribuir ligeramente a la pérdida de peso al acelerar el metabolismo. Sin embargo, este efecto es limitado y, como señaló Jyotsna Ghosh, médica especialista en obesidad, no es probable que la ingesta regular de té verde resulte en una pérdida de peso considerable.
¿El té verde afecta a las hormonas del hambre?
Gran parte del mito que rodea al té verde en las redes sociales se basa en la idea de que esta bebida puede influir en la hormona GLP-1, la misma que está involucrada en el mecanismo de fármacos como el Ozempic. Esta hormona tiene un papel crucial en la regulación del apetito, ya que ralentiza el vaciado gástrico y envía señales de saciedad al cerebro.
Sin embargo, aunque algunos estudios sugieren que el extracto de té verde puede disminuir el azúcar en sangre en ratones, los ensayos clínicos en humanos no han demostrado que la bebida tenga un impacto significativo en los niveles de GLP-1. Un ensayo que involucró a 92 personas con diabetes tipo 2 concluyó que no había una diferencia notable en la producción de esta hormona entre quienes tomaban extracto de té verde y aquellos que tomaban un placebo.
Rob van Dam, profesor de la Escuela de Salud Pública del Instituto Milken en la Universidad George Washington, advirtió que cualquier efecto del té verde sobre el GLP-1 sería muy leve, e incapaz de imitar la acción sostenida de fármacos como el Ozempic, que permanecen en el cuerpo durante días y tienen una capacidad mucho mayor para suprimir el apetito.
¿Es el té verde un aliado en la pérdida de peso?
A pesar de la proliferación de vídeos virales y testimonios en línea, la mayoría de los expertos coinciden en que los beneficios del té verde para perder peso son limitados. Según la dietista Julia Zumpano de la Clínica Cleveland, centrarse en un solo alimento o bebida como solución para adelgazar ignora otros factores cruciales, como la dieta general, el nivel de actividad física, la genética y la calidad del sueño. Combinar una dieta equilibrada con ejercicio regular, una gestión adecuada del estrés y hábitos saludables es más efectivo para la pérdida de peso que confiar únicamente en el consumo de té verde.
Existen algunos estudios más recientes que investigan el impacto del té verde en la pérdida de peso. Por ejemplo, un artículo publicado en el Journal of Obesity en 2020 sugirió que el consumo de té verde podría aumentar ligeramente la oxidación de grasas en adultos sanos, pero el impacto en la reducción de peso real seguía siendo pequeño. Además, muchos de estos estudios utilizan extractos de té verde en concentraciones mucho más altas que las que se obtienen al beber varias tazas de té al día, lo que dificulta extrapolar los resultados a un contexto cotidiano.