BELLEZA

El secreto de la luminosidad de la piel de Jennifer Connelly

Analizamos junto a una experta en belleza cuáles son las pautas más recomendables para conservar una tez radiante y saludable

Conforme cumplimos años, mantener la luminosidad de la piel puede ser más difícil, ya que la producción de colágeno y elastina se reduce de manera natural.
Afortunadamente, hay varias prácticas y tratamientos clave que, junto a productos eficaces, ayudan a lograr y conservar una piel luminosa y saludable. Asesorados por Aura Serrás, directora de iS Clinical España, te contamos qué puedes hacer para dar con una piel más luminosa:

1. Hidratación profunda 

La hidratación es fundamental para una piel radiante a cualquier edad, pero con los años se vuelve aún más esencial. La piel madura tiende a perder agua con mayor facilidad, lo que hace que las líneas y arrugas se vean más pronunciadas. Utilizar una crema hidratante adecuada para tu tipo de piel y aplicar un sérum de ácido hialurónico por las mañanas y noches ayuda a retener el agua en la piel, mejorando su elasticidad y dándole un aspecto relleno y luminoso.

2. Exfoliación regular 

Exfoliarse con regularidad elimina las células muertas que pueden opacar el tono de la piel y contribuir a la aparición de manchas. A medida que envejecemos, el proceso natural de renovación celular se ralentiza, y por ello es recomendable exfoliar la piel semanalmente, utilizando productos suaves y evitando los exfoliantes demasiado agresivos que puedan dañar la barrera cutánea. La exfoliación química con ácidos suaves, como el ácido láctico o glicólico, es excelente para la piel madura, ya que ayuda a mantenerla suave y con brillo sin irritación.

3. Incorporar tratamientos profesionales 

Para un impulso extra de luminosidad y rejuvenecimiento, los tratamientos de cabina como el Fire & Ice Facial de iS Clinical son ideales. Este tratamiento combina una exfoliación profunda con una mascarilla calmante que restaura y da un brillo inmediato a la piel. Además de preparar la piel para ocasiones especiales, estos tratamientos ayudan a reducir las líneas finas y mejorar la textura de la piel. También puedes probar otros tratamientos profesionales, como peelings suaves o terapias de luz LED, que estimulan la producción de colágeno y ayudan a combatir los signos del envejecimiento.

4. Uso de antioxidantes

Los antioxidantes son fundamentales para proteger la piel del daño ambiental, como la contaminación y la radiación UV, que pueden acelerar el envejecimiento. Los antioxidantes como la vitamina C y la vitamina E ayudan a neutralizar los radicales libres y a iluminar la piel. La vitamina C, en particular, tiene la capacidad de igualar el tono de la piel y darle un aspecto más fresco y luminoso. Aplicar un sérum de vitamina C por las mañanas antes de la crema hidratante y el protector solar es una forma eficaz de incorporar este nutriente en tu rutina.

5. Protección solar diaria y rigurosa

El sol es una de las principales causas del envejecimiento prematuro, incluyendo manchas, arrugas y pérdida de luminosidad. Usar protector solar diariamente es indispensable para mantener la piel joven y luminosa. Asegúrate de aplicar un protector solar de amplio espectro con un SPF de al menos 30 y volver a aplicarlo durante el día si estás expuesta al sol de forma directa. Esto no solo previene el daño, sino que también evita la aparición de manchas oscuras que puedan opacar el tono de la piel.

6. Alimentación rica en nutrientes

La luminosidad de la piel también depende de la alimentación. Una dieta rica en antioxidantes, como frutas y verduras de colores vivos, aporta vitaminas y minerales esenciales para el buen funcionamiento de la piel. Los alimentos ricos en ácidos grasos omega-3, como el salmón y las nueces, ayudan a mantener la barrera cutánea saludable y previenen la pérdida de hidratación. Mantenerse hidratada bebiendo suficiente agua durante el día también es esencial para evitar la sequedad y favorecer un tono uniforme.

7. Descanso adecuado y control del estrés

El sueño es uno de los secretos mejor guardados para una piel luminosa. Mientras dormimos, el cuerpo y la piel se reparan a sí mismos, lo cual es fundamental para la renovación celular y la reducción de la inflamación. Dormir al menos 7-8 horas por noche y tratar de reducir el estrés diario ayuda a evitar problemas como el acné, la opacidad y la pérdida de firmeza.

8. Mantener una rutina de cuidado personalizada

A medida que envejecemos, es fundamental adaptar nuestra rutina de cuidado de la piel a nuestras necesidades cambiantes. Utilizar productos específicos para piel madura que contengan ingredientes como el retinol o los péptidos ayuda a estimular el colágeno y a mejorar la firmeza de la piel. Las fórmulas con ingredientes hidratantes y calmantes ayudan a mantener la piel equilibrada y con un aspecto radiante.

“El secreto de este facial es la combinación de diferentes serums y mascarillas terapéuticas y reparadoras de la piel. Es un tratamiento intensivo, excelente para todo tipo de piel y edades, es totalmente inmediato, sin tiempo de inactividad, descamación u otros efectos secundarios negativos”, concluye Aura Serrás, directora de iS Clinical España.

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