MODA

El polémico regreso de las deportivas con cuña que revolucionaron el lujo

Revolucionaron la moda, tuvieron lista de espera y desquiciaron y enamoraron a partes iguales. Las Bekett regresan dispuestas a reabrir el debate

Supongo que en el caso de que los aliens decidieran un día hacer una paradita en el Planeta Tierra, hay cosas que no serían fáciles de explicarles, pero siempre pienso que sería especialmente complicado hacerles entender dos cosas: la devoción por los calçots y la existencia (y el éxito) de las deportivas con cuña. Fue en 2011 cuando Isabel Marant las lanzó al mercado (¿su nombre? las Bekett) e inmediatamente, el mundo se dividió entre quienes las odiaban y quienes las amaban. Desde Rihanna hasta Kim Kardashian, pasando por Irina Shayk y Miranda Kerr, se apresuraron a tener las suyas, y la prueba inequívoca de que eran un auténtico éxito fue que las firmas low cost lanzaron inmediatamente sus opciones asequibles para que todo el mundo pudiera tener las que se convirtieron en las deportivas de moda. De repente, se transformaron en la versión sneaker del Birkin, pues se agotaban con tan velocidad que para comprar estas cuñas, había que pasar a formar parte de una lista de espera de seis meses o las más impacientes -y adineradas-, comprar unas en eBay por más de mil euros. Incluso Beyoncé las llevó en el vídeo de 2011 ‘Love on Top’.

Esta tendencia ha regresado, como demuestran las búsquedas de estas sneakers en plataformas de segunda mano como Vinted, Depop y Vestiaire, y por si fuera poco, la firma francesa ha lanzado una colaboración con Converse que se ha encargado de devolver a la actualidad este polémico diseño. Las zapatillas se hicieron tan conocidas que cuando Isabel Marant fue parada en la carretera por haberse saltado un semáforo en rojo los oficiales, al verla, le preguntaron si era “la de las deportivas”. Por supuesto, se fue sin multa y con un extra de ego. “Cuando era niña, alrededor de los ocho o nueve años, solía cortar trozos de corcho y ponerlos en mis zapatillas de deporte; esos zapatos eran en realidad un par de Chuck Taylors. Mi intención [muchos años después] era tener una colaboración entre las dos compañías, creando algo que fuera deseable y al mismo tiempo, mantuviera un elemento clásico. Algo que no fuera complicado y que se mantuviera fiel a la vibra del Chuck Taylor original”, asegura Marant.

En 2021 en modelo Bekett regresó en un nuevo intento de alcanzar la fama, y este segundo comeback ya es el definitivo. “Cuando tenía ocho o nueve años quería parecer mayor y más alto, así que comencé a jugar con este trozo de corcho, metiéndolo dentro de mi suela interior. De ahí surgió la idea de hacer una cuña culta”, explica Marant a ‘Vogue’. “Cuando comencé en los años 90, todo el mundo en la moda usaba tacones súper altos, algo que es hermoso para las piernas de las mujeres, pero bien sabemos que puede ser una tortura usarlos. Yo no estaba lista para ser torturada. Pensé que lo que hacía de niña era una buena idea, por lo que comencé a trabajar en desarrollarla. Sabía que sería un éxito instantáneo”, dijo la diseñadora, que recomienda accesorizar sus deportivas con cuñas con faldas o shorts para aprovechar la forma en la que estos zapatos alarga visualmente las piernas.

Lo cierto es que estas cuñas deportivas comenzaron la era de los ‘ugly shoes’, esos que ahora hemos normalizado en nuestro día a día de la mano de firmas como Birkenstock y que comenzaron su andadura con el modelo que hoy nos ocupa de Isabel Marant. Lo curioso es que cantidad de personas están ahora alabando este diseño en sus newsletters e incluso en las webs de las principales cabeceras de moda, donde rinden homenaje a este comodísimo diseño. La magia de estas sneakers es que dominan a la perfección ese eterno baile entre el odio y el amor, pues con ellas, nunca hay un término medio: están quienes las aman y quienes las desprecian. De hecho, es imposible que alguien las lleve sin que se conviertan en el tema de conversación sin necesidad de que los involucrados sepan siquiera de moda. Al fin y al cabo, ¿acaso no hablamos de unas deportivas que fueron capaces de hacer que la diseñadora se librara de una multa? Aunque en 2014 se hicieron tan famosas que ella misma les cogió manía (“se han convertido en algo tan vulgar, que ya no quiero ser la diseñadora de las deportivas”, confesó ese año a ‘The Cut’), ahora, con el paso del tiempo y una nueva calma, está tan orgullosa de serlo que no ha dudado en aliarse con Converse para volver a poner de moda las zapatillas de deporte con cuña que revolucionaron el mundo de las tendencias. “Hace diez años, la idea de que existieran unas deportivas de estética basketball con cuña, un diseño cool y casual al mismo tiempo, era algo revolucionario”, explicó Roopal Patel, fashion director de Saks Fifth Avenue. Al parecer, su fuerza sigue intacta una década después. ¿Volverá la diseñadora a sorprendernos con una nueva reinterpretación de estas deportivas o será la colaboración con Converse la que cierre esta historia de amor por los ugly shoes en clave deluxe?