El mundo del deporte ha conseguido capturar la atención incluso de quienes tienen un nulo interés en cualquier actividad que implique una gotita de sudor, aunque precisamente el tema que hoy nos ocupa no es ajeno al sudor. Según los datos del último estudio de Gleeden, la plataforma de encuentros no monógamos líder en Europa, el 89% de personas piensa que este tipo de eventos internacionales se presta a buscar aventuras… Y por eso, los Juegos Olímpicos se perfilan como el momento clave para dar rienda suelta a las fantasías de muchos, que encuentran en estas celebraciones deportivas la excusa perfecta para ser infieles.
“Acorde a lo que hemos podido analizar en las encuestas y en el movimiento que hay en Gleeden ante eventos del mundo del deporte como La Eurocopa y La Copa de América, suele haber un aumento de infidelidades. La gente se contagia de la emoción, de la felicidad y de la euforia que caracteriza a esos eventos, sobre todo cuando el vencedor es del país de quien va a cometer la infidelidad. Para quienes viajan a Francia con motivo de los Juegos, por ejemplo, el anonimato, estar rodeados de tantas personas que buscan lo mismo, la clandestinidad y esos nervios de tener la oportunidad de conocer gente y de tener relaciones, son clave a la hora de que decidan ser infieles a sus parejas. Incluso muchos van precisamente con esas intenciones a ver los Juegos y las pruebas deportivas, que funcionan como excusa. Supone para ellos un break en sus vidas y piensan que lo que pasa en París, se quedará en París. Se dejan llevar, no piensan mucho en lo que está pasando y sin duda, caen en las redes de lo que pueda surgir”, explica a Artículo 14 Silvia Rúbies, responsable de comunicación de Gleeden España y Latinoamérica.
Las cifras le dan la razón: El 69% de los encuestados opina que el principal factor que influye para que las personas cometan infidelidades en este tipo de eventos internacionales es la facilidad para conocer personas de todo el mundo sin ningún compromiso. Un 19% cree que también entra en juego el ambiente relajado y festivo que se respira en estos acontecimientos, mientras que un 13% opina que también influye el hecho de estar sin pareja en otro país. Por descontado, el anonimato facilita el contacto con personas desconocidas y aumenta la sensación de libertad.
“Todo lo que supone una buena excusa se aprovecha por quienes van a caer en la tentación. Cuando ganó España en la Eurocopa, parecía que estaba todo permitido. Estos sucesos, poco habituales, hacen que muchos sientan que tienen un absoluto permiso para llegar tarde y celebrar de mil maneras. Lo que se hace en estas celebraciones, consideran, se queda ahí. No es tan raro que el cónyuge llegue tarde cuando hay una victoria deportiva, pues la excusa de ir a tomar algo con los amigos es un clásico. Otra cosa es que la pareja se lo crea o no”, comenta Rúbies.
Los datos del estudio puesto en marcha por Gleeden demuestran que efectivamente, estos eventos deportivos son para muchos la excusa perfecta. El 82% de los infieles que asistan a las Olimpiadas buscarán tener alguna aventura en París. Mientras tanto, aquellos que se queden en España, no se quedarán encerraditos en casa. “El 67% de personas afirma que aprovechará que su pareja estará viendo alguna competición olímpica para verse con su amante. Por otro lado, el 59% de infieles utilizará la excusa de ir a ver una competición con amigos o amigas para verse con su amante”, comentan.
Hace dos años, un estudio de la plataforma reveló que del total de las mujeres futboleras, el 100% sostiene que jamás cambiaría de equipo de fútbol por un compañero amoroso y que poco le importa lo que su pareja haga o deje de hacer durante el Mundial. Esto no ha cambiado, pues el deporte va siempre por encima de los cuernos. En el informe de 2024, los datos indican que el 67% de los encuestados afirma que no se perderá una final de las Olimpiadas, especialmente si su país está compitiendo, por una sesión de sexo con su pareja o con su amante. Es decir: la fidelidad al equipo y al deporte es mucho más marcada que a la pareja… Al final, las medallas importan más que los cuernos, supongo.
Parece que el deporte quema calorías y corazones, porque no es la primera vez que sale a la luz un estudio que alerta acerca de curiosos links entre el deporte y las infidelidades. Golf Support organizó una encuesta entre 1.750 hombres con la finalidad de averiguar qué deportistas son los más infieles. Resulta que los jugadores de rugby son los más conflictivos en este aspecto, pues el 21 % de ellos utiliza la excusa de tener un partido o un evento deportivo relacionado para ser infiel a su pareja, siendo los siguientes los futbolistas (19 %) y los golfistas (17 %).
Por si fuera poco, no es raro que los amantes del deporte se conviertan en… ¡Amantes! “Ir a eventos deportivos, o incluso verlos juntos, ayuda a crear vínculos emocionales, y participar en ellos es una forma fácil de relajar las expectativas en torno a una cita y hacer algo que te gusta. Esto refleja un enfoque creciente, especialmente entre la Generación-Z, para encajar el dating dentro de la vida personal, donde convertimos en citas esas aficiones que disfrutamos en lugar de tratar las citas como una actividad separada”, explica Dr. Caroline West, experta en sexo y relaciones de Bumble.
Al menos, tengo ahora un motivo más para no lamentar mi perenne soltería: durante los Juegos Olímpicos, no voy a preocuparme de que nadie me ponga los cuernos… Aunque con mi suerte, conoceré a alguien el día antes de los juegos para desbloquear una nueva preocupación. Si siempre dije que el deporte no es bueno…