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El Louvre, de gala: una noche de arte, moda y beneficencia bajo la pirámide de cristal

El museo parisino celebra su primera gran cena benéfica para recaudar fondos. La velada, que reunió a la élite del arte, la moda y la realeza, dejó imágenes para la historia y looks que marcarán tendencia

La Grand Dîner du Louvre, la primera cena benéfica organizada por el Louvre, ha reunido esta semana a más de 300 invitados de todo el mundo con un objetivo claro: recaudar fondos para la conservación y promoción de sus actividades culturales.

Se esperaba alrededor de un millón de euros, pero al final de la noche la cifra superó los 1,4 millones, demostrando que el arte, cuando se mezcla con la moda y la exclusividad, sigue siendo un imán para los grandes mecenas.

La modelo Gigi Hadid EFE/EPA/TERESA SUAREZ

El escenario de la velada fue la Cour Marly, ese espacio donde normalmente reposan las esculturas clásicas francesas en un silencio casi sagrado. Pero esa noche, las piezas de mármol vieron desfilar a algunas de las personalidades más influyentes de la moda, el cine y la aristocracia.

Desde Naomi Campbell hasta Carlota Casiraghi, pasando por Keira Knightley, Gigi Hadid y Victoria Beckham, todas se dieron cita en un evento que algunos han bautizado como la “Met Gala europea”, aunque con la discreción y la sofisticación que caracteriza a la élite parisina.

La modelo Naomi Campbell EFE/EPA/TERESA SUAREZ

Naomi Campbell, la eterna supermodelo, optó por un vestido lencero acompañado de una bata de tafetán rojo, una combinación arriesgada que solo alguien con su presencia puede defender sin esfuerzo.

Carlota Casiraghi, princesa de Mónaco y musa de Chanel, se mantuvo fiel a la maison con un conjunto de abrigo de tweed negro y velo, un look de inspiración fúnebre que recordaba a la sofisticación de los años 50.

Keira Knightley, vestida por Chanel, en París EFE/EPA/TERESA SUAREZ

Keira Knightley, otra embajadora de Chanel, apostó por la alta costura con un vestido de terciopelo negro y bordados artesanales, mientras que Gigi Hadid sorprendió con un vestido estructurado de Maison Margiela, un guiño al avant-garde parisino.

Victoria Beckham, por su parte, no dejó lugar a dudas sobre su evolución como diseñadora, con un vestido minimalista de su propia firma que jugaba con el equilibrio entre lo sobrio y lo arquitectónico. A su lado, su marido David Beckham, impecable en un esmoquin negro, observaba la escena con la tranquilidad de quien ha estado en eventos de este calibre tantas veces que ya no necesita esforzarse para encajar.

El arte de cenar bajo la pirámide del Louvre

La cena ofreció treinta mesas reservadas para los asistentes más selectos. Mientras se servían platos elaborados por chefs con estrella Michelin, la conversación giraba en torno a la intersección entre la moda y el arte, un vínculo que ha existido siempre pero que últimamente parece haberse consolidado como una estrategia de supervivencia para las instituciones culturales. No es casualidad que la gala coincidiese con la inauguración de la exposición Louvre Couture: Objets d’Art, Objets de Mode, una muestra que examina cómo la moda ha dialogado con la historia del arte a lo largo de los siglos.

Pero la velada no terminó con la última copa de vino. Después de la cena, los invitados se trasladaron bajo la pirámide de cristal del Louvre para una fiesta exclusiva. Y ahí llegó la sorpresa de la noche: una actuación inesperada de la rapera Doechii, que consiguió lo impensable en un evento de estas características: hacer bailar a la realeza y a la alta costura. Entre copas de champán y conversaciones que probablemente cerraron más de un acuerdo comercial, la noche se alargó hasta bien entrada la madrugada.

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