El nombre de Alessandra de Osma comenzó a ser un imprescindible de la prensa del corazón cuando inició su relación con el príncipe Christian, hijo de Ernesto de Hannover e hijastro de Carolina de Mónaco, en 2009. Fue en ese momento cuando todos los ojos se posaron y comenzaron a analizar a esta joven peruana perteneciente a una de las familias más acomodadas de Lima.
Pero, quizás, lo que nadie se esperaba es que esta chica que llegó a fichar como modelo por una de las agencias más importantes del mundo, para luego obtener un MBA en gestión de empresas de moda, lograría tener un perfil propio muy destacado no solo como icono de estilo, sino también como empresaria, además de ser una voz autorizada a la hora de reivindicar los valores culturales de su país.
Su boda religiosa, en 2018, fue uno de los acontecimientos de la alta sociedad de todo el planeta, con invitados como Kate Moss, miembros de la realeza británica u Olimpia de Grecia. Para aquella ocasión, en lugar de escoger a un diseñador de renombre internacional decidió darle protagonismo a una marca española en la que ella confía plenamente. Jorge Vázquez fue el encargado de crear el vestido que tenía que competir con la tiara floral de los Hannover, una joya muy especial que ella supo defender, aunque en su día a día suele prescindir de grandes piezas –pese a estar vinculada con la firma Chaumet. Se siente más cómoda con un collar con las iniciales de sus hijos (de la firma francesa) que con diseños más importantes que desvíen la atención de lo que podríamos decir es el “core” de su look: el color, la sencillez y una comodidad chic.
¿Cómo es su estilo?
Alessandra de Osma tiene claro que ella no se va a quedar en la superficie de las cosas. No le basta con ser imagen de una marca, sino que le gusta participar de ella. Por eso estudió el master de gestión de empresas de moda de la Universidad de Navarra, consiguiendo así una visión todavía más global que se ha materializado en proyectos como Philippa 1970. Lo cierto es que ella llegó “tarde” a esta iniciativa de Jorge Vázquez y Pablo Galán. Los dos creadores comenzaron a pergeñar este proyecto allá por el año 2020 y fue ella quien, pasado un tiempo y conociendo la firma, decidió sumarse al carro.
De esta manera, no solo es imagen, sino también forma parte del propio corazón del proyecto. Aunque no podemos negar que Philippa 1970 es perfecta para resumir el estilo de De Osma. A la princesa de Hannover le gusta una moda sencilla y sin complicaciones, apostando todo al color, y de eso encuentra mucho en esta marca. Sus estampados vitalistas y las cómodas siluetas de sus vestidos largos casan a la perfección con la idea que tiene Sassa del armario perfecto.
Esta pasión por la moda la combina también con la firma Dior, de la que es una de sus mejores embajadoras, siendo fiel a la firma para los eventos más destacados. La casa parisina le pone el contrapunto más minimal, aunque le gusta también apostar por algún que otro estampado que encuentra en las colecciones de Maria Grazia Chiuri.
Los accesorios son una parte fundamental en el estilo de Alessandra de Osma. Eso lo vemos, por ejemplo, en la predilección que tiene por los bolsos. Entre ellos, claro, los de Dior. Ella ha encontrado la medida perfecta para poder lucir un bolso urbano con un look más desenfadado, demostrando que los códigos habituales de la etiqueta están para saltárselos cuando una sabe cómo.
Pero, además, el espíritu inquieto de la duquesa de Brunswick-Lüneburg le ha hecho lanzarse también al mundo de los complementos. Ella está detrás, junto con Moira Laporta, de la firma Moi & Sass (¿hace falta explicar de dónde viene el nombre?) que ambas fundaron el 2018. El estilo de sus bolsos es minimalista, con toques organicistas y prestando, sobre todo, mucha atención al valor artesanal y la producción responsable.
Mini Puzzle Tote.
Esta filosofía se la hemos visto también en otros complementos, como es el calzado. Desde propuestas con un concepto más artístico, como son las zapatillas Hoff, a las bailarinas de inspiración veneciana (furlane) de Chatelles, todo lo que luce De Osma suele tener un punto chic que no se queda en una mera propuesta estética.
Siempre suelen tener un twist que va más allá, como las sandalias de Amambaih, detrás de las cuales está la diseñadora paraguaya Mariela Montiel que trabaja con comunidades nativas de su país, incluyendo, de manera especial, la tribu Maka.
Chatelles.
En los meses de verano es, además, cuando Alessandra lo da todo por el todo, consiguiendo convertirse en una referencia de un estilo sencillo y sin muchas complicaciones que nos hace conectar con el chip veraniego.