Hay apariciones que parecen diseñadas para ser noticia y Blake Lively lo hizo este domingo tras reaparecer ante las cámaras después del enfrentamiento judicial con Justin Baldoni.
Con un vestido plateado de finos tirantes y un escote que parecía desafiar al escándalo, llegó junto a Ryan Reynolds, su gran apoyo, con su humor habitual, no dejó pasar la oportunidad de bromear cuando Amy Poehler y Tina Fey hicieron referencia a la controversia legal de su esposa. “¿Qué has oído?”, dijo con media sonrisa, mientras el público celebraba la ironía.
En diciembre de 2024, Lively presentó una denuncia contra Baldoni, su coprotagonista y director en Romper el círculo (It Ends With Us), alegando acoso y una campaña de desprestigio.
Desde entonces, el asunto ha escalado hasta convertirse en una de las disputas más comentadas de Hollywood. Baldoni, por su parte, ha negado todas las acusaciones y ha respondido con una demanda por difamación y extorsión, exigiendo 400 millones de dólares en compensación.
Mientras el asunto se cocina en los tribunales y en los titulares, Colleen Hoover, autora de la novela en la que se basa la película, ha preferido borrar de su cuenta de Instagram cualquier rastro de Lively y Baldoni. Una decisión que algunos interpretan como un intento de desmarcarse de una historia que ha dejado de ser solo ficción.
Baldoni, por su parte, ha pasado de ser un director emergente con un proyecto prometedor a un hombre envuelto en una batalla legal que podría costarle su carrera. Los rumores apuntan a que varias productoras han comenzado a tomar distancia, mientras que en las redes sociales el debate está dividido entre quienes apoyan a Lively y quienes cuestionan la falta de pruebas concretas en su denuncia.
Este enfrentamiento ha abierto un nuevo capítulo en la conversación sobre el abuso de poder en la industria del cine. En los últimos años, Hollywood ha vivido una serie de sacudidas con denuncias de acoso y abuso que han redefinido las reglas del juego.
El caso Lively-Baldoni, plantea preguntas sobre el juicio mediático y la rapidez con la que la opinión pública toma partido. Mientras algunos defienden la valentía de Lively al hablar, otros advierten -en redes sociales- sobre el peligro de condenar sin pruebas definitivas, recordando casos anteriores donde la acusación resultó ser infundada.
Por ahora, el caso sigue abierto y, como todo en la industria del cine, su desenlace podría ser inesperado. Pese a la controversia, la aparición de Lively y Reynolds en SNL 50 demuestra que la actriz no piensa quedarse en las sombras. Porque en Hollywood, a veces, la mejor forma de responder es con una imagen impecable y una actitud imperturbable. En este caso, acompañada de una broma, un vestido que habló por sí solo y el apoyo incondicional de su marido.