ESTILO 14

El enemigo de la Navidad en el amor, el ‘scrooging’

Estas fechas tan especiales están pensadas para ser disfrutadas junto a los seres queridos pero, ¿qué pasa cuando acabas de conocer a alguien y en lugar de regalos y turrón, es el miedo el que se impone?

'Amor de calendario' (John Whitesell, 2020)

En el universo del dating, la Navidad trastoca las dinámicas con especial ahínco, pues entre campanadas y campanas, los miedos, el agobio y las inseguridades salen a flote. No es extraño que en estas fechas asistamos al denominado marleying, un fenómeno que le debe su nombre a Jacob Marley, el fantasma que visita a Scrooge en Cuento de Navidad. Aunque lógicamente al leer “fantasma” es comprensible pensar inmediatamente en el ghosting, el deporte oficial del dating en la actualidad, en realidad el marleying hace alusión a ese ex que vuelve a llamar a tu puerta en plenas Navidades con la excusa de querer felicitarte las fiestas. Pero hoy venimos a hablar de algo diferente, aunque igualmente doloroso o al menos, igualmente cansino, porque quienes seguimos en la isla de la soltería comprendemos bien a quienes están agotados por el dating, pues los que intentan encontrar pareja a través de las aplicaciones de ligar se topan con todo tipo de situaciones que si bien es cierto serían divertidas en una romcom, resultan agotadoras en la vida real.

Cuando llegan las fiestas, tanto las relaciones que comienzan como las que llevan poco tiempo gestándose se enfrentan a una serie de retos que afrontar. Seguro que alguno te suena. Desde si regalar o no a la persona recién llegada a tu vida (¿Cuándo es oportuno regalar? ¿Qué presupuesto es el idóneo?) hasta cómo pueden afectar los eventos familiares a la relación, especialmente si uno de los dos ha de viajar, por lo que las citas se distancian tanto en el tiempo como en el espacio, la Navidad exige tomar decisiones que resultan determinantes en las relaciones que llevan poco tiempo en pie. Es aquí donde entra en juego el fenómeno del scrooging, una tendencia que según Lara Ferreiro, Dating Expert de Tinder en España, es la tendencia que surge del miedo al compromiso durante la Navidad. Pero, ¿de dónde viene ese miedo? Para sorpresa de nadie, del enemigo de muchos: el compromiso. Tener que elegir regalos, asistir a eventos sociales o asumir gastos inesperados pueden generar una presión que empuje a algunas personas a pensar que la Navidad, lejos de traer noches de paz y de amor, acarrea ansiedad, presión y como consecuencia, una inestabilidad en las relaciones.

‘Amor de calendario’ (John Whitesell, 2020)

Lara Ferreiro ha creado la lista Anti-Scrooging Navideño para saber cómo afrontar estas situaciones y enfrentarse a ellas con madurez. En primer lugar, aboga por la sinceridad a la hora de abordar las cuestiones económicas. Es decir: si realmente te encuentras en un momento complicado, lo mejor es decírselo a la otra persona con absoluta confianza. “Puede que te sorprenda descubrir que tu ‘match’ solo valora pasar tiempo contigo y no necesita nada material. ¡El mejor regalo eres tú!”, asegura.

En el caso de que realmente, tener un detalle con esa persona no te emocione, o la idea de pasar momentos especiales o incluso con sus amigos y familiares no te atraiga, quizás lo oportuno sea reflexionar acerca de esos sentimientos. “Cuanto antes te hagas la gran pregunta sobre lo que sientes hacia esa persona, mejor será para ambas partes”, asegura.

El agobio emerge con especial fuerza durante las fiestas navideñas, pues conocer a la familia del otro o a sus amigos es una presión añadida que sólo se puede sobrellevar con tranquilidad cuando realmente hay alguna esperanza puesta en esa relación. “Si te agobia pasar las fiestas con tu pareja o asistir a eventos sociales juntos, quizás no estés listo/a para una relación seria. Lo mejor es no dar falsas esperanzas de manera respetuosa. Eso sí, evita el ghosting. Un mensaje claro antes del 15 de diciembre es lo mínimo que merece esa persona”, explica Ferreiro.

‘Amor de calendario’ (John Whitesell, 2020)

Resulta importante, y una clara señal de responsabilidad afectiva (dejémonos de términos psicológicos: es una clara señal de que no eres una malísima persona) que quien decida no seguir conociendo a su cita sea consecuente y no decida retomar la relación después de las fiestas. “Las idas y venidas pueden afectar la estabilidad emocional de ambos. Respeta las decisiones y sigue adelante”, dice Lara Ferreiro.

Aunque la tecnología es una gran aliada para conocer gente y mantener las relaciones, también es un gran apoyo para quienes prefieren eludir responsabilidades y conversaciones incómodas, por lo que especialmente en Navidad, los amigos del ghosting y de esquivar esas charlas no aptas para cardíacos hacen de sus móviles sus mejores armas para ignorar a sus citas, y si hay algo más terrible que un trozo de carbón en estas fechas es sumar a la presión de esos días en los que es casi obligación ser felices saber que una cita/pareja/posible-algo está marcándose un “fue a por tabaco” de antaño… Aunque no haya probado jamás la nicotina, ya sabes. Porque si hay un buen regalo esta Navidad, ese es el de ser sinceros y atrevernos a decir a aquellos con los que compartimos tiempo lo que sentimos y lo que queremos, porque en tiempos de situationships y en los que la gente se empeña en fluir, lo bueno de la “titulitis”, es decir, de poner etiquetas y nombres, es que sabemos lo que pedir, lo que esperar y lo que dar. Y si eso no es una carta honesta a los Reyes Magos, ya no sé qué lo es.

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