El actor Johnny Depp se pasea estos días por España, aprovechando su participación en el Festival de Cine de San Sebastián, como la estrella rutilante que es. Atrás queda el mediático juicio que protagonizó hace algo más de dos años junto a su ex pareja Amber Heard dejándonos titulares tan asombrosos como este: “Johnny Depp sufre disfunción eréctil”. No es su trastorno lo que nos dejó perplejos sino el hecho que la defensa de su ex mujer lo utilizase como argumento para probar el carácter violento del actor.
Depp quedó absuelto de las acusaciones de maltrato y la sentencia obligó a Heard a pagarle 15 millones de dólares por difamación. Pero la duda quedó en el aire. ¿Qué tiene que ver la disfunción con la ira que alegaba la ex mujer? ¿De verdad es relevante? Ahora sabemos que, efectivamente, este tipo de problemas puede despertar en el hombre reacciones tan agresivas como las que salieron a relucir en el juicio contra el actor, pero, según se vio, no fue este su caso.
El relato de Heard acerca del declive de su ex esposo en asunto sexuales fue una hábil estrategia que encontraron sus abogados y, al margen de que pudiese o no aplicarse a Depp, está muy respaldada por la ciencia. La disfunción sexual puede ocasionar algún grado de malestar y frustración en el paciente. Por miedo, pudor, tabú o porque acaba normalizándolo, quien lo padece no pide ayuda, a pesar de que a menudo es síntoma de una enfermedad aún sin diagnosticar, casi siempre cardiovascular o diabética. Según la Asociación Española de Andrología, es una situación que acaba deteriorando las relaciones de pareja y la violencia sería, por tanto, la punta del iceberg.
Un trabajo dirigido por el psicólogo Gavin Vance en la Universidad de Oakland, confirma este mismo impacto de la disfunción eréctil en las relaciones románticas. Utilizando informes de hombres, por un lado, e informes proporcionados por mujeres, por otro, el equipo examinó la relación entre disfunción eréctil y las conductas masculinas celosas, los insultos, lesiones u otro tipo de agresiones. La conclusión fue que, en sus grados más severos, la disfunción provocó más celos infundados e insultos y violencia sobre la pareja.
La supuesta disfunción eréctil de Johnny Depp
Integrar a la pareja en el tratamiento ayudaría a mejorar la relación y la experiencia sexual. Una investigación mexicana en la que ha participado Eusebio Rubio-Aurioles, cirujano y experto en sexualidad humana, hace hincapié en esa necesidad de “involucrar a la pareja en la terapia con el fin de sugerir técnicas que puedan ser útiles para ambos”.
Uno de los trabajos más recientes y completos nos llega de la Universidad de Texas. Con una muestra de 792 hombres, los autores confirmaron que la disfunción sexual está indirectamente asociada con la perpetración de cualquier tipo de violencia física y sexual. Sería una consecuencia de la ansiedad por el desempeño, la percepción de no cumplir las expectativas de masculinidad estandarizada o la ira que provoca no responder a ese cliché de ser suficientemente hombre. “Los hombres que siguen anquilosados en los roles tradicionales del género masculino tienen un riesgo mayor de cometer actos violentos y abusivos hacia sus parejas femeninas”, indican. Insisten en que la frustración por no poder ajustarse bajo las sábanas a las normas prescitas socialmente provocaría un estrés que, mal gestionado, aboca a algunos hombres a la agresión. De hecho, existe alguna evidencia, aunque modesta, que sugiere que algunos criminales y agresores sexuales presentan síntomas de disfunción sexual.
En cualquier caso, no hay nada absolutamente concluyente ni una verdad universal que permita utilizar la disfunción eréctil en un caso de violencia de género como prueba acreditativa de un delito. Los abogados de Amber Heard, que aportaron más de 6.000 páginas de documentos judiciales en la batalla legal contra Depp, fracasaron en su pretensión. De nada sirvió que la exmujer presentase como coartada una lista de medicamentos que incluía “Nexium, Cialis y Valtrex”, sugiriendo que la supuesta disfunción eréctil de Depp podría ser de alguna manera una motivación para el abuso.
“Aunque el señor Depp preferiría no revelar su condición de disfunción eréctil, dicha condición es absolutamente relevante para la violencia sexual, incluyendo su ira y el uso de una botella para violar a Amber Heard. Su disfunción eréctil hace que sea más probable que se enfadara o se agitara en los encuentros con Amber Heard, y que recurriera a una botella”, alegó el equipo legal de la actriz en un comunicado.
Los abogados del actor se opusieron a la inclusión de dicha información y acusaron a Heard de intentar presentar este argumento como una forma de avergonzar a su defendido durante el juicio. “Quiere un circo y claramente tiene la intención de llevar este juicio por una serie de agujeros de conejo innecesariamente inmorales, incluido el historial médico”, razonaron. Así lo entendió también el jurado que, tras un juicio de alto perfil en Fairfax, Virginia, determinó la inocencia de Depp.