El regreso del icónico desfile de Victoria’s Secret ha estado repleto de momentos para el recuerdo. Desde la participación de Tyra Banks hasta la de Carla Bruni, los responsables de casting han sabido dar con los nombres oportunos para que el desfile haya salido en todos los medios demostrando así que la firma no es una mera marca de lencería, sino un referente cultural. Sin embargo, posiblemente la presencia de la que más se ha hablado en el show ha sido Kate Moss, que hasta ahora jamás había desfilado para la marca, y teniendo en cuenta que comenzó en la moda a los 16 años, marcarse una primera vez no es ya fácil. Nadie esperaba que la británica tomara la pasarela, pues desde el desfile de la colección primavera/verano 2023 de Bottega Veneta, la modelo no vivía ya al margen de los desfiles, pero no del mundillo: en la actualidad es imagen de firmas como Saint Laurent y Balenciaga.
Desfilar en un show destinado a ser carne de titular no ha sido, por supuesto, una decisión tomada a la ligera. La modelo ha querido con esta apuesta comenzar una nueva era en la que reclamar una vez más su fuerza en una industria conocida por crear y destrozar referentes con la velocidad con la que cambian las tendencias de moda. Pero en su nueva andadura, en realidad su papel como modelo es una mera excusa, pues ella es un icono y como tal, su figura ha de abarcar varios ámbitos. Poco antes de sorprender con su presencia en el show de Victoria’s Secret salía a la luz la noticia de que la británica va a lanzar una colección cápsula para Zara, firma para la que posó hace dos años, cuando fue inmortalizada por el icónico David Sims en una campaña en la que la prestigiosa Emmanuelle Alt trabajó como estilista.
Kate Moss ya conoce por ello bien la marca, para la que también ha posado su hija, Lila Moss y cuyas campañas firman los grandes de la fotografía. Pero, ¿por qué es importante que lance una colección de fiesta con la firma estrella de Inditex? Porque cuando en 2007 Topshop lanzó por primera vez una colaboración, se aseguró de que fuera con Moss, que consiguió con sus propuestas enamorar a una sociedad que estaba obsesionada con la forma en la que vestía. Ahora estamos acostumbrados a que las celebridades combinen prendas de marca con otras asequibles y diseños vintage, pero por aquel entonces, estas fórmulas no eran apenas habituales. Sin embargo, Kate era una auténtica experta. Sus colecciones se agotaban en tiempo récord, la gente hacía cola durante horas, antes de que las tiendas abrieran sus puertas, para hacerse con alguno de sus diseños y muchos de estos pasaban a ponerse a la venta inmediatamente en eBay, donde sus creaciones alcanzaban suculentas cifras. Por eso ahora regresar al diseño de la mano de un titán de la moda como Zara será sin duda un éxito de ventas, pero en esta operación Moss se ha asegurado de no estar sola. Su colección de fiesta la firman Kate Moss y la estilista de moda Katy England.
¿Por qué nos gusta tanto Kate Moss?
“Ella logra abrazar el término medio entre la autodestrucción y el control férreo. Su papel es el de la hermana pequeña traviesa que se comporta de manera encantadora y a la vez, extremadamente mala, haciendo todas las travesuras con las que soñamos (que involucran hoteles destrozados y hombres poco fiables) pero que, en última instancia, preferiríamos leer mientras tomamos una taza de té a vivir”, escribía hace casi dos décadas Joanna Briscoe en The Guardian.
“Las mujeres, quizás incluso más que los hombres, están intrigadas y la citan como la máxima belleza contemporánea“, decía. La periodista aseguraba que la modelo es un test de Rorschach andante: o comprendes su belleza o no la pillas en absoluto. Ahora Moss intenta dejar atrás su aura rebelde y en su nueva vida de felicidad marital y aparente tranquilidad, dirige Cosmoss, una marca de belleza y bienestar que ella asegura representa “el autocuidado creado para la vida moderna”. Y de cuidado(s) no sabemos si sabe mucho, pero de modernidad, lo sabe todo. “Es el tipo de mujer que querrías que viviera a tu lado, pero nunca lo va a hacer”, dijo de ella el fotógrafo David Bailey. No sabemos si lo suyo con Victoria’s Secret será pasajero o si se convertirá en una relación a largo plazo, pero sin duda sí ha supuesto el comienzo de una nueva era Moss que el mundo esperaba con ganas. Porque quizás jamás será la mujer que viva a nuestro lado, pero al parecer, ella siempre va a tener en nuestros corazones (y en nuestros bolsillos) su lugar..