“Durante muchos años sufrí de menstruaciones muy dolorosas e incapacitantes” explica Amanda Ortiga, instructora certificada del método sintotérmico. “Investigué diversas herramientas para mejorar mi experiencia” y fruto de aquella toma de conciencia, ahora imparte cursos especializados en los que las mujeres pueden analizar, autogestionar y conocer a fondo sus ciclos.
Cuidar la salud de los ciclos menstruales ¿cómo se hace?
La medicina no ha puesto a la mujer entre sus prioridades y muchas mujeres sufren trastornos de sus ciclos menstruales o de su fertilidad. El método sintotérmico trata de dar una visión más amplia del cuerpo femenino a través del registro de biomarcadores. “Los dos que son fundamentales para mi son moco cervical, sensación vulvar y temperatura basal” explica Amanda.
A lo largo de un mes, se apuntan datos sobre la temperatura corporal, el nivel de secreción o las sensaciones de sequedad o lubricación en la vulva. Como explica Amanda, la autogestión de la fertilidad “supone mucho más que tener la información de cuando somos fértiles para evitar o lograr el embarazo”.
En su experiencia, los problemas hormonales más habituales tienen que ver con las insuficiencias de la fase lútea – es el tiempo comprendido entre la ovulación y el siguiente periodo – con niveles bajos de progesterona – la hormona sexual femenina – o dificultades para llegar a la ovulación por patologías como el síndrome del ovario poliquístico (SOP).
Ansiedad, estrés e insomnio: el trío maligno
Ninguno de estos tres factores ayudan a la salud del ciclo menstrual. “En una mujer que vive con estrés crónico, su cuerpo como mecanismo de protección va a dedicar los recursos a sobrevivir antes que a la reproducción” confirma Amanda.
En el proceso, dos hormonas resultan fundamentales en el baile hormonal de la mujer: la progesterona y los estrógenos. Ambas son las principales hormonas sexuales femeninas. La primera, es la encargada de transformar el tejido de las paredes del útero (endometrio) para recibir el óvulo si éste es fecundado. La segunda, no solo forma parte de la líbido sexual sino que prepara el aparato genital femenino para la ovulación y la fecundación. Si se alteran, empiezan los problemas.
Equilibrar los niveles ¿qué alimentos ayudan a la salud menstrual?
Un factor complementario, a veces olvidado, es la alimentación, que puede ayudar en los desequilibrios hormonales.
- Estrógenos: Durante la fase de ovulación, algunos alimentos pueden ayudar a la nutrición de los folículos como los brotes, los germinados o los frutos rojos. El brócoli, por su parte, resulta especialmente útil para la regulación hormonal.
- Progesterona: se genera en el cuerpo lúteo junto a los estrógenos. Los alimentos ricos en óxido nítrico, como la remolacha, y en betacarotenos, como las zanahorias o la calabaza son muy recomendables.
- Ojo con la cosmética: no solo hay que cuidar lo que comemos sino cualquier sustancia que entre en contacto con el organismo, como es el caso de los cosméticos. A la hora de escoger, evita los que contengan parabenos (conservantes), ftalatos u disruptores endocrinos.
¿Hinchazón durante la menstruación?
Unos de los síntomas más habituales durante las reglas es sentir malestar, hinchazón o incluso dolor. “Debemos pensar que la experiencia de la menstruación es la consecuencia de todo el ciclo” matiza Amanda. Las molestias físicas son relativamente normales si éstas no derivan en dolores incapacitantes.
La hidratación y las infusiones – jengibre, diente de León, manzanilla – pueden ayudar a mejorar las sensaciones durante los días más incómodos.