Marius Borg Høiby, hijo de la princesa Mette-Marit de Noruega, acaba de ser arrestado en Oslo por presunta violación.
Se trata del último incidente dentro de una serie de problemas legales que ha enfrentado el joven de 27 años, primogénito de Mette-Marit y fruto de una relación anterior a antes de casarse con el príncipe heredero Haakon en 2001. Aunque no tiene título nobiliario ni deberes oficiales, Høiby ha sido una figura pública por su proximidad con la familia real.
El caso actual se relaciona con un episodio en el que presuntamente agredió sexualmente a una mujer. Según los informes policiales, existe una conexión previa entre el sospechoso y la víctima, aunque las autoridades no han revelado ningún detalle.
El arresto se suma a una serie de acusaciones previas: en agosto de 2024 fue detenido por presunta violencia física y psicológica contra su pareja. En aquel momento reconoció su responsabilidad, explicando que estaba bajo los efectos del alcohol y las drogas; alegando que había luchado durante años con problemas de salud mental.
En un comunicado emitido por medio de su abogado, expresó arrepentimiento y se comprometió a continuar con su tratamiento para superar sus adicciones y trastornos.
Pero los problemas legales de Høiby no se limitan a estos casos. Se le acusa también de violar una orden de alejamiento impuesta para proteger a su ex pareja. Según la policía de Oslo, el joven contactó con la víctima a través de un número oculto. Además, se han presentado denuncias por parte de otras mujeres que afirman haber sido víctimas de abuso psicológico y físico por su parte.
Tras admitir públicamente su dependencia de las drogas y el alcohol, Borg Høiby ingresó hace semanas en un centro de rehabilitación. Según informó un medio noruego, gran parte de su fortuna, que ascendía a 1,8 millones de euros, se ha dilapidado en fiestas y excesos. Actualmente, se estima que dispone de unos ahorros de aproximadamente 4.400 euros.
Poco después de la detención, la abogada de la presunta víctima, Hege Salomon, declaró al citado medio que su clienta “no pertenece al círculo cercano de Høiby ni lo conoce personalmente. Fue la policía quien abrió la investigación, no ella. Ha colaborado plenamente con las autoridades y está atravesando una situación muy difícil”.
Por su parte, el abogado de Borg Høiby, Øyvind Bratlien, también habló con el mismo periódico, afirmando que su cliente “no se considera culpable ante la ampliación de los cargos. Está cooperando con las autoridades y está dispuesto a ofrecer explicaciones detalladas”. Sin duda, este nuevo episodio legal agrava aún más el deterioro de la imagen pública de la familia real noruega, ya afectada por anteriores controversias.