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Debunkbot: la máquina de la verdad a la caza de las teorías de la conspiración

Debunkbot, una innovadora herramienta de inteligencia artificial, promete desmantelar cualquier teoría de la conspiración y combatir así la desinformación

No es algo nuevo, las teorías de la conspiración siempre han existido, desde la época romana a nuestro siglo. Dudamos ya de todo. La tierra puede ser plana, nunca llegamos a poner los pies sobre la luna y fue todo grabado en California. Nos gobiernan, desde hace muchos años, extraterrestres infiltrados y padecemos sus decisiones e intereses ocultos. Difícil hoy, en esta época de bulos generalizados, discernir lo real de lo falso. Las incertidumbres se ven aún más exageradas por la “infoxicación” y las mentiras virales diarias.

Menos mal que, como en cualquier película americana, siempre llegan los buenos para salvar nuestra alma. Contamos hoy con la Inteligencia Artificial, y algo de su cabeza, para aportarnos algo de sosiego y transparencia.

Desconfiamos de todo

¿Por qué somos tan permeables a las teorías de la conspiración? En tiempos de crisis y de constantes incertidumbres, muchos buscamos alternativas a las explicaciones oficiales. Es como una reacción natural, un instinto de autodefensa vital. Es como batir nuestra propia opinión, con base en otros testimonios, y mantener el control de la situación.

El habitual enfrentamiento entre sesgados medios siembra aún más el desconcierto. La desconfianza en los informadores tradicionales, y en las propias instituciones, está al orden del día. ¿Esto que leo aquí es verdad o es mentira?, ¿es fruto de una exagerada promesa política o del deep fake de una mente maquiavélica?

En Internet encontramos de todo, desde soluciones naturales para enfermedades terribles hasta teorías inverosímiles para explicar sencillamente, eventos de magnitudes imprevisibles. Escribir nuestra propia versión de una historia, es nuestro pan de cada día. Acabamos, a menudo y sin querer, fiándonos de una fuente deficiente o dudosa.

Por si fuera poco, los algoritmos de las redes sociales siembran aún más la discordia. Nos enseñan, una y otra vez, lo que más nos engancha. De la misma forma que vuelven a mostrarnos insistentemente, a nuestro equipo favorito o a una noticia sobre una cantante, los algoritmos nos repiten temas en lo que nos detuvimos antes ya.  Nos llama la atención un vídeo de un tiburón surcando las aguas de Canarias y luego nos aparecen, sin cesar, tiburones amenazando nuestras playas. Pasa lo mismo con los contenidos relacionados con la teoría más fantasiosa, nos la volverán a meter por los ojos, hasta que nuestra mente diga basta.

Vivimos, sin darnos cuenta, en unas auténticas “burbujas informativas” donde los algoritmos priorizan las interacciones y comentarios de los usuarios y, por lo tanto, cualquier contenido sensacionalista. Tienden a amplificar la desinformación y reforzar todo tipo de creencia errónea.

Debunkbot: el detector de la verdad

En este contexto global y angustiante, llega Debunkbot como el antídoto a toda esta fiebre. Debunk significa “desenmascarar” en inglés y así decidieron llamarle sus desarrolladores. Los tres científicos americanos, padres de la criatura, pretenden desmontar cualquier fake news en línea. Esta herramienta informática no solo detecta pequeños errores, sino que procura corregir la desinformación, incluyendo las teorías más locas de conspiración.

Escaneando cualquier rincón de las junglas digitales, Debunkbot rastrea webs, foros y conversaciones, así como comunidades en redes sociales. Persigue cualquier contenido sospechoso utilizando procesamiento de lenguaje natural y análisis de datos. Identifica patrones comunes, estructuras de frases, guiones o palabras claves. Una vez detectado el contenido engañoso, la IA lo compara con fuentes “verificadas” y ofrece todo tipo de correcciones y versiones fundamentadas.

No obstante, y ahí está su verdadera misión, su auténtico desafío es lograr que los usuarios acepten humildemente su corrección. En ese preciso momento es cuando Debunkbot debe hacer prueba de inteligencia y actuar con determinación. Interactúa, de manera cuidadosa, intentando persuadirlos, a través de un amable diálogo, sin llevarlos al campo de la confrontación.

Usa también la técnica conocida como prebunking o “refutación previa” en psicología. Les explica, de antemano, lo fácil que es caer en la trampa y les educa a reconocer una información inexacta. Aceptarán así, más fácilmente, cambiar de punto de vista.

¿Puede la IA erradicar la desinformación?

Cada día que pasa, TikTok e Instagram, se convierten algo más, en la fuente de información de las masas. Sus vertientes comodonas y visuales hacen cada vez más vagas las nuevas generaciones. Cualquier hijo de vecino se convierte rápidamente, con algo de tacto y picaresca, en periodista de investigación, en experto en redes o en tu coach de vida.

Combatir las teorías de la conspiración resulta ser bastante complicado. No se trata solamente de encontrar las minas escondidas, bajo la forma de informaciones falsas, sino también de enfrentarse a creencias sociales profundamente arraigadas. A menudo tendrá un fuerte componente emocional, personal y psicológico, que se opondrá al cambio.

Es aquí donde la inteligencia artificial podría marcar la diferencia. Adoptando un enfoque empático, fundado en el profundo conocimiento del comportamiento humano, usaría una serie de técnicas de persuasión y ofrecería una previa educación a detectar el bulo. Fomentaría también, en definitiva, el desarrollo de un pensamiento propio y crítico.

Para concluir, lanzaré una inquietante pregunta a los aún insistentes conspiradores. ¿Y si estas máquinas de las verdades fuesen parte de un oscuro entramado mundial de conflictos de intereses?

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