REALEZA BRITÁNICA

De los BAFTA a Mustique: los príncipes de Gales cambian la alfombra roja por el sol del Caribe

Mientras Londres se vestía de gala para celebrar el cine británico, Guillermo, Kate y sus hijos volaban a la exclusiva isla de Mustique para disfrutar de unas vacaciones lejos del protocolo real

Los príncipes de Gales / EFE

La alfombra roja de los BAFTA en Londres se extendía este domingo sin los príncipes de Gales. A pesar de que Guillermo ha sido presidente de la Academia Británica de las Artes Cinematográficas y de la Televisión desde 2010, la pareja ha optado por priorizar el inicio de las vacaciones escolares de sus hijos, George, Charlotte y Louis, que coinciden con la fecha del evento. Esta decisión ha generado debate en el Reino Unido, ya que algunos consideran que, dada la edad de los niños, podrían haber ajustado su agenda para asistir a la gala.

Según ha revelado el Mail on Sunday, Guillermo y Kate han cambiado los focos de la Royal Festival Hall por las aguas cristalinas de Mustique. El año pasado, en medio del tratamiento de la princesa de Gales contra el cáncer, Guillermo asistió solo a la ceremonia, destacando en su discurso que su mujer habría deseado acompañarle.

En esta ocasión, sin embargo, ambos han decidido ausentarse, lo que ha suscitado críticas y cuestionamientos sobre su compromiso con eventos de alto perfil como los BAFTA. Algunos sectores de la opinión pública sugieren que la familia real debería equilibrar sus responsabilidades oficiales con su vida personal, especialmente en eventos de relevancia nacional e internacional. A pesar de su ausencia en la gala, el príncipe Guillermo sí ha participado en actividades relacionadas con estos galardones durante la semana previa al evento.

La elección no es casual. En plena semana de vacaciones escolares de George, Charlotte y Louis, los príncipes de Gales decidieron intercambiar el frío invernal de Londres por el calor del Caribe. Su viaje comenzó en un vuelo de British Airways en clase business hasta Santa Lucía. Desde allí, un avión privado les trasladó a la isla, un pequeño paraíso de 5,7 kilómetros cuadrados donde la realeza y la élite internacional encuentran su refugio del mundo exterior.

La historia de esta isla está íntimamente ligada a la monarquía británica desde que la princesa Margarita, hermana de Isabel II, la convirtiera en su santuario personal en los años sesenta. En su villa de Les Jolies Eaux, lejos de las estrictas normas de Buckingham, Margarita vivió años de fiestas, romances y un hedonismo controlado que la hizo legendaria. Medio siglo después, los príncipes de Gales han encontrado en la misma isla un retiro mucho más familiar, donde los niños pueden correr por la playa sin que cada paso se convierta en un acontecimiento público.

Según Mail on Sunday, esta escapada a Mustique es una tradición cultivada. Los Middleton, especialmente Carole y Michael, son asiduos a la isla y han estrechado lazos con el personal local, convirtiéndola en una especie de segunda casa para la familia de la princesa de Gales. Aquí, lejos de las cámaras, pueden permitirse ser una familia más, sin escoltas de palacio ni estrictas agendas protocolares. En un año lleno de complejidades para Kate Middleton y su familia, los BAFTA, con su esplendor y su inevitable rigidez institucional, pueden esperar.

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