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De aplastadas a adoradas, el ascenso imparable de las ‘smash burgers’

Este tipo de hamburguesas gana terreno respecto a la clásica gourmet, y refleja una tendencia hacia la simplicidad, la rapidez y el sabor auténtico. Y tú, ¿con cuál te quedas?

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Las “smash burgers” se han coronado este año como tendencia creciente en el mundo gastronómico gracias a su método de cocción y textura. En lugar de moldear una hamburguesa gruesa y jugosa, esta técnica aplana la carne en una plancha caliente, creando una superficie crujiente mientras mantiene el interior súper jugoso. Este método sencillo y rápido ha ganado popularidad por prometer maximizar el sabor con el menor tiempo de cocción posible, convirtiendo las “smash burgers” en una delicia tanto para cocineros como aficionados.

Una de las claves de su éxito es el efecto Maillard, una reacción química que ocurre cuando la carne entra en contacto con una superficie extremadamente caliente, caramelizando los azúcares y las proteínas. Además de asegurarnos un crujiente perfecto, se reduce el tiempo de cocción, una ventaja especialmente importante en nuestros días, donde la velocidad y la conveniencia son requisitos esenciales en la preparación de los platos.

Por supuesto, las hamburguesas siempre han tenido un lugar destacado en la cultura culinaria estadounidense, pero las “smash burgers” ofrecen algo diferente (y por eso nos gustan tanto): una vuelta a lo esencial. En lugar de centrarse en ingredientes sofisticados o preparaciones complicadas, este estilo se enfoca en la calidad de los pocos ingredientes utilizados. El éxito de una buena burger de este estilo radica en la carne fresca, bien sazonada y cocinada en su punto justo.

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Uno de los elementos más curiosos de esta tendencia es la simplicidad de la preparación. En lugar de necesitar equipos o técnicas elaboradas, todo lo que se requiere es una buena plancha y una espátula robusta para presionar la carne. De hecho, muchos restaurantes que han abrazado esta técnica lo hacen en espacios pequeños, con menús limitados que se enfocan en la perfección de cada hamburguesa. Y sí, ¡funciona! Pero también ha influido en el diseño de los menús de varios locales. Muchos establecimientos han optado por reducir sus ofertas y centrarse en la simplicidad: carne, queso, pan y algunas salsas selectas.

La tendencia ha trascendido el mundo de los restaurantes, llegando a las cocinas domésticas, donde muchos aficionados han experimentado con recetas caseras para replicar la textura y el sabor que caracteriza a las “smash burgers”. En redes sociales y plataformas de cocina, se ha visto un auge de tutoriales y vídeos que demuestran cómo crearla de manera perfecta en casa, desde la elección del tipo de carne hasta los condimentos y acompañamientos ideales.

Este movimiento también ha dado lugar a una serie de innovaciones caseras, donde la creatividad juega un papel importante. Algunos han empezado a experimentar con variaciones de queso, tipos de pan, o incluso con la introducción de ingredientes menos tradicionales, como salsas gourmet o salsas caseras que añaden un toque personal a cada hamburguesa.

Para los más curiosos, una última aclaración: el término surge de la técnica específica que se utiliza para cocinar este tipo de hamburguesa. La palabra “smash” (aplastar en inglés) describe literalmente el proceso en el que la carne molida se aplasta con una espátula o prensa sobre una plancha caliente. Esta técnica crea una mayor superficie de contacto entre la carne y la plancha, lo que a su vez permite la formación de una costra crujiente debido a la reacción de Maillard (que carameliza los azúcares y proteínas en la carne, intensificando su sabor y textura). El término comenzó a popularizarse cuando varias cadenas de hamburgueserías, como Smashburger, empezaron a adoptar y comercializar este estilo en sus menús. Sin embargo, la técnica ya se utilizaba de manera informal en restaurantes pequeños y hamburgueserías tradicionales antes de convertirse en una tendencia global.

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