El mundo de la hostelería es una de las industrias más competitivas y desafiantes, donde la pasión, la dedicación y la visión se convierten en motores de emprendimiento. En el caso de Comparte Bistró, la historia detrás de este restaurante en Madrid no solo es una muestra de esfuerzo y perseverancia, sino también una historia de amor y colaboración entre dos personas que vienen de mundos muy distintos: Charlotte Finkel y Mario Sánchez.
Charlotte, originaria de París, nunca imaginó que terminaría en el mundo de la hostelería. Su camino comenzó en una escuela de negocios, con la intención de seguir una carrera en el ámbito corporativo. Antes de decidirse por el sector de la restauración, Charlotte trabajó en la sala de una cadena de hoteles de lujo, donde adquirió valiosas lecciones sobre servicio al cliente y hospitalidad. Por otro lado, Mario, nacido en Cádiz, comenzó su andadura en el mundo de la cocina a los 17 años. Con un amor profundo por la gastronomía y la alta cocina, Mario se trasladó a Madrid hace más de una década, donde se fue consolidando como un referente del sector, trabajando en algunos de los restaurantes más prestigiosos de la ciudad.
La historia de Comparte Bistró no comienza con la formación de un equipo de trabajo, sino con una conexión personal. Mario y Charlotte se conocieron durante la pre-apertura del hotel Four Seasons en Madrid en enero de 2020, y su relación no solo fue profesional, sino que también floreció en un vínculo personal. Después de un tiempo de colaboración y crecimiento juntos, en 2021, decidieron unirse para crear algo propio, y así nació Comparte Bistró, un espacio donde la pasión por la gastronomía y la hospitalidad se fusionan en una propuesta única.
El proyecto de Comparte Bistró nació en un contexto de incertidumbre. Era el año 2021, y el mundo aún estaba lidiando con las secuelas de la pandemia de COVID-19. Las restricciones seguían vigentes en muchos sectores, y los restaurantes, que habían sido uno de los sectores más golpeados por la crisis sanitaria, aún no se recuperaban por completo. En este escenario, tanto Mario como Charlotte sabían que montar un negocio en ese momento era un reto, pero también una oportunidad única. La situación les permitió ver el potencial de un mercado que, aunque golpeado, también ofrecía oportunidades: locales disponibles debido al cierre de muchos negocios, y la experiencia de Mario en Madrid, con su amplia red de contactos en la ciudad.
Además, Madrid siempre había sido una ciudad dinámica a nivel gastronómico, con una oferta culinaria que, a pesar de la competencia feroz, siempre ha dado espacio para la innovación y propuestas frescas. A pesar de las dificultades, Mario y Charlotte compartían una visión clara: querían crear un restaurante que reflejara su amor por la cocina, por la gente, y por el dinamismo de Madrid. Para ello, comenzaron a trabajar en un detallado business plan de 80 páginas, que no solo presentaba el concepto del restaurante, sino también las proyecciones de crecimiento, la estrategia financiera y la forma de superar los obstáculos del contexto pospandemia.
El proceso de planificación y desarrollo no fue rápido. Enfrentaron la cautela de los bancos, que eran reticentes a financiar proyectos de hostelería debido a la incertidumbre del sector. Sin embargo, su visión clara, su experiencia y su capacidad para crear un plan sólido hicieron posible la obtención del respaldo necesario. Además, contaron con el apoyo de arquitectos, proveedores y un gestor que les ayudó a dar forma al proyecto. Tras varios meses de trabajo en el anteproyecto, finalmente llegaron a la fase de obra, donde comenzaron a materializar el concepto de Comparte Bistró.
El 2021 fue un año de grandes desafíos, pero también de emocionantes logros. En diciembre de ese mismo año, Comparte Bistró abrió sus puertas en Madrid, marcando el inicio de una nueva etapa tanto para Charlotte como para Mario. El concepto del restaurante se basa en tres ejes fundamentales: Bistronomía, Transmisión y Dinamismo. La idea era ofrecer una cocina aparentemente sencilla, pero con un alto nivel de elaboración, que fusionara lo mejor de la cocina clásica francesa con un toque contemporáneo y un sello personal único.
La carta de Comparte Bistró es dinámica y cambia frecuentemente, lo que permite a los comensales disfrutar de platos siempre frescos y de temporada. Además, el restaurante ofrece dos menús degustación que combinan los platos más representativos del chef con lo mejor de cada estación del año. Este enfoque no solo refleja la pasión de Mario por la cocina, sino también su compromiso con la calidad y la innovación constantes.
En poco más de un año, Comparte Bistró logró alcanzar un reconocimiento notable. El restaurante obtuvo su primer Sol Repsol, un galardón que celebra la excelencia gastronómica en España, y también fue incluido en la prestigiosa Guía Michelín, un honor reservado solo para los restaurantes que ofrecen una experiencia culinaria excepcional.
Lo que comenzó como un sueño compartido entre dos personas con diferentes orígenes y trayectorias ha crecido rápidamente, consolidándose como uno de los referentes de la gastronomía madrileña. El éxito de Comparte Bistró no solo se debe a su propuesta gastronómica, sino también a la visión de Mario y Charlotte, quienes, con pasión y dedicación, han logrado transmitir sus valores de cercanía, innovación y compromiso con la calidad.
A día de hoy, Comparte Bistró es mucho más que un restaurante: es el reflejo de un sueño hecho realidad, una historia de amor y pasión por la hostelería que ha logrado superar las adversidades del contexto post-COVID. Con su visión puesta en el futuro, Mario y Charlotte continúan trabajando para ofrecer a sus clientes una experiencia única, llena de sabor, emoción y, sobre todo, de pasión por lo que hacen.
El próximo capítulo de Comparte Bistró está aún por escribirse, pero lo que es seguro es que seguirá siendo un lugar donde la gastronomía, la innovación y el amor por la hostelería se seguirán compartiendo con cada plato y con cada comensal que cruce sus puertas.
Steak (para 2 personas)
Ingredientes
- 80g de picaña madurada de rubia gallega
- 5g de yema huevo
- 5g de mostaza
- 5g de alcaparras
- 5g de pepinillo
- 5g de chalotas
- Salsa Perrins (c/s)
- Tabasco (c/s)
- Sal, pimienta (c/s)
- 1 croissant
- 2 yemas de huevo
- 10g de zumo de limón
- 250ml de mantequilla clarificada
- Sal
- Pimienta
Elaboración
- Picamos la carne muy fina con el cuchillo.
- Cortamos también las chalotas, los pepinillos y las alcaparras en brunoise y lo mezclamos con la carne.
- Añadimos la sal, la pimenta, la yema de huevo, la mostaza, la salsa Perrins y el tabasco.
- Montamos la yema con la varilla y el zumo de limón.
- Añadimos a chorro fino la mantequilla clarificada y añadimos sal y pimienta al gusto.
- Cortamos el croissant en rodajas y lo tostamos en la sartén.
- Servimos el tartar con el croissant tostado y la bearnesa.