Desde mi agosto en Madrid, agradable, a pesar de la temperatura y las obligaciones, echo una mirada a la población de Instagram en permanente circulación, a los que ríen en imágenes y videos mientras sienten el sol acariciar su piel perfectamente humectada, produciendo vitamina D en sus cuerpos esculturales, departiendo amigablemente con personas guapísimas, sujetando cócteles fosforescentes que nunca terminan de emborracharles, ni les producen jaqueca.
Parece que la visión de cualquiera de sus perspectivas de coleccionismo, ya sea mar, montaña, desierto o Caribe les resarce de todo el trabajo acumulado y les confirma lo felices que son y lo acertados que han estado este año en cada una de las decisiones que han tomado. Y que hacen mucho el amor, por supuesto.
Cualquiera de sus vidas es fuente inagotable de inspiración para mí (y para cualquier escritor) y reconozco que me relajaría en un litoral remoto, con sus marejadas, sus aguas gélidas, sus paisajes agrestes y sus rocas perfectamente dosificadas. Contemplaría la salida y la puesta de sol sobre el Atlántico con un jersey de angora blanco y confortable, respirando profundo y sintiéndome satisfecha, como las señoras de los telefilmes de Nova justo antes de que las asesinen.
Cita con el pueblo: si andáis por Madrid currando, no hay que desesperar, tener amigos es más efectivo y divertido que tener vacaciones. Si no tenéis, ¡qué demonios! Los adultos siempre tendremos el refugio de la lectura y/o la bebida. ¡Qué suerte! Solas o acompañadas, del 10 al 13 de agosto, son las Fiestas de San Lorenzo en Lavapiés. Se organizarán talleres de decoración de mantones y de creación de claveles; habrá intervenciones artísticas en los bolardos y juegos populares como las carreras de chapas, la rayuela o las canicas. (Habrá que beber mucho).
Suena a las carreras de bicicletas lentas (mucho más difíciles que las de velocidad) de las que habla mi padre cuando rememora su infancia de postguerra. ¿Más? Bien, del 14 al 17, Fiestas de La Paloma en honor a la patrona de Madrid. El 15, las devotas que vayan a la ofrenda floral de la Virgen (lo que sea con un clavel en la mano, en el pelo o entre los dientes. Es mi flor preferida, tan inteligente y humilde…), misa solemne (con Almeida o Ayuso) y procesión por las calles de La Latina.
Cita con las estrellas: esta semana el cielo nos envía las Perseidas, ¡gracias! Las chispiritosas lágrimas de San Lorenzo alcanzarán su pico el 12 de agosto y yo os recomiendo hacer “vivac” o dormir al raso… No perdáis la oportunidad de verlas por ejemplo, en Robledo de Chavela o en Fresnedillas de la Oliva, dos pueblos (feúchos) que ofrecen bellísimos paisajes, cielos despejados y poca contaminación lumínica.
En el Centro de Entrenamiento y Visitantes de la NASA (que está en Robledo), se organizan actividades especiales para la ocasión. Lleva tu mantita, algo de picar y disfruta del espectáculo del cosmos (con un chulazo). Si eres de las que prefieren una cama limpita para mirar al cielo, busca un alojamiento rural con vistas panorámicas. Una noche bajo las perseidas puede ser justo lo que necesitas para resetear tu corazón y agradecer las cosas de la vida.
Cita con tu Satisfyer: mientras escribo, es el Día Mundial del orgasmo y se ha cumplido una década del succionador ¿sabéis? un invento que ha revolucionado más dormitorios que Ikea. Y luego la brecha sexual. Cuatro de cada diez mujeres no han tenido un orgasmo en toda su vida y yo les recomiendo, si tienen parejas o amantes, que los dejen, con sumo cariño y mano de hierro (lo que no ayuda que no estorbe) y después que se arremanguen y experimenten; y desde luego, que adquieran un succionador en Amazon (los hay por menos de 20 euros) y se entreguen al turrón, que es un gran dulce.
No se trata, queridas hermanas, solo de un juguete, es un bien de carácter social, sanitario, psicológico y humanitario, un avance como imagino que lo fue en su día el tampón o la lavadora. Y hablando de revoluciones, ¿cuándo llega la de los hombres? La brecha orgásmica no es fisiológica, es cultural. Nosotras necesitamos ser más asertivas y ellos, menos torpes. No es una crítica, es una observación cariñosa.
Cita con tus ojeras: dormir siete horas en agosto puede considerarse un éxito; el calor desestructura el sueño, aparecen los despertares y algo peor, las ojeras. El calor envejece y embrujece, amigas, y puede hacer que los vasos sanguíneos debajo de los ojos se dilaten, creando una apariencia oscura o hinchada, de enfadada. Por suerte, estos parches de ojos reutilizables nos reducirán las ojeras en unos minutos y si no, sírvanos de placebo que son muy agradables y proporcionan ese halo de zapatos nuevos y manos recién lavadas al llevarlos puestos.
Atlantia lanza el Set Perfect Eyes, que combina su sérum de ojos Eye Perfect con los innovadores parches de silicona médica reutilizables Marvin & Mitch. La clave está en la combinación de aloe vera y eyeliss, un ingrediente cosmético con tres péptidos específicos para reducir el volumen de las bolsas, mejorar el tono y la firmeza y elasticidad alrededor de los ojos.¡Mirada rejuvenecida y descansada en una cajita! Precio: 45,90 euros. Disponible en tiendas Atlantia y online en su sitio web.
Cita con el norte: Seguimos nuestro recorrido (en busca de la felicidad y la utopía feminista) en Bizkaia, en el encantador pueblo costero de Mundaka (sabrán queridas que soy vasco-mexicana). Este lugar mantiene el encanto tradicional norteño con sus calles estrechas, sus casitas de colores y una plaza central. Además, es conocido mundialmente por ser uno de los super destinos de surf. Nada como el norte para volver a ser persona huyendo del sofoco permanente y del hortera (el hortera busca con fruición los destinos cálidos); intercámbialos por pintxos, cultura rica-rica y vibrante del Cantábrico. Bueno y que una española persigue la costa genéticamente, como si el mar nos fuera a traer lo que nos falta y a resolvernos las dudas y curar las heridas. Y tampoco, pero da igual. 
Cita con tu desquicie: Si no tienes aire acondicionado, estarás alcanzando este año la cualidad de mártir; respira hondo, piensa en todos los problemas y discusiones que trae consigo, especialmente cuando hay hombres en derredor. Después atiende a los consejos de FreeHand, el estudio de arquitectura pasivas compuesto por mujeres: baja persianas, cierra puertas y echa cortinas durante las horas más calurosas. Ventila por las noches cuando las temperaturas bajan y crea corrientes de aire abriendo las ventanas de los extremos de tu casa (no te arrojes por ellas que pronto pasa el verano, y la vida). Usa ventiladores que circulen el aire más frío del suelo. Si tienes toldo, bájalo durante el día. Para dormir, usa tejidos naturales como seda o lino (o sin ellos) y coloca una botella de agua helada en la cama antes de acostarte. Apaga los electrodomésticos que no necesites y coloca plantas en casa para refrescar el ambiente.