En el mundo del diseño de interiores, el verano de 2024 se presenta como un año en el que las tendencias apuestan por crear espacios que respiran tranquilidad, elegancia y una conexión íntima con la naturaleza. Desde la combinación de influencias globales hasta la exaltación de materiales naturales, la temporada estival ofrece una oportunidad perfecta para reinventar nuestros hogares. Estas son las cinco tendencias a seguir si quieres aprovechar estos días de vacaciones para darle una vuelta a tu hogar.
1. Un lujo silencioso, la nueva cara de la elegancia
El “Quiet Luxury” se presenta como una de las corrientes más influyentes de este verano, abogando por una sofisticación sin pretensiones. Esta tendencia se caracteriza por la selección de materiales de alta calidad y el diseño minimalista, donde los detalles sutiles y las líneas puras crean espacios refinados y acogedores. La idea es alejarse de la ostentación, optando por una estética que prioriza la serenidad y la funcionalidad, logrando ambientes que invitan al descanso y la contemplación, perfectos para disfrutar del verano en su máximo esplendor.
Esta tendencia se basa en la idea de “menos es más”, pero sin sacrificar la comodidad. Los espacios se diseñan con muebles funcionales y de alta calidad, dejando atrás el exceso de decoración y priorizando el confort. El minimalismo acogedor incorpora texturas suaves, como alfombras de lana, cojines mullidos y mantas tejidas, que añaden calidez sin sobrecargar el espacio. Las formas orgánicas y los muebles curvos también juegan un papel importante, suavizando las líneas duras y creando una atmósfera más envolvente y cómoda.
El lujo silencioso de Zara Home
2. Paletas de colores suaves y tonos terrosos
Este verano, la tendencia en colores se inclina hacia las paletas suaves y los tonos terrosos, que invitan a la calma y la serenidad. Colores como el beige, terracota, verde oliva y azul marino están en auge, evocando la naturaleza y creando un ambiente relajado y acogedor. Estos tonos son perfectos para quienes buscan un refugio en casa, un lugar donde desconectar y relajarse. Combinados con textiles ligeros y muebles de líneas simples, los interiores se convierten en espacios que reflejan paz y equilibrio.
Fotografía: Zara Home
3. Japandi, una fusión de culturas para el bienestar
Este verano, la fusión entre el diseño japonés y el estilo escandinavo se consolida como una de las opciones más populares en la decoración de interiores. Conocido como Japandi, este estilo destaca por su simplicidad, el uso de materiales naturales y una paleta de colores neutros que evoca calma y equilibrio. Los interioristas de Huspy señalan que el Japandi combina lo mejor de dos mundos, la calidez y funcionalidad del estilo nórdico con la serenidad y minimalismo del diseño japonés. El resultado son espacios armoniosos que invitan a la relajación, ideales para los meses de verano.
Fotografía: Crea Interiors
4. Luz natural, el alma del verano
Uno de los aspectos más importantes a considerar en la decoración veraniega es la luz natural. Este recurso, que se encuentra en su máximo esplendor durante la temporada estival, tiene la capacidad de transformar cualquier espacio. Los expertos recomiendan utilizar cortinas ligeras y colores claros para permitir el paso de la luz, así como estratégicamente colocar espejos para maximizar su reflejo. Según Huspy, un hogar bien iluminado no solo es más acogedor, sino que también potencia la sensación de amplitud y frescura, cualidades esenciales en esta época del año.
Fotografía: Zara Home
5. Espacios multifuncionales
La versatilidad es una de las características más valoradas en la decoración de interiores este verano. Los espacios multifuncionales, que permiten adaptarse a diferentes necesidades y actividades, están en auge. Con el auge del trabajo remoto y las nuevas dinámicas familiares, los hogares deben ser capaces de transformarse y adaptarse.
Fotografía: Zara Home
Desde muebles modulares hasta habitaciones que se pueden reorganizar fácilmente, la idea es maximizar el uso del espacio disponible. Cocinas que se convierten en oficinas, salones que se transforman en gimnasios o comedores que sirven también como salas de reuniones son ejemplos de cómo el interiorismo está respondiendo a las necesidades contemporáneas.