El fin de año es el momento perfecto para pensar en nuevos destinos especiales y proponerse recibir el Año Nuevo en un entorno único. Ya sea que busques un refugio tranquilo para relajarte o un espacio sofisticado donde celebrar en grande, estos hoteles nos han conquistado por su capacidad para ofrecer experiencias personalizadas, una gastronomía excepcional y entornos llenos de encanto.
Hablamos de cinco joyas de la hotelería española que destacan por su carácter y estilo: Palacio Arriluce Hotel, un enclave espectacular en Getxo que combina lujo, historia, gastronomía y vistas al mar; Pago de Cirsus, un refugio para amantes del vino y la gastronomía en Navarra; Cristine Bedfor, en la mágica isla de Menorca, un lugar que fusiona la tradición menorquina con el diseño contemporáneo; Palacio Solecio, en Málaga, donde la historia y la modernidad se entrelazan en un majestuoso palacio del siglo XVIII y La Caminera, en el corazón de La Mancha, un exclusivo club de campo que redefine el lujo en medio de la naturaleza.
Pago de Cirsus, Navarra
Pago de Cirsus es un lugar que se presenta sin estridencias, como si supiera que su mayor virtud es la sencillez bien entendida. El hotel, con su arquitectura sólida y su aire tranquilo, es un refugio para quienes buscan desconectar. Las habitaciones están diseñadas con sobriedad y buen gusto, sin caer en pretensiones ni detalles innecesarios. Aquí todo tiene su razón de ser: los ventanales que enmarcan los viñedos, la madera que cruje bajo los pies y la sensación de estar rodeado por algo auténtico que respira al ritmo pausado de la tierra.
La bodega es el corazón de Pago de Cirsus, el lugar donde la magia se hace trabajo y el trabajo se convierte en vino. Aquí no hay discursos grandilocuentes, sólo la dedicación meticulosa de quienes entienden que cada botella debe hablar del terreno que la vio nacer. En los pasillos oscuros, donde reposan los barriles, se percibe el respeto por el tiempo y por un proceso que no admite atajos.
Y luego está la cocina, que sigue la misma filosofía: producto, técnica y respeto por lo esencial. Las verduras y carnes locales llegan a la mesa tratadas con la misma precisión que los vinos, buscando resaltar sus cualidades sin esconderlas detrás de florituras.
Palacio Arriluce, Getxo
El Palacio Arriluce es un refugio para los viajeros que buscan algo más que un simple descanso. Este emblema arquitectónico de Getxo no sólo conserva la esencia de los palacetes del siglo XX, sino que la reinterpreta en un lujoso espacio donde la historia se hace presente en cada rincón y el presente se vive con una intensidad sosegada. Sus habitaciones, con vistas que parecen abrazar el mar Cantábrico, son poemas en los que cada línea de diseño cuenta una historia. Los techos altos, los ventanales inmensos y los detalles de época convierten cada estancia en una experiencia de inmersión.
Pero es su propuesta gastronómica la que eleva al Palacio Arriluce a la categoría de destino imprescindible. De la mano del chef Beñat Ormaetxea encontramos un homenaje a la costa vasca. Desde un lomo de bacalao sobre una crema ligera de puerros hasta un postre que juega con los matices del chocolate y la flor de sal, cada creación es un viaje íntimo por los paisajes de Getxo. En la terraza del Palacio, con vistas al mar infinito, un plato como el ravioli de txangurro con emulsión de algas adquiere otra dimensión.
Cristine Bedfor, Menorca
El Hotel Cristine Bedfor, situado en el corazón del centro histórico de Mahón, Menorca, es un hotel boutique que ofrece a sus huéspedes experiencias únicas en un entorno lleno de encanto. Ubicado en un edificio del siglo XIX completamente rehabilitado, el hotel cuenta con 21 habitaciones, cada una con una historia diferente, diseñadas para proporcionar comodidad, privacidad y tranquilidad. Los espacios están llenos de luz, color y detalles que reflejan la herencia de su privilegiada ubicación en la isla.
La oferta gastronómica del hotel se centra en “La Cocina de Cristine”, donde el chef Pau Sintes, galardonado con el “European Young Chef Award 2021”, presenta un concepto culinario innovador basado en productos locales, de proximidad y de temporada. Las recetas destacan por su sencillez y sorprenden por su sabor, ofreciendo a los comensales una auténtica experiencia de la gastronomía menorquina.
Palacio Solecio, Málaga
La Caminera, Ciudad Real
En el corazón de La Mancha se encuentra el hotel La Caminera, un auténtico refugio de tranquilidad transformado en un exclusivo Club de Campo. Este destino invita a sus visitantes a vivir una estancia inolvidable y a sumergirse en las múltiples experiencias que ofrece. Desde relajarse en su sofisticado spa, disfrutar de una piscina con impresionantes vistas, utilizar su pista de aterrizaje privada, hasta saborear la deliciosa gastronomía manchega en su restaurante Retama, galardonado con una prestigiosa estrella Michelin.
Además de su destacada propuesta gastronómica y de bienestar, La Caminera sobresale por su variada oferta de actividades al aire libre. Los huéspedes pueden disfrutar de un partido de golf en su magnífico campo, explorar sus senderos a pie o en bicicleta, o participar en catas de vino en su bodega. Cada espacio de este lugar está cuidadosamente diseñado para brindar una experiencia única y enriquecedora, permitiendo a cada visitante encontrar su propio momento de desconexión y disfrute.