MODA

Carolina Herrera abandona Nueva York y elige Madrid para presentar su colección primavera-verano 2026

Por primera vez en más de cuatro décadas, la firma traslada su desfile principal fuera de los rascacielos. La ciudad elegida es la capital española. ¿Cuándo? El 18 de septiembre, en la Mercedes-Benz Fashion Week

Desfile de Carolina Herrera. Fotografía: EFE

Carolina Herrera anuncia que deja Nueva York para presentar su colección primavera-verano 2026 en Madrid. La ciudad española, que siempre ha preferido la discreción al estruendo del hypese ha visto de pronto entre costuras de alto perfil. Madrid no es París, ni pretende serlo, pero en septiembre lo será todo: capital, pasarela y telón de fondo de una declaración de amor en forma de desfile.

La cita es el 18 de septiembre, y si nos guiamos por las palabras de Wes Gordon, el alma creativa que mueve los hilos de la firma desde 2018, Madrid no es un simple escenario, es un estado de ánimo. “Es una ciudad que inspira”, dijo, con esa forma que tienen los diseñadores de señalar el aire como si dibujasen sobre él una silueta invisible.

Pero lo que hay detrás de este traslado es mucho más que una inspiración turística. Hay estrategia, símbolo y gesto. Desde 1995, Carolina Herrera pertenece al grupo español Puig, ese imperio de perfumes y estilo que, con discreción catalana y olfato universal, lleva años jugando a lo grande. Y ahora, después de pasar por Río, Ciudad de México o Dubái con sus colecciones crucero, llega el turno de casa.

 

En cifras, la magnitud de Carolina Herrera impresiona: la marca cuenta con presencia en más de 105 países, y sus fragancias, uno de sus pilares más rentables, generan cerca del 60 % de sus ingresos globales, según estimaciones del sector.

En 2024, el grupo Puig alcanzó una facturación récord de más de 4.300 millones de euros, consolidando su liderazgo en moda y perfumería de lujo.

Desfile de Carolina Herrera. Fotografía: EFE

Por eso, esta apuesta por Madrid no solo es simbólica, también estratégica: sitúa a la capital española como un centro creativo de referencia, en un momento en el que la moda busca expandirse más allá del circuito París-Nueva York-Milán.

Herrera no se muda, aunque hace una visita que suena a regreso. Madrid, a cambio, abre sus puertas y pone sus aceras, sus balcones y su despliegue de terrazas. Tampoco es Nueva York, pero sí es la ciudad de los que hacen que las cosas parezcan sencillas aunque requieran una eternidad de ensayo.

Fotografía: Carolina Herrera

La pasarela se instalará en un lugar aún secreto -porque todo lo deseable se anuncia a medias-, pero se sabe que será una celebración del talento local. Sin duda, veremos manos españolas en los tejidos e inspiración española en los cortes. Y si alguien piensa que esto es sólo un capricho pasajero, que repase las cifras: once millones de turistas en 2024, y un ecosistema creativo en ebullición que pide paso sin levantar la voz.

A estas alturas, es cierto que Carolina Herrera, la mujer que convirtió la camisa blanca en un símbolo de poder, no necesita demostrar nada. Madrid está lista. Y ella también.

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