Cameron Diaz entró en nuestras vidas como un torbellino en La Máscara (1994), dejando claro desde el minuto uno que había llegado para quedarse. Lo suyo no fue un simple debut explosivo, fue más bien el preludio de una carrera que marcaría los años 90 y principios de los 2000. En comedias románticas como La boda de mi mejor amigo (1997) o Algo pasa con Mary (1998) se consolidó como una de las figuras más queridas del género (con permiso de Julia Roberts y Meg Ryan). Su magia residía en una habilidad innata para hacer que sus personajes fueran tan graciosos como cercanos, haciéndonos sentir que no estábamos viendo a una estrella inalcanzable.
Pero no se quedó encasillada en las risas. En títulos como el thriller psicológico Vanilla Sky (2001) o el drama épico Gangs of New York (2002) dejó claro que podía hacer mucho más que comedias…, y su capacidad para saltar de un género a otro la convirtió en una actriz multifacética y respetada. Por eso, cuando en 2014, tras su participación en la comedia Annie, decidió retirarse del cine, dejó a todos boquiabiertos. En el punto más álgido de su carrera, Cameron Diaz optó por dar un paso atrás. ¿La razón? Necesitaba parar, reencontrarse y replantearse su vida. Así lo ha asegurado en varias entrevistas, asegurando que el ritmo frenético de Hollywood, la presión constante y la falta de espacio personal empezaron a desgastarla. “Necesitaba volver a conectar conmigo misma”, confesó recientemente.
Durante estos años de retiro se ha dedicado a lo que siempre había deseado: vivir una vida tranquila y fuera del radar mediático. En 2015 se casó con Benji Madden, guitarrista de Good Charlotte, y en 2019, se convirtió en madre de Raddix, su hija, a quien ha mantenido alejada de los focos. Esta etapa ha sido para ella una especie de retiro dorado, lejos de los paparazzi, centrada en su familia y en su propio bienestar.
Pero lejos de desaparecer del todo, la actriz quiso aprovechar ese tiempo para reinventarse y publicó dos libros sobre salud y bienestar: El cuerpo en armonía y El libro de la longevidad, donde volcó su pasión por el autocuidado y la vida sana. Además, cofundó Avaline, una marca de vinos orgánicos junto a Katherine Power.
Con su retorno al cine en Back in Action, una comedia de acción junto a Jamie Foxx para Netflix, las expectativas están por las nubes. ¿Por qué ahora? Según cuenta, Foxx fue uno de los principales impulsores de su regreso, y aunque la actriz ha admitido estar un poco nerviosa, la emoción de volver a hacer lo que realmente quiere ha sido más fuerte. Chapeau.