Si hay un castillo en España que parece sacado de un cuento, es el Alcázar de Segovia. Con su silueta recortada contra el cielo castellano, sus torres puntiagudas y su historia repleta de reyes y leyendas, no es difícil imaginarlo como el hogar de una princesa de fábula. No es casualidad que este monumento sirviera de inspiración para el castillo de la versión animada de Blancanieves y los siete enanitos (1937), y tampoco lo es que haya sido elegido ahora como el escenario para el estreno europeo de su nueva adaptación en acción real.
Esta semana, el Alcázar se vistió de gala para recibir a los protagonistas de la película y al equipo de producción en un evento que mezcló la magia del cine con la grandeza de la historia. Blancanieves volvía a casa, de algún modo, a ese castillo que Disney tomó como referencia hace casi un siglo. Entre focos, alfombras rojas y ecos de la Edad Media, la película buscaba una puesta en escena digna de su leyenda.
Un castillo de reyes, batallas y cuentos
El Alcázar de Segovia no es solo un monumento, sino un pedazo vivo de la historia de España. Sus orígenes se remontan al siglo XII, cuando comenzó a levantarse como una fortaleza defensiva. Con el tiempo, se convirtió en residencia real, lugar de coronaciones y escenario de decisiones políticas clave. Isabel la Católica fue proclamada reina allí en 1474, marcando el inicio de una de las etapas más importantes de la historia española.

El Alcázar, fuente de inspiración del castillo de Blancanieves. Fotografía: Cortesía Disney
Además de su peso histórico, el Alcázar ha sido fuente de inspiración para artistas y creadores. Su estructura, con una mezcla de influencias islámicas y góticas, y su ubicación estratégica sobre un peñasco entre los ríos Eresma y Clamores, lo convierten en una postal perfecta de la fantasía medieval. Disney lo tomó como modelo para el castillo de la Reina Malvada en Blancanieves y los siete enanitos, y desde entonces su imagen ha quedado asociada a los cuentos de hadas.
Bajo la dirección de Marc Webb (500 días juntos, The Amazing Spider-Man), esta nueva Blancanieves busca actualizar el clásico sin perder su esencia. Rachel Zegler, la joven actriz que saltó a la fama con West Side Story, da vida a la princesa, mientras que Gal Gadot, conocida por su papel de Wonder Woman, se transforma en la temida Reina Malvada.

Cortesía Disney
Uno de los aspectos más comentados de la película es su apuesta por una protagonista con más agencia propia, dejando atrás la imagen de la doncella en apuros. La banda sonora, compuesta por Benj Pasek y Justin Paul (La La Land, El gran showman), también incorpora nuevas canciones que buscan enriquecer la historia sin traicionar su espíritu original.
Sin duda, el estreno en el Alcázar es un guiño a la historia de la película, pero también un reconocimiento al valor cinematográfico y cultural de España.
El filme llegará a las salas españolas el próximo 21 de marzo, con la expectativa de atraer tanto a los nostálgicos del clásico animado como a nuevas generaciones que buscan una historia renovada. En un castillo que ha visto reyes, batallas y leyendas, Blancanieves ha encontrado un hogar perfecto para su presentación en Europa. Solo queda esperar si el público le dará su “felices para siempre”.