En la era digital, las conversaciones que mantenemos a través de aplicaciones como WhatsApp, Instagram o Facebook han transformado la forma en la que nos relacionamos. El límite entre una conexión amistosa y lo que los psicólogos denominan “aventura emocional” se ha vuelto cada vez más difusa.
Una aventura emocional ocurre cuando una persona establece una relación íntima y profunda con alguien fuera de su pareja principal. Aunque no siempre incluye un componente sexual, esta conexión puede llegar a ser tan intensa que genere conflictos en la relación de pareja. Las charlas frecuentes, la compartición de secretos y la dependencia emocional del otro pueden crear una intimidad que, según expertos, amenaza la estabilidad de la pareja.
De acuerdo con la psicóloga estadounidense Shirley Glass, que ha estudiado el fenómeno, uno de los indicadores clave de una aventura emocional es cuando una persona comienza a compartir más tiempo emocional con alguien externo a su pareja. “Si empiezas a revelar cosas a esta persona que no compartirías con tu pareja, o a buscar su apoyo y consuelo en lugar del de tu pareja, probablemente estás en una aventura emocional”, afirma Glass. Las aplicaciones de mensajería como WhatsApp permiten mantener una comunicación constante y privada. A diferencia de las interacciones en persona, los chats permiten un flujo continuo de conversación que puede prolongarse durante días, meses o incluso años. Y lo más peligroso: puede parecer inofensivo a priori. “Los mensajes instantáneos crean una sensación de urgencia e intimidad. Es fácil enviar un mensaje a alguien y buscar su opinión o apoyo cuando tu pareja no está disponible o no te entiende en ese momento”, añade la experta.
Lo problemático es que, aunque no haya un componente sexual en estas conversaciones, la intensidad emocional puede llegar a reemplazar la conexión dentro de la relación primaria. “Estas interacciones digitales pueden llegar a ser más significativas que la relación de pareja, y aunque nunca haya un encuentro físico, eso no significa que no pueda considerarse una traición emocional”, añade.
Un signo evidente es cuando las conversaciones con la otra persona comienzan a volverse más frecuentes y profundas que las que se tienen con la pareja. Según la terapeuta de relaciones Esther Perel, autora de The State of Affairs, la naturaleza de la aventura emocional radica en su secreto. “La exclusividad emocional es lo que define la relación de pareja. Cuando esa exclusividad se comparte con otra persona, estamos hablando de una infidelidad emocional, aunque no haya contacto físico”, afirma Perel. Otra señal de advertencia es el sentimiento de culpa o la necesidad de ocultar la relación o conversación. Si sientes que tienes que borrar mensajes o mantener oculta la comunicación con esa persona, es probable que ya estés cruzando una línea emocional inapropiada.
El impacto emocional en la pareja
Las aventuras emocionales pueden ser devastadoras para una relación. Aunque no haya un componente sexual, la traición emocional puede generar sentimientos de inseguridad, celos y una pérdida de confianza en la pareja afectada. “El vínculo emocional es a menudo el núcleo de una relación, y cuando ese vínculo se traslada a otra persona, la relación principal sufre”, explica la experta.
Este tipo de aventuras también pueden erosionar la comunicación en la pareja. Si una de las partes se está volcando emocionalmente en otra persona, es probable que disminuya la conexión emocional con su pareja. Esto puede generar un ciclo de distanciamiento que agrava los problemas en la relación, haciendo que ambas partes se sientan insatisfechas.
¿Cómo evitar caer en una aventura emocional?
Establecer límites claros en las conversaciones digitales es fundamental. Es importante reflexionar sobre el propósito de estas interacciones y cuestionar si la intensidad emocional que se está desarrollando es apropiada para alguien que no es tu pareja. “Hay que ser consciente de cómo y con quién compartimos nuestras emociones más profundas”, sugiere.
Además, hablar con la pareja sobre los límites de las amistades y las conversaciones digitales es clave para prevenir malentendidos. Según Perel, muchas personas no consideran que están siendo infieles si no hay contacto físico, pero sus parejas pueden sentirlo de otra manera. La transparencia y la comunicación honesta pueden ayudar a evitar que una relación digital cruce la línea inapropiada…