Tras cinco años de parón, Victoria’s Secret ha vuelto a la pasarela. El mítico desfile resurge con una nueva mirada, más acorde con los tiempos actuales; buscando reparar su imagen tras años de críticas por promover estándares de belleza inalcanzables. El desfile de este año, que se acaba de celebrar en Nueva York, ha logrado equilibrar lo mejor de sus buenos momentos con una fuerte apuesta por la inclusión y diversidad, dejando claro que el pasado puede fusionarse con el futuro sin perder su brillo.
Sus icónicas alas, que se habían convertido en un símbolo, volvieron a dominar la pasarela, adornadas con pedrería y diseños elaborados que deslumbraron a los asistentes. Si bien en el pasado las alas representaban un ideal casi inalcanzable de la mujer, en esta ocasión fueron usadas por modelos de todas las tallas y etnias, mostrando una apertura a la diversidad que antes parecía ausente.
La participación de estrellas de la talla de Cher y modelos icónicas como Carla Bruni, Eva Herzigova, Tyra Banks o Kate Moss añadió un toque de sofisticación y homenaje a la historia de la moda, mientras que el casting diverso habló del presente y del futuro que Victoria’s Secret desea construir.
Cher, la diosa del pop y símbolo de reinvención
Uno de los momentos más emocionantes del desfile fue, sin duda, la actuación de Cher. A sus 78 años, la cantante y actriz sorprendió con su potente presencia escénica y simbolizó el espíritu de reinvención que está impulsando a Victoria’s Secret hacia una nueva era. Cher es la representación perfecta de la “longevidad” y el “empoderamiento femenino”, atributos que la marca busca destacar en esta nueva etapa.
La elección de Cher como cabeza del espectáculo no fue casual. A lo largo de su carrera, la “diosa del pop” ha roto estereotipos, redefiniendo lo que significa ser una estrella femenina y demostrando que el talento y el glamour no tienen edad.
Inclusión y diversidad: una nueva era para Victoria’s Secret
El desfile de 2024 no solo fue un regreso a la pasarela, sino también una declaración de intenciones. Tras años de ser criticada por promover un ideal de belleza estrecho, Victoria’s Secret ha dado un giro radical, presentando un casting que celebra la diversidad de cuerpos, tallas y etnias.
Ahora, la marca busca ser un referente de inclusión y autenticidad, alejada de los cánones restrictivos que dominaron su imagen en el pasado. Este renacer de Victoria’s Secret busca apelar a su público más fiel y captar la atención de una nueva generación que exige más autenticidad y representación. La decisión de transmitir el desfile en plataformas digitales como Prime Video y YouTube es parte de esa estrategia, asegurándose de conectar con el público más joven, que opta por el streaming y las redes sociales.
Parece que la marca ha aprendido de sus errores y está lista para adaptarse a los tiempos. Este desfile celebra el regreso de una tradición y demuestra que la marca está lista para un nuevo capítulo, en el que todas las mujeres, sin importar su talla, color de piel o edad, pueden ser ángeles. No es solo un desfile, es una promesa de cambio y una muestra de cómo la moda, al igual que Cher, puede reinventarse una y otra vez.