La ansiedad ha pasado de ser un estado puntual de alerta a convertirse en un problema crónico que afecta a millones de personas en todo el mundo. España, en particular, se encuentra en una situación alarmante, siendo uno de los países con mayor consumo de ansiolíticos y tranquilizantes. Pero, ¿por qué está ocurriendo esto y cómo afecta a la población de manera tan desigual?
Un estudio reciente muestra que el 17% de las mujeres y el 9% de los hombres en España sufren ansiedad. Sin embargo, las causas y los síntomas no son los mismos para ambos sexos. Mientras que los hombres suelen enfrentar la ansiedad como una respuesta al estrés laboral o financiero, las mujeres tienen mayores probabilidades de desarrollar este trastorno debido a la carga mental que implica equilibrar la vida familiar, laboral y social, a lo que hay que añadir los cambios hormonales.
Un problema que no entiende de edades, pero sí de géneros
La ansiedad afecta a todos, pero las mujeres parecen llevar la peor parte. No solo es más común en ellas, sino que también tiende a ser más severa y persistente. Estudios recientes sugieren que las fluctuaciones hormonales, como el ciclo menstrual y la menopausia, juegan un papel crucial en el aumento de los niveles de ansiedad en las mujeres.
Por otro lado, los hombres suelen experimentar síntomas diferentes: mientras que las mujeres reportan más problemas respiratorios durante ataques de pánico, los hombres tienden a sufrir más síntomas gastrointestinales. También hay diferencias en la edad de inicio de los trastornos de ansiedad, siendo más temprana en los hombres (15-24 años) y algo más tardía en las mujeres (35-44 años).
El caso de España
Comparando a nivel global, España está en el podio de los países con mayor consumo de ansiolíticos. El 10,8% de la población afirma haber consumido tranquilizantes en las últimas dos semanas, situándose como uno de los países europeos donde la ansiedad ha crecido de manera más notable en los últimos años. Pero este dato también refleja un problema de fondo: la falta de acceso a terapias no farmacológicas y la escasez de profesionales de salud mental en el sistema público.
La técnica de Mariam Rojas
La psiquiatra Mariam Rojas ha propuesto una técnica sencilla y efectiva para reducir la ansiedad de manera inmediata. Basada en la activación del nervio vago, esta técnica utiliza la respiración controlada para inducir una respuesta de calma en el cuerpo en cuestión de segundos. ¿Cómo funciona? El nervio vago, que conecta el cerebro con el corazón y el sistema digestivo, tiene un rol clave en la regulación del estrés. Activarlo mediante respiraciones profundas y lentas ayuda a reducir la respuesta del cuerpo ante la ansiedad.
Rojas explica que la clave está en respirar profundamente durante cuatro segundos, mantener el aire durante otros cuatro, y luego exhalar lentamente por la boca durante seis segundos. Este proceso activa el nervio vago y envía señales al cerebro para reducir la producción de cortisol, la hormona del estrés.
Consejos prácticos para gestionar la ansiedad en tu día a día:
1. Respira profundamente: Sigue el consejo de Mariam Rojas y practica la respiración profunda para activar el nervio vago. Este simple ejercicio puede cambiar tu estado de ánimo en cuestión de segundos.
2. Desconecta del exceso de información: El flujo constante de noticias y redes sociales puede ser abrumador. Dedica momentos del día a desconectarte y concentrarte en actividades que te relajen.
3. Ejercicio físico: La actividad física es una de las mejores formas de reducir los niveles de ansiedad. No tiene que ser algo extremo; basta con caminar, hacer yoga o practicar ejercicios de respiración.
4. Alimenta bien tu mente y cuerpo: Evita el exceso de cafeína y azúcar, ya que pueden aumentar los niveles de ansiedad. Opta por una dieta balanceada que incluya alimentos ricos en omega-3, magnesio y vitaminas del complejo B, que ayudan a regular el estado de ánimo.
5. Practica la gratitud: Aunque pueda parecer trivial, enfocarse en los aspectos positivos de tu vida puede ayudarte a reducir la ansiedad. Llevar un diario de gratitud o simplemente dedicar unos minutos al día a reflexionar sobre lo que te hace sentir bien puede marcar una gran diferencia.
Escuchar al cuerpo, entrenar la mente. En un mundo donde la inmediatez y la presión social nos rodean, aprender a respirar profundo y vivir el presente puede ser el primer paso hacia una vida más equilibrada y libre de ansiedad.