Tras años de disputas legales, Angelina Jolie y Brad Pitt han puesto fin a uno de los procesos judiciales más mediáticos de Hollywood. Acompañada de su hija Zahara y sonriente, pudimos ver a la actriz en los Globos de Oro para celebrar su nuevo logro en su carrera, y satisfecha con el acuerdo económico por su divorcio, que asciende a 80 millones de dólares.
El proceso de divorcio, que comenzó en 2016, ha sido uno de los más complejos y prolongados en la historia reciente de Hollywood. Después de ocho años de conflictos legales y mediáticos, finalmente ambos alcanzaron un acuerdo el pasado 30 de diciembre, poniendo fin a una serie de disputas relacionadas con la custodia de sus hijos y la división de bienes, incluida la finca francesa Château Miraval, conocida por su producción vinícola y cuya titularidad había sido un tema de desacuerdo entre ambos.
El acuerdo estipula que Jolie recibirá una compensación de 80 millones de dólares, lo que representa un importante incremento en su fortuna personal. Aunque los detalles específicos del pacto no han sido revelados, la resolución marca un punto de inflexión en la relación entre las dos estrellas.
Pocos días después de oficializarse el acuerdo, y antes de los Globos de Oro, Angelina Jolie reapareció en público junto a su hija Zahara, de 19 años. Ambas asistieron al Festival de Cine de Palm Springs, donde la actriz recibió el Desert Palm Achievement Award por su destacada interpretación de la legendaria soprano María Callas en la película dirigida por Pablo Larraín y producida por Netflix.
Durante la ceremonia, la actriz aprovechó para dedicar unas palabras emotivas sobre su conexión con Callas, señalando que interpretar a la diva del bel canto le permitió explorar “la fragilidad y fortaleza de las mujeres en situaciones adversas”.
Un homenaje a su madre y sus raíces en la actuación
En una reciente entrevista para la revista W, Jolie habló abiertamente sobre su relación con la actuación, revelando que su carrera fue inicialmente un tributo a su madre, Marcheline Bertrand. “Empecé a actuar porque era el sueño de mi madre. Ella tuvo que dejar su carrera para cuidarnos, y yo siempre sentí que debía cumplir ese deseo por ella”, confesó la actriz.
Bertrand, quien también fue actriz, abandonó Hollywood a los 25 años para dedicarse a la crianza de sus hijos después de su divorcio con Jon Voight. Estas declaraciones muestran cómo la familia ha sido un motor constante en la vida de Jolie, incluso en los momentos más difíciles.
Con el divorcio finalmente resuelto, Angelina Jolie se enfoca en escribir un nuevo capítulo, tanto en su vida profesional como familiar, dejando atrás una etapa marcada por los titulares y las batallas legales.