Hoy el mundo de la moda llora la muerte a los 93 años de Rosita Missoni, cofundadora de la icónica casa de moda italiana Missoni y una mujer que tejió literalmente su nombre en la historia de la moda con patrones, colores y una audacia irrepetible. Transformó el punto en arte, en una explosión de colores que rompió esquemas y que aún hoy, 70 años después de la fundación de su marca, sigue vigente, con la misma fuerza. ¿Quién más podía conseguir que los zigzags se convirtieran en sinónimo de lujo, rebeldía y estilo?
Junto a su marido, Ottavio “Tai” Missoni, comenzó su aventura en los años 50, cuando el mundo aún se movía entre los tonos apagados de la posguerra. Pero Rosita tenía otros planes. Inspirada por la tradición textil de su familia, tomó las máquinas de tejer y las convirtió en una herramienta para la revolución.
Los años 60 los catapultaron al estrellato. Y no fue por casualidad: fue por ese desfile en Florencia de 1967 en el que Rosita le pidió a las modelos que se quitaran los sujetadores porque arruinaban la caída del tejido. Lo que nadie esperaba era que las luces del escenario revelarían un espectáculo de transparencias que, por supuesto, causó escándalo. Escándalo que se tradujo en titulares, y titulares que convirtieron a Missoni en una de las firmas más codiciadas del mundo.
Esta firma, que comenzó como un pequeño taller de punto en Gallarate, Lombardía, se transformó en un símbolo de creatividad, artesanía y espíritu familiar. Su característico motivo de zigzag, acompañado de rayas, ondas y geométricos, se convirtió rápidamente en el sello distintivo de la marca, celebrando una audaz combinación de tonalidades que pocos se atrevían a experimentar.
A lo largo de las décadas, Missoni ha sabido mantenerse fiel a su ADN, adaptándose a los cambios del mercado sin perder su esencia. La familia Missoni siempre ha estado al frente de la empresa, pasando la dirección creativa de generación en generación.
En los años 90, Rosita Missoni dejó la línea de moda principal en manos de su hija Angela, mientras ella misma se dedicó a expandir la línea de hogar, Missoni Home, llevando los icónicos patrones y colores de la marca a textiles, muebles y decoración.
El aniversario de los 60 años fue una oportunidad para reflexionar sobre la rica historia de la firma y celebrar su impacto en el mundo de la moda. La marca organizó eventos especiales, exposiciones y colaboraciones para conmemorar este hito, destacando la influencia duradera de Missoni en la estética contemporánea.
Su revolución no trataba exclusivamente de patrones bonitos. Era una declaración de libertad: libertad para moverte, para expresarte, para ser tú misma. Sus prendas eran (y siguen siendo) como un abrazo cálido y colorido en un mundo demasiado gris.
Incluso después de seis décadas, la casa Missoni sigue siendo un referente en la industria, con sus diseños vibrantes presentes tanto en las pasarelas como en las calles, amados por generaciones de amantes de la moda. Su legado demuestra que, cuando la tradición y la innovación se combinan, el resultado puede ser verdaderamente atemporal.
Ella, siempre pragmática pero apasionada, pasó las riendas creativas a su hija Angela en los años 90, pero nunca abandonó del todo su visión. Se volcó en Missoni Home, llevando sus icónicos diseños más allá de la ropa, al hogar.
Su historia también estuvo marcada por el dolor. En 2013, su hijo Vittorio, entonces CEO de la marca, desapareció en un trágico accidente aéreo. Ese mismo año perdió a Ottavio, su compañero de vida y creación. A pesar de ello, Rosita continuó siendo el corazón palpitante de la familia y la marca. Descansa en paz, Rosita; la mujer que nos enseñó que la vida siempre es mejor con un toque de color.