La joya del Pirineo sin turismo que es uno de los pueblos mágicos de España

Cualquier época del año es buena para visitar Jasa, pero especialmente recomendables son la primavera y el otoño

Jasa (Huesca) - Sociedad
Una imagen de archivo de la localidad oscense de Jasa
Wikipedia

Entre los paisajes majestuosos del Parque Natural de los Valles Occidentales, al norte de la provincia de Huesca, se encuentra Jasa, uno de esos lugares que parecen detenidos en el tiempo. Sin llegar al centenar de habitantes y con apenas 9 kilómetros cuadrados de superficie, la localidad ha sabido preservar su identidad sin rendirse a las modas ni al turismo masivo. Y quizás por eso ha sido incluido en la prestigiosa lista de Pueblos Mágicos de España.

La ubicación de Jasa es parte de su encanto. A 944 metros sobre el nivel del mar, rodeado de antiguos valles glaciares, el pueblo se encuentra envuelto por un escenario natural que parece salido de una postal. Picos que rasgan el cielo, bosques espesos, lagos de aguas limpias y senderos que invitan a perderse. Es un rincón del Pirineo donde la naturaleza y la tradición conviven en un equilibrio sereno.

Naturaleza salvaje y rutas para explorar

Uno de los grandes atractivos de Jasa es su entorno. En primavera, tras los duros meses de invierno, los valles que rodean el pueblo estallan en un mosaico de colores. Prados verdes, flores silvestres y cielos limpios que acompañan cada paso del caminante. Desde Jasa parten numerosas rutas de senderismo, perfectamente señalizadas, que permiten descubrir la diversidad del Parque Natural de los Valles Occidentales.

La joya del Pirineo sin turismo que es uno de los pueblos mágicos de España
Una fotografía de archivo de la emblemática Selva de Oza
Huesca La Magia

La ruta de la Selva de Oza, la ascensión al ibón de Estanés o el sendero hacia el collado de Secús son algunas de las opciones que los amantes de la montaña pueden disfrutar desde Jasa. Son caminos aptos tanto para senderistas experimentados como para familias con niños. Y permiten disfrutar de la flora, la fauna y las vistas imponentes del Pirineo aragonés.

Jasa, un pueblo del Pirineo que conserva su alma

Aunque su entorno deslumbra, lo que realmente distingue a Jasa es su arquitectura popular y la sensación de autenticidad que se respira en cada rincón. El casco histórico, considerado conjunto urbano de interés arquitectónico dentro del Plan de Ordenación Territorial del Pirineo Aragonés, conserva su estructura tradicional de origen ganadero. Las calles empedradas con cantos rodados y las casas de piedra labrada son testigos silenciosos de siglos de historia.

Caminar por Jasa es sumergirse en otro ritmo. No hay prisas, ni ruido, ni aglomeraciones. Cada casa parece cuidada con mimo, decorada con flores y elementos típicos de la zona. La piedra, la madera y el silencio forman parte del paisaje urbano de este pueblo, donde la vida cotidiana aún respeta los tiempos de la montaña.

Jasa (Huesca)
Una imagen de archivo de la localidad oscense de Jasa
Ayuntamiento de Jasa

A pesar de su tamaño, Jasa alberga un patrimonio histórico-artístico que sorprende. En su plaza central, corazón social del municipio, se encuentra la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, una construcción del siglo XIII que aún conserva elementos de su origen románico. Este templo, junto a la ermita de San Pedro y otros elementos patrimoniales, confirman que la localidad no es solo un refugio natural, sino también un lugar cargado de memoria.

Otro punto de interés es el Museo Etnológico Siglo XVI, donde se recogen objetos y costumbres tradicionales de la zona. También destaca el original Museo Casa Moní, un espacio único creado por los hermanos Alejandro y Santiago Hijós en el patio de su vivienda familiar, en homenaje a las raíces culturales de Jasa.

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