La búsqueda de la playa perfecta se ha convertido en uno de los grandes objetivos de los viajeros que anhelan combinaciones únicas de belleza natural, ambiente agradable y, sobre todo, experiencias inolvidables. Sin embargo, este 2025 nos sorprende con un título mucho más concreto: la llamada playa más feliz del mundo.
Un reciente estudio de la empresa CV Villas, que ha analizado miles de fotografías en Instagram con herramientas de inteligencia artificial, revela que esa playa no solo se encuentra en España, sino que además ni está en Andalucía ni en Baleares, regiones tradicionalmente asociadas con el turismo costero por excelencia.
¿Quieres saber cuál es la elegida? Nada menos que la playa de Sitges, en Cataluña. Este resultado rompe tópicos y confirma que la península aún tiene secretos por desvelar, sobre todo si hablamos de la playa más feliz del mundo.
¿Por qué Sitges es la playa más feliz del mundo?
Para otorgar el título de la playa más feliz del mundo, los investigadores de CV Villas estudiaron 103 playas reconocidas internacionalmente. Reunieron más de 1.000 fotografías publicadas en Instagram sobre cada enclave, acompañadas de la etiqueta con el nombre de la playa correspondiente. Posteriormente, se utilizó el software AWS Rekognition, una herramienta avanzada de reconocimiento facial y análisis de emociones, que fue evaluando expresión por expresión las caras de quienes aparecían en esas imágenes.
Con este sistema, se calculó una Puntuación de Felicidad en la Playa: un número del 0 al 100 que indica la presencia de sonrisas y gestos de alegría. Tras examinar detenidamente todos los datos, el primer puesto fue para la playa de Sitges, que logró un impresionante 98,42. Esta cifra la convierte en la clara vencedora y, por ende, en la playa más feliz del mundo.

Playa dels Balmins, en Sitges (Barcelona) | Archivo
El mérito de que la playa más feliz del mundo sea la de Sitges no solo se debe a sus virtudes naturales, sino también a factores tan diversos como la oferta cultural y la hospitalidad de la zona. Sitges, a apenas 40 kilómetros al sur de Barcelona, lleva años siendo un lugar de referencia para el turismo, y no únicamente por su famoso festival de cine o sus carnavales. El municipio cuenta con más de veinte playas a lo largo de su costa, cada una con su encanto particular. Y es muy valorado por la amabilidad de su gente y un clima envidiable. El hecho de liderar un ranking mundial tan inusual como el de la playa más feliz del mundo consolida a este rincón catalán como un destino imprescindible.
No es la única playa española en el ranking
Aun así, no es la única playa de España que destaca por su alegría. Sorprendentemente, otras dos playas españolas también se posicionaron en este ranking de la playa más feliz del mundo elaborado por CV Villas. La primera, en tercer lugar, es la playa de Port de Sóller, en Mallorca, con un 96,95 de puntuación. Ubicada en un acogedor puerto natural rodeado de montañas, Port de Sóller ofrece una experiencia muy relajante, con aguas cristalinas y una oferta gastronómica que enamora a cualquiera que la visite.
Por su parte, en la posición número 11 aparece Cala Pregonda, en Menorca, con un 92,03. Esta playa destaca por sus tonalidades rojizas en la arena y su sorprendente paisaje salvaje, que cautiva a todo aquel que la descubre. Sin embargo, pese a la belleza de las Baleares, la indiscutible ganadora del título de playa más feliz del mundo sigue siendo la de Sitges.
El resto del listado muestra la gran competencia mundial que existía para alzarse con este peculiar reconocimiento. En segundo lugar, muy cerca de la playa española, aparece la famosa Playa de Falésia, en Portugal. Otros destinos europeos como la bahía de Rhossili y la bahía de Caswell, ambas en Gales, también se ubican en los puestos cuarto y quinto, respectivamente. Francia, Grecia y Portugal cuentan con varias playas incluidas en el top 10. Eso demuestra la predominancia mediterránea y atlántica en este nuevo concepto de la playa más feliz del mundo. Al final de la tabla, pero no por ello menos destacables, encontramos playas de países más lejanos, como México, Perú, Estados Unidos, Australia, Turquía y Sri Lanka, entre otros.