En pleno corazón del Maestrazgo turolense se encuentra Cantavieja, un pueblo de Teruel que, pese a ser desconocido para muchos, se alza como una de las joyas más deslumbrantes de España. Su riqueza histórica, su singular belleza arquitectónica y el entorno natural que lo rodea convierten a este lugar en un destino que merece ser explorado por cualquier amante de la cultura y los viajes.
Con raíces que se remontan al siglo III a.C., Cantavieja ha sido testigo de algunos de los episodios más fascinantes de la historia peninsular. Según la leyenda, el pueblo fue fundado por el general cartaginés Amílcar Barca bajo el nombre de Cartago Vetus. Desde entonces, este enclave estratégico ha vivido la Reconquista, la influencia templaria y las Guerras Carlistas, dejando huellas imborrables en su arquitectura y tradiciones.
La magia del casco histórico de Cantavieja
Al adentrarse en Cantavieja, el tiempo parece detenerse. Declarado Conjunto Histórico-Artístico en 1981, su casco urbano es un laberinto de calles empedradas que evocan la Edad Media. La Plaza de Cristo Rey, epicentro de la localidad, despliega una belleza serena con su estructura porticada y edificios emblemáticos como el Ayuntamiento, una joya arquitectónica del siglo XVI, y la iglesia de la Asunción, que combina estilos renacentistas y barrocos.
Iglesia de la Asunción, con portada y pórtico góticos, y torre con remate piramidal | Wikipedia
Entre sus tesoros destaca también la iglesia de San Miguel, una obra maestra del gótico levantino, testigo del fervor religioso que marcó el devenir del pueblo. Pero si hay un rincón que captura el espíritu de Cantavieja, es el castillo templario, cuyas ruinas se alzan sobre un peñón ofreciendo vistas impresionantes del Maestrazgo. Este vestigio de la presencia de la Orden del Temple en el siglo XIII es un recordatorio de la importancia estratégica y simbólica de Cantavieja.
La historia no se detiene ahí. Durante el siglo XIX, el pueblo fue el epicentro de las Guerras Carlistas, sirviendo como cuartel general del general Ramón Cabrera, conocido como “El Tigre del Maestrazgo”. Este pasado bélico cobra vida en el Museo de las Guerras Carlistas, una parada obligatoria para quienes deseen comprender mejor el papel de Cantavieja en este periodo convulso.
Naturaleza y tradiciones en este pequeño pueblo de Teruel
El entorno natural de Cantavieja es, simplemente, espectacular. Rodeado de montes y barrancos, este pueblo de Teruel ofrece un sinfín de rutas de senderismo que invitan a explorar su paisaje único. Desde el Mirador de la Tarayuela, con vistas que quitan el aliento, hasta la Ruta de los Molinos, cada sendero es una ventana a la esencia del Maestrazgo.
Una fotografía panorámica de la localidad turolense de Cantavieja | Wikipedia
La vida en Cantavieja también está profundamente conectada con sus tradiciones. Sus festividades, como las recreaciones históricas y las jornadas gastronómicas, son un reflejo de su identidad y un atractivo irresistible para los visitantes. La gastronomía local, por su parte, es una experiencia en sí misma. Platos como el cordero al horno o el ternasco de Aragón, acompañados de vinos y quesos artesanales, deleitan a quienes buscan los sabores auténticos de la región.
Cantavieja, como buen pueblo de Teruel, combina el encanto de lo sencillo con la majestuosidad de lo histórico. Su reconocimiento reciente por parte de la Organización Mundial del Turismo (OMT) como uno de los Mejores Pueblos Turísticos subraya su potencial como destino sostenible y cultural. A tan solo 130 kilómetros de Zaragoza, llegar hasta este lugar puede ser el primer paso hacia un viaje inolvidable.