Desde el pasado 1 de enero de 2025, Pollença, un emblemático pueblo de Mallorca, ya no forma parte de la prestigiosa red de Los Pueblos Más Bonitos de España. Este colectivo reúne a localidades que destacan por su encanto, autenticidad y riqueza patrimonial. Sin embargo, la decisión del actual gobierno del Ayuntamiento de Pollença ha llevado a su exclusión, generando impacto en su promoción turística y en el posicionamiento del municipio a nivel nacional e internacional.
¿Qué implica la salida de Pollença de esta red?
La salida de Pollença de Los Pueblos Más Bonitos de España significa una pérdida significativa de beneficios que, hasta ahora, contribuían al desarrollo turístico y económico del municipio. Uno de los efectos más inmediatos es que Pollença ya no podrá utilizar la marca de la asociación en su promoción turística ni en campañas publicitarias. Este distintivo era clave para atraer visitantes interesados en explorar los destinos más pintorescos y con mayor valor cultural de España.
Además, Pollença queda fuera de convenios estratégicos establecidos por la asociación con entidades como Endesa X y la ONCE. Estas colaboraciones impulsaban proyectos relacionados con la sostenibilidad, la accesibilidad y la modernización de infraestructuras. Con esta decisión, el pueblo de Mallorca pierde acceso a recursos y tecnología que hasta ahora habían mejorado la experiencia de los turistas y la calidad de vida de sus residentes.
Un golpe a la visibilidad internacional de Pollença
Formar parte de Los Pueblos Más Bonitos de España no solo implica prestigio nacional, sino también proyección internacional. Pollença ya no estará presente en el exclusivo Mapa Michelin. Hablamos de una herramienta que facilita a los turistas identificar los destinos más destacados dentro de esta red.
Tampoco figurará en la Federación Internacional de Los Pueblos Más Bonitos del Mundo, una plataforma que conecta a estos municipios en ferias como Fitur o en portales como Turespaña. Esto supone una reducción considerable de la visibilidad del pueblo en mercados internacionales. Lo que podría afectar la llegada de visitantes extranjeros, especialmente aquellos atraídos por su riqueza cultural y natural.
Cabo Formentor, en Pollença | Wikipedia
Ser parte de esta red otorga a los municipios acceso a herramientas tecnológicas y datos analíticos que ayudan a optimizar su actividad turística. Estos recursos son clave para gestionar flujos de visitantes, mejorar la experiencia del turista y desarrollar estrategias sostenibles que preserven el patrimonio local.
La exclusión de Pollença también implica la pérdida de apoyo en iniciativas vinculadas a la sostenibilidad y la accesibilidad. Y son áreas en las que la asociación ha trabajado activamente. Esto podría frenar proyectos de modernización que beneficiaban tanto a los residentes como a los turistas.