CANTABRIA

El pueblo de Cantabria que enamora a todos y sale en el Libro Guinness de los Récords

Este pueblo de Cantabria es un orgullo para la comunidad y, además, cuenta con un espectacular e histórico Récord Guinness

Comillas (Cantabria) - Sociedad
Una fotografía panorámica de la localidad cántabra de Comillas Wikipedia

En el corazón de la costa cantábrica, se encuentra Comillas, un pueblo de Cantabria que ha conquistado a generaciones de viajeros con su encanto histórico, su arquitectura modernista y su impresionante entorno natural. Pero lo que hace aún más especial a esta localidad es su reconocimiento en el Libro Guinness de los Récords, convirtiéndolo en un destino único en España.

Este pueblo de Cantabria es mucho más que un simple enclave turístico. Con una historia profundamente ligada a la nobleza, la Iglesia y la aristocracia española, Comillas ha sido un punto de referencia cultural y social durante siglos. Desde la presencia de la familia real hasta la influencia de artistas modernistas como Antoni Gaudí, este municipio ofrece un recorrido por algunos de los episodios más fascinantes de la historia de España.

Comillas, la joya modernista de Cantabria

Uno de los aspectos que diferencian a Comillas del resto de los pueblos de Cantabria es su riqueza arquitectónica. Pocos lugares fuera de Cataluña pueden presumir de contar con la huella de los artistas modernistas más importantes de la historia. Antoni Gaudí dejó su sello en la villa con El Capricho, una de sus obras más singulares y visitadas.

Pero la influencia del modernismo no se queda ahí. Edificios emblemáticos como la Universidad Pontificia de Comillas y el Palacio de Sobrellano, diseñados por el arquitecto Domènech i Montaner, confirman el legado cultural y artístico que distingue a este pueblo de Cantabria. Estas construcciones no solo reflejan el esplendor arquitectónico de finales del siglo XIX, sino que también consolidaron a Comillas como un destino de prestigio entre la alta sociedad española.

Un pueblo de Cantabria ligado a la aristocracia y la realeza

El pueblo de Cantabria que enamora a todos y sale en el Libro Guinness de los Récords

Fotografía del palacio de los duques de Almodóvar del Río, ubicado en el barrio La Peña, en Comillas | Wikipedia

Desde hace más de un siglo, Comillas ha sido considerado uno de los destinos predilectos de la aristocracia española. La conexión de este pueblo de Cantabria con la nobleza se remonta a 1881, cuando el rey Alfonso XII reunió a su Consejo de Ministros en la villa, otorgándole un estatus especial como destino de verano de la familia real y la élite política del país.

A partir de entonces, muchas familias influyentes comenzaron a construir residencias de verano en Comillas, contribuyendo a su desarrollo y exclusividad. Aunque hoy en día otras localidades han ganado protagonismo como destinos vacacionales de lujo, Comillas sigue siendo un refugio discreto y elegante para aquellos que buscan historia, cultura y tranquilidad en un entorno privilegiado.

Otro dato curioso que distingue a Comillas de otros pueblos de Cantabria es que fue la primera localidad de España en contar con electricidad. En 1879, gracias a una patente de Thomas Edison, el Palacio de Sobrellano se convirtió en el primer edificio iluminado con luz eléctrica en todo el país. Este hito marcó un antes y un después en la historia de la villa y refuerza su carácter pionero en diferentes ámbitos.

El récord Guinness de Comillas: el último puerto ballenero de España

El pueblo de Cantabria que enamora a todos y sale en el Libro Guinness de los Récords

Una fotografía de archivo del puerto de Comillas | Wikipedia

Además de su impresionante legado cultural y arquitectónico, Comillas tiene un lugar en el Libro Guinness de los Récords por ser el último puerto ballenero registrado en España. Durante siglos, la caza de la ballena franca del Cantábrico fue una de las principales actividades económicas del pueblo de Cantabria, una tradición que se mantuvo hasta principios del siglo XX.

Desde el siglo XVI, los balleneros de Comillas eran conocidos en toda la región por su habilidad en la captura de estos cetáceos. Sin embargo, con el declive de la población de ballenas en el Cantábrico, la actividad cesó definitivamente, aunque la villa siguió dependiendo de la pesca de otras especies como la sardina, el bonito y la caballa.

Este legado ballenero forma parte de la identidad de Comillas y es un recordatorio de la importancia histórica que ha tenido este pueblo de Cantabria en el desarrollo económico de la región.

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