En Valencia, existe una curiosa costumbre que, aunque está relacionada con la religión, no requiere ser creyente para llevarla a cabo. Se trata de un ritual que se realiza en la Catedral de Valencia y que, según la tradición, ayuda a asegurar un parto sin complicaciones.
Un ritual para garantizar un buen parto
El nacimiento de un hijo es uno de los momentos más importantes en la vida de cualquier persona. En la capital valenciana, muchas mujeres embarazadas siguen una antigua práctica que, según la creencia popular, les brinda protección y suerte en el momento del alumbramiento.
Este ritual consiste en dar nueve vueltas alrededor de la catedral mientras se recitan oraciones dirigidas a la Virgen de los Desamparados. Se dice que este gesto simboliza los nueve meses de gestación y que la Virgen otorga su bendición a aquellas futuras madres que completan el recorrido.
Fe y tradición
Aunque este rito tiene un origen religioso, lo cierto es que no es necesario ser practicante para realizarlo. En Valencia, es habitual que incluso personas que no se consideran creyentes mantengan una gran devoción por la Virgen de los Desamparados, lo que explica la vigencia de esta tradición a lo largo de los años.
Muchas de las mujeres que participan en esta costumbre lo hacen porque ha pasado de generación en generación en sus familias. En algunos casos, se trata más de una cuestión de tradición que de fe, y el temor a romper con algo que ha funcionado durante décadas hace que muchas sigan repitiéndolo.
Cómo se realiza
El ritual de las nueve vueltas sigue un esquema muy concreto:
- Las futuras madres acuden a la Catedral de Valencia en las semanas previas al parto.
- Deben dar nueve vueltas en el interior del templo, simbolizando los meses de gestación.
- Cada vuelta debe ir acompañada de una oración específica dirigida a la Virgen.
- Se rezan un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria en cada giro.
- Al inicio y al final de cada vuelta, se pronuncia una oración dedicada a Nuestra Señora del Buen Parto.
Una vez ha nacido el bebé, muchas familias regresan a la catedral para agradecer a la Virgen su protección. Por este motivo, es común ver ramos de flores y otras ofrendas florales a los pies de la imagen mariana.
Un origen en el siglo XX
Aunque pueda parecer una tradición ancestral, este rito tiene menos de cien años de historia. Se cree que fue en el siglo XX cuando un médico valenciano comenzó a recomendar a las mujeres embarazadas que realizaran este gesto como símbolo de un parto exitoso.
La Virgen a la que se encomiendan las futuras madres es una imagen mariana del siglo XV, de estilo gótico tardío, que se encuentra en el ábside de la catedral, justo detrás del Altar Mayor. Antiguamente, esta figura era conocida como la Virgen del Coro o de la Cadira y fue esculpida en 1465 por Joan de Castellnou. Desde la década de 1940, recibe el nombre de Nuestra Señora del Buen Parto, en referencia a su vinculación con este peculiar ritual.
Una tradición que perdura
A pesar del paso del tiempo y de los cambios en la sociedad, este rito sigue formando parte de la identidad valenciana. Ya sea por devoción, costumbre o simplemente por seguir una práctica familiar, muchas futuras madres continúan acudiendo a la catedral para dar sus nueve vueltas y pedir protección para el momento del parto.
Lo cierto es que, más allá de la creencia personal de cada uno, esta tradición representa un momento especial y emotivo para quienes deciden participar en ella, convirtiéndose en un vínculo entre generaciones que mantiene vivo el legado cultural de Valencia.