La amenaza de un nuevo episodio de lluvias intensas ha generado una profunda preocupación en los municipios valencianos que aún luchan por recuperar sus infraestructuras tras la devastadora DANA del pasado 29 de octubre. La acumulación de lodo solidificado en el sistema de alcantarillado en Valencia supone un riesgo de colapso en el drenaje urbano. Esto podría desencadenar serias inundaciones en la vía pública y en viviendas. Con un total de 200 avisos por obstrucciones en las zonas afectadas, las autoridades han movilizado recursos. Sin embargo, la disponibilidad de vehículos especializados es limitada.
Un sistema de alcantarillado en Valencia al límite
Desde la Diputación y el Centro de Coordinación Operativa Integrada (Cecopi) se ha alertado sobre la urgente necesidad de limpieza en el alcantarillado en Valencia. Sin embargo, el problema radica en la falta de suficientes camiones desatascadores. Actualmente, se dispone de solo 30 vehículos de este tipo, mientras que se estima que serían necesarios al menos 100 para abordar las necesidades actuales. Esta situación ha obligado a Cecopi a centralizar la gestión de los camiones para priorizar su envío a los puntos más críticos y evitar que el sistema de alcantarillado colapse en caso de nuevas lluvias torrenciales.
Vicente Martínez Mus, Conseller de Medio Ambiente, Infraestructuras y Territorio, ha solicitado “generosidad” a los alcaldes en el uso racional de los camiones desatascadores. Sostiene que es fundamental optimizar estos recursos limitados para proteger las áreas más vulnerables. Los municipios que han sido más afectados por las inundaciones son prioritarios, dado que la acumulación de lodo en sus sistemas de drenaje representa un peligro inminente. Además, trabajan a contrarreloj, mirando al cielo y temiéndose lo peor.
Un riesgo que va más allá de las calles
La preocupación de las autoridades se centra en la posibilidad de que el sistema de alcantarillado en Valencia, ya saturado, no soporte las precipitaciones venideras. Especialmente, en las zonas donde el lodo se ha compactado en las tuberías. Esto significa que, si el agua de lluvia no puede ser evacuada de manera efectiva, podría rebasar las vías públicas e incluso penetrar en viviendas, produciendo daños graves en propiedades y afectando la vida diaria de los residentes.
Los equipos de limpieza están trabajando intensamente para desatascar las redes de alcantarillado en Valencia y evitar que se produzcan embalsamientos en zonas urbanas y rurales. Sin embargo, en algunos puntos de la red, la acumulación de lodo es más difícil de remover debido a que se ha solidificado en los tramos finales de las canalizaciones. Esta situación representa un riesgo sobre todo en municipios como l’Horta, la Hoya de Buñol, la Plana de Utiel-Requena y la Ribera. Allí el desagüe de aguas pluviales ya estaba comprometido antes de las recientes inundaciones.
Salud pública en riesgo: la calidad del agua bajo escrutinio
Otra de las grandes preocupaciones es la salud pública. Las recientes inundaciones han afectado la calidad del agua en varios municipios. De acuerdo con la Diputación de Valencia, se están llevando a cabo análisis en más de 90 poblaciones para asegurar que el agua sea apta para el consumo humano. En estos análisis, realizados por Egevasa, se revisan parámetros críticos como el pH, la turbidez y la cloración del agua.
Mientras se esperan los resultados definitivos, Salud Pública ha recomendado a la población que consuma únicamente agua embotellada. La medida es preventiva, pero necesaria. A fin de cuentas, el agua potable podría estar contaminada debido a la infiltración de residuos en las redes de suministro. Según informó la vicepresidenta de la Generalitat, Susana Camarero, ya se han reabierto 21 puntos de suministro de agua. Sin embargo, la recomendación de consumir solo agua embotellada se mantiene hasta obtener resultados seguros.
Composición del lodo: una incógnita pendiente de resolver
La retirada del lodo no solo es esencial para evitar inundaciones, sino también para controlar los posibles riesgos para la salud. La directora general de Prevención de Incendios Forestales, Rosa Tourís, ha solicitado al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) un análisis detallado de la composición del lodo acumulado en el sistema de alcantarillado. Este estudio permitirá identificar las zonas donde el lodo puede ser almacenado de forma segura y también ayudar a determinar su posible impacto en la salud pública.
Este proceso de análisis es clave. Al final, el lodo puede contener sustancias tóxicas o patógenos. Estas sustancias o patógenos podrían representar un riesgo si no se gestiona correctamente. En algunas áreas, el lodo ha formado bloques sólidos que requieren maquinaria especial para su extracción y un plan de acopio adecuado para su tratamiento posterior.