Los afectados por la DANA que asoló diversas zonas de la Comunidad Valenciana y Albacete el pasado mes de noviembre viven en la incertidumbre ante los retrasos en la solicitud del Fondo Europeo de Solidaridad. Aunque el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, aseguró que se activaría este recurso, el proceso parece estancado. Y eso está generando una gran frustración en las regiones afectadas.
El Fondo Europeo de Solidaridad fue diseñado para ayudar a los Estados miembros a recuperarse de catástrofes naturales, como la DANA que devastó el este de España. Este fondo, creado en 2002, se ha utilizado más de 130 veces para situaciones similares. Sin embargo, no es una herramienta de respuesta rápida. Lo que ha generado críticas por parte de los afectados por la DANA, que necesitan apoyo inmediato.
La Comisión Europea confirmó esta semana que España aún no ha solicitado formalmente las ayudas del fondo, pese a que el plazo vence el próximo 21 de enero. La delegada del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Pilar Bernabé, aseguró que el Ejecutivo está ultimando los detalles. Sin embargo, las demoras han generado tensión entre las administraciones locales y nacionales.
La burocracia frente a las necesidades urgentes de los afectados por la DANA
La alcaldesa de Valencia, María José Catalá, expresó su sorpresa al descubrir en Bruselas que el Gobierno central aún no había activado el Fondo Europeo de Solidaridad, a pesar de las promesas de Sánchez. Según Catalá, los afectados por la DANA necesitan “acceder al 100% de los fondos disponibles”, calificando de insuficientes los 1.500 millones de euros que España aspira a obtener. Para Catalá, la actitud del Ejecutivo ha sido “pasiva”, dejando a los ayuntamientos “trabajando a pulmón” para mitigar los daños.
El vicepresidente de la Generalitat Valenciana, Francisco José Gan Pampols, adoptó un tono más conciliador y señaló que agotar los plazos es una práctica habitual para garantizar una valoración precisa de los daños. No obstante, los afectados por la DANA consideran que esta explicación no es suficiente. A fin de cuentas, los daños son visibles y requieren soluciones inmediatas.
El retraso en la solicitud del Fondo Europeo de Solidaridad no solo ha encendido las críticas de los afectados por la DANA, también ha puesto de manifiesto la lentitud del proceso burocrático. Este fondo no está diseñado para dar respuestas rápidas, sino para apoyar la recuperación a largo plazo. Eso ha llevado a algunos expertos a cuestionar su utilidad en emergencias inmediatas.
Los afectados por la DANA han manifestado que las ayudas no pueden tardar meses en llegar. Según los datos de la Generalitat Valenciana, los daños ascienden a 17.682 millones de euros. Una cifra que supera con creces los 8.200 millones de euros repartidos por la Unión Europea desde la creación del fondo. Esto deja a muchas familias y empresas en una situación crítica.
¿Hay alternativas al Fondo Europeo de Solidaridad?
Dado el carácter limitado y lento del Fondo Europeo de Solidaridad, el Gobierno y las administraciones locales han explorado otras opciones. Los fondos de desarrollo regional (FEDER), que cuentan con 23.450 millones de euros asignados a España para el periodo 2021-2027, podrían utilizarse para apoyar a los afectados por la DANA. Además, el reglamento Restore, aprobado por el Consejo y el Parlamento Europeo, permite reubicar fondos no utilizados del plan de recuperación pospandemia para destinarlos a catástrofes naturales.