En el corazón de la Comunidad Valenciana, en el municipio de Anna, se encuentra una joya arquitectónica poco conocida pero de una belleza excepcional: el Castillo-Palacio de los Condes de Cervellón, cariñosamente apodado “la Alhambra de Valencia”. Este singular enclave no solo es un testimonio vivo del legado almohade en la región, sino que también ha captado la atención de Alejandro Amenábar, quien ha elegido este lugar para rodar su próxima película, El Cautivo, prevista para estrenarse en 2025.
Anna, situado en la zona baja del Canal de Navarrés y a menos de una hora de Valencia, es conocido como el “pueblo de los ojos de agua” por sus numerosos manantiales, fuentes y cascadas. Este pequeño municipio combina naturaleza y tradición, con su famoso Lago de Anna como principal atractivo natural. Sin embargo, el castillo ha comenzado a ganar protagonismo como un destino cultural de gran valor, atrayendo a visitantes que buscan algo más que paisajes.
El Castillo-Palacio de los Condes de Cervellón: una herencia arquitectónica viva
El castillo, cuya historia se remonta al siglo XII, fue inicialmente una fortaleza almohade construida durante la Valencia musulmana. Tras la reconquista de Jaime I de Aragón, pasó a manos de la Orden de Santiago y posteriormente a familias nobles como los Borja y los Condes de Cervellón. Durante su época de esplendor, alcanzó una extensión de 2.000 metros cuadrados y estaba protegido por un foso y una impresionante estructura defensiva.
Gracias a una cuidadosa restauración llevada a cabo entre 2001 y 2007 por el Ayuntamiento, el castillo ha recuperado gran parte de su esplendor original. Hoy en día, funciona como el Centro de Difusión Patrimonial, donde se pueden visitar diversas salas y espacios históricos que cuentan la historia del municipio y sus habitantes.
¿Por qué se le llama “la Alhambra de Valencia”?
El apodo de “la Alhambra de Valencia” se debe a los elementos arquitectónicos y decorativos que recuerdan al famoso conjunto monumental granadino. Entre sus principales atractivos destacan:
- Jardín almohade: Un espacio rodeado de plantas aromáticas, árboles frutales y fuentes coronadas por estrellas de ocho puntas, símbolos recurrentes en la arquitectura mozárabe y mudéjar.
- Harim: Inspirado en las estancias privadas de las mujeres en las casas musulmanas, este espacio fue restaurado por artesanos marroquíes que utilizaron técnicas tradicionales para recrear artesonados, yeserías y mosaicos del siglo XII.
- Aljibes: Dos estructuras originales de los siglos XII y XVII que reflejan la importancia del agua en la vida y cultura de Anna.
Una travesía histórica a través de sus estancias
Visitar el Castillo-Palacio de los Condes de Cervellón es como recorrer las páginas de un libro de historia. Desde sus orígenes como fortaleza musulmana hasta su transformación en un castillo señorial, cada rincón refleja una etapa diferente de su pasado.
Entre las salas más destacadas se encuentran:
- Sala Borja: Un homenaje a Isabel de Borja, primera baronesa de Anna y hermana de Alfonso de Borja, quien se convirtió en el papa Calixto III.
- Sala Cervellón: Dedicada a los Condes de Cervellón, una familia muy querida en el municipio que, tras el terremoto de 1748, ofreció refugio a los habitantes de Anna.
- Museo Etnológico: Ubicado en las antiguas caballerizas, este espacio reúne herramientas y objetos donados por los vecinos, ofreciendo una visión de la vida cotidiana en la región a lo largo de los siglos.