Como cada primavera, uno de los rincones más especiales de Madrid se transforma en un festival de color que parece sacado de una imagen de película muy alejada a España. Y es que en pleno corazón de la capital, el Real Jardín Botánico se convierte durante unas semanas en una parada obligatoria para los amantes de la naturaleza y la fotografía. El motivo: la floración de más de 20.000 tulipanes que, como cada abril, tiñen sus senderos de tonos vibrantes.
El epicentro de esta explosión floral se encuentra en la conocida Terraza de los Cuadros, que acoge cerca de 16.000 ejemplares. Sin embargo, estas flores de origen otomano también decoran otros rincones del jardín, como el Jardín de Invierno y el entorno del Pabellón Villanueva, donde los tulipanes se distribuyen en macetones que flanquean los caminos.
Los nombres de las variedades que aquí florecen son tan los siguientes: Ballerina, Apeldoorn, Shirley, Strong Gold o Barcelona son algunas de las especies que, con sus matices en rojo, violeta, amarillo y naranja, componen un mosaico vegetal que invita a dejarse caer por estos lugares para vislumbrar el espectáculo. Además, la experiencia va más allá de lo visual: pasear por estos senderos en plena primavera también ofrece un viaje sensorial y cultural que conecta con más de 400 años de historia botánica española, europea y mundial.

Cómo ver los tulipanes gratis
El precio habitual de entrada al Jardín Botánico es de 4 euros, pero hay una manera sencilla de acceder sin coste: los martes por la mañana, hasta las 13:30 h, la entrada es gratuita. Una oportunidad ideal para disfrutar de este espectáculo sin prisas y con menos afluencia, especialmente si se visita a primera hora, cuando la luz y la tranquilidad permiten apreciar cada detalle.
El horario de apertura es de 10:00 a 20:00, tiempo más que suficiente para contemplar la transformación de la luz sobre los pétalos a lo largo del día y recorrer otros espacios del jardín, como el Invernadero de Exhibición. Además de los tulipanes, en primavera florecen también lirios, narcisos, jacintos, azucenas o magnolias, ofreciendo un paseo lleno de aromas y color.
Una cita con la historia y la naturaleza
Lo que hoy es un plan perfecto de primavera tiene raíces históricas. La llegada de los tulipanes a Europa marcó el inicio de una auténtica fiebre floral en los Países Bajos del siglo XVII, conocida como “tulipomanía”. Este episodio histórico, que convirtió a estas flores en objeto de deseo y símbolo de lujo, resuena todavía entre los diferentes espacios del Jardín Botánico madrileño.
Además, durante esta temporada se organizan talleres, rutas guiadas y actividades educativas, como la observación de insectos polinizadores, especialmente entre los días 6 y 12 de abril. Una propuesta ideal tanto para curiosos como para familias, en un espacio que aúna arte, naturaleza y divulgación científica. Siendo este un plan perfecto para desconectar del bullicio y el estrés de la ciudad, en medio del corazón de Madrid y sin tener que dejarse una brutal cantidad de dinero.
Por eso mismo, si buscas un plan primaveral diferente, lleno de belleza y con historia, los tulipanes del Real Jardín Botánico de Madrid te esperan, especialmente los martes, sin tener que pagar entrada.