Madrid cuenta con más de 10.000 comercios, que se dice pronto. Sus calles están llenas de tiendas de todo tipo de productos, desde tecnología a prendas. Sin embargo, tan solo uno puede presumir de ser el más antiguo.
Se trata de la Farmacia Reina Madre, situada en el número 59 de la calle Mayor, muy cerca de la Puerta del Sol. Su historia, con más de 400 años, es de lo más sorprendente, sobre todo porque fue fundada por un alquimista veneciano.
Los orígenes de una farmacia histórica
La historia de la Farmacia de la Reina Madre se remonta a finales del siglo XVI, cuando en 1578 el alquimista valenciano Juan Bautista Juanini, al servicio de Felipe II, fundó la que en aquel entonces se conocía como la “Botica de la Corte”. Este establecimiento pronto se hizo famoso por sus remedios y cremas, convirtiéndose en un referente para la época.
Tras el fallecimiento de Juanini, la dirección pasó a manos de Melchor de Heredia, quien decidió renombrarla como “Farmacia de la Reina Madre” en honor a María Cristina de Habsburgo, esposa de Felipe V. A lo largo de sus más de cuatro siglos de historia, esta farmacia ha presenciado innumerables eventos históricos, manteniéndose como un lugar clave en la ciudad.
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Interior de la Farmacia de la Reina Madre
Un punto de encuentro para la nobleza y la cultura
Durante siglos, la farmacia ha contado con una distinguida clientela, incluyendo figuras ilustres de la nobleza y la cultura española. Personajes como Lope de Vega, Francisco de Quevedo, Pedro Calderón de la Barca y el Conde-Duque de Olivares acudieron a ella en busca de remedios y preparados exclusivos.
Aunque conserva gran parte de su mobiliario original, así como antiguos frascos de botica y un botiquín de época, uno de sus mayores atractivos es su sótano. Este alberga un pasadizo subterráneo que en su día conectaba con el Palacio Real, lo que ha dado pie a diversas teorías sobre su uso.
Entre la historia y la leyenda
Existen diferentes hipótesis sobre la función de este pasadizo. Algunos sostienen que era utilizado por el personal de palacio para obtener medicamentos sin recurrir a los farmacéuticos reales, ya que Isabel de Farnesio, esposa de Felipe V, confiaba más en este establecimiento. Otros creen que el famoso bandolero Luis Candelas lo empleó para una de sus fugas.
Hoy en día, la Farmacia de la Reina Madre sigue operando como farmacia, pero también se ha convertido en un atractivo turístico y un punto de referencia cultural en Madrid. Según José Daniel Jiménez, su titular desde 2016, diariamente se detienen frente a su puerta entre 200 y 300 turistas interesados en conocer su historia.
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Antigua Farmacia Reina Madre
Un legado reconocido
Además de continuar con su actividad farmacéutica, el establecimiento ofrece visitas guiadas para descubrir su historia, su decoración original y algunos de sus productos más emblemáticos. Con un equipo de seis profesionales, permanece abierto los 365 días del año.
En 2013, la Comunidad de Madrid declaró la farmacia Bien de Interés Cultural, reconociendo su valor histórico y su biblioteca especializada en farmacia y medicina. Un auténtico testimonio del pasado que sigue vivo en pleno corazón de la capital.