Llega el frío y el invierno a toda España y es el momento en que afloren las tradiciones tan peculiares de esta época del año. Esto ataña a las que tienen que ver con la vida en sí misma, con nuestras relaciones y claro está, con la comida. Y en este último punto hay pocas más representativas que los calçots, esa cebolla tierna que se come a la brasa y es muy típica de Cataluña, donde se hacen fiestas en torno a ella. Una buena parrilla, muchos amigos y salsa romescu, además de claro está, un buen babero para no mancharse.
Sin embargo, pese a que lo mejor para poder vivir la experiencia completa sea estar en el campo catalán para poder sentirse como un verdadero payés y degustar los calçots directamente donde se producen, hay otras muchas formas de comerlos y lugares para ello. Incluso en un sitio que parece tan alejado de ello como Madrid. Porque sí, en la capital hay cada vez más cultura de este producto y por ende más lugares donde se pueden probar. Estos son algunos de ellos:
Los mejores calçots de Madrid
El Economato
En el Barrio de las letras podemos encontrar esta taberna, que también tiene una ubicación en Chueca (Belén, 5), y en ambas llevan a cabo una cocina de mercado muy variada e interesante. Como tal, cuando estamos en temporada, no faltan a la cita sus siempre llamativas raciones de calçots. Vienen desde Valls a su barbacoa de carbón de encina, y en este lugar llevan años con este plato poco habitual en Madrid y cada vez son más los comensales fieles a la mesa ataviada de salsa romesco.
Can Punyetes
Tanto en el Barrio de las Letras como muy cerca de la Plaza Mayor podemos encontrar esta referencia indiscutible en Madrid en cuanto llega la temporada de calçots. Tiernos y jugosos, esta cadena de restaurantes catalana es perfecta para probar la “cocina catalana sana, sencilla y natural”. Su modo de preparación es el tradicional, a la brasa, y acompañados por una espectacular salsa Romesco que hará que se os haga la boca agua antes de que os podáis poner los baberos.
Candeli
Un lugar perfecto para la probar la espectacular gastronomía catalana. Se trata de unos especialistas en producto y no podían pasar de largo la temporada de calçots. Aprovechando esta época preparan un menú a la altura. Los calçots los preparan a la brasa con su salsa de calçots (muy similar a la salsa romesco) y los acompañan de brandada de bacalao gratinada, butifarra a la brasa con mongetes, unas chuletitas al carbón y, para finalizar, crema catalana con su azúcar quemada. Todo el menú, mínimo para dos personas, por 45 euros por comensal.
Can Bonet
Está en el corazón de Madrid (Avenida de Menéndez Pelayo) y se trata de un restaurante que nació en pleno confinamiento con la idea de traer hasta la capital la mejor cocina catalana. Y aprovechando la época de calçots, han creado un menú que además de esta típica hortaliza incluye también aperitivos y postres típicos catalanes.
Casa Jorge
Tienen más de 10 años de experiencia sirviendo calçots cada vez que llega la época y por eso tiene que estar en esta lista. Tiene una carta muy amplia donde incluye otros productos típicos catalanes como el pa amb tomaca o sus embutidos catalanes, pero sin duda su plato estrella es la calçotada acompañada de salsa romesco, por lo que para poder probar este plato es un enclave necesario en el barrio de la Prosperidad.