Castilla y León es una de las mayores joyas naturales de cuantas tenemos en España, y en este caso nos vamos a centrar en una de las provincias más ricas en esto, Segovia. En concreto nos vamos a desplazar hasta el Parque Natural de las Hoces del Río Duratón se extiende por el noreste de la provincia de Segovia. Y en él, el cauce fluvial atraviesa un profundo cañón que llega a superar lo 100 metros de desnivel, y se mezcla con una prolifera fauna en la que destacan los buitres leonados que anidan en las paredes rocosas. Además hay ciertas cuevas con pinturas rupestres y el patrimonio histórico de toda la zona completa este espectacular paisaje del interior de España.
Como es de esperar, el lugar es muy frecuentado por excursionistas que buscan adentrarse en la naturaleza segoviana. Por ejemplo, una de las mejores y más famosas actividades que se puede hacer aquí es la llamada Senda de los Dos Ríos, que nos conduce por el antiguo trazado de la muralla de Sepúlveda y nos lleva a lo largo y ancho de una de las zonas más espectaculares del país.
La Senda de los Dos Ríos
La Senda de los Dos Ríos se extiende por 5,2 kilómetros, y se recorre relativamente rápido, en apenas un tiempo estimado de 1 hora y 20 minutos. Por otro lado, el desnivel es de apenas 75 metros y la dificultad es baja. El punto de partida lo encontramos en el precioso pueblo de Sepúlveda, concretamente en la Casa del Parque, situada en la antigua Iglesia de Santiago. El edificio es en la actualidad un centro de recepción de visitantes, donde encontraremos información sobre las Hoces del Duratón y las rutas de senderismo que podemos hacer.
Desde aquí nos dirigimos hacia la Plaza Mayor de la villa, cruzaremos la puerta medieval del Ecce Homo y llegaremos a la iglesia de la Virgen de la Peña, patrona de Sepúlveda. Aquí, el Mirador de la Peña, nos regala unas vistas espectaculares de los paisajes de alrededor. Junto a la Casa Cuartel parte una pista que nos adentra ya en plena naturaleza y nos conduce hasta la Puerta de la Fuerza, una construcción románica que antaño fue uno de los accesos a la localidad. La cruzaremos y empezaremos a bajar por la antigua calzada romana.
Corta para intensa y bella
A continuación, llegamos al Puente de Picazos, con el que atravesaremos el río Duratón. Nos dirigimos aguas arriba, caminando junto al cauce y pasando por la presa de la antigua Fábrica de la Luz y el Puente de Talcano. La senda nos lleva ahora a un pequeño aparcamiento donde veremos unos peldaños de piedra con los que bordearemos la Silla de Montar a Caballo, una curiosa formación geológica llamada pliegue de rodilla.
Y después será el río Caslilla el que se cruce en nuestro camino, de modo que cruzaremos por el Puente de Palmarejos. Finalmente, pasando por la Puerta del Castro, llegaremos a la Puerta de Duruelo y de nuevo estaremos en el casco antiguo de Sepúlveda.
Además de la espectacular belleza natural del lugar, Segovia en general y esta zona en particular destacan por su gran gastronomía, puesto se come como en pocos sitios y llevar a cabo una ruta tan sumamente bella y acabarla con un gran plato de comida tradicional es uno de los mejores placeres que se pueden experimentar.