CASTILLA Y LEÓN

El cristo de Ávila que procesiona en Semana Santa y acompañó a los Reyes Católicos en sus campañas bélicas

El Cristo de las Batallas, conocido así por acompañar a los Reyes Católicos en su Reconquista, sigue siendo una de las imágenes más queridas de Ávila

Procesión del Cristo de las Batallas en la Semana Santa de Ávila.

Ávila, ciudad de murallas y tradición, custodia una de las imágenes más emblemáticas de la Semana Santa castellana: el Cristo de las Batallas. Más que una simple talla religiosa, esta imagen ha trascendido los siglos como un símbolo de devoción y protección, pues no solo ha sido protagonista en las procesiones de la Pasión, sino que también acompañó a los Reyes Católicos en sus campañas militares, siendo testigo de importantes momentos de la historia de España.

Un Cristo de guerra y fe

Esta imagen del Cristo crucificado tiene su origen en el siglo XV. Según la tradición, el monarca Fernando II de Aragón llevaba consigo esta talla en sus expediciones militares, usándola como emblema de fe y protección en las batallas contra los musulmanes. Durante la conquista de Granada en 1492, el Cristo de las Batallas estuvo presente en el campamento real, siendo un símbolo de la unión de la cruz y la espada en la causa cristiana.

Su relación con la milicia continuó con los siglos. La imagen fue custodiada por órdenes militares y se mantuvo como un icono de la victoria cristiana. No solo era una referencia espiritual para los soldados, sino que se creía que su presencia en el campo de batalla otorgaba protección divina.

Procesión en la Semana Santa de Ávila

Hoy en día, el Cristo de las Batallas es una de las imágenes más representativas de la Semana Santa abulense. Su procesión, marcada por la solemnidad y la devoción, es uno de los momentos más esperados por los fieles y visitantes. La imagen recorre las calles empedradas de la ciudad, envuelta en un ambiente de recogimiento y respeto, mientras los cofrades avanzan al ritmo de tambores y saetas.

La procesión suele tener lugar en la noche del Jueves Santo, cuando la talla es trasladada desde su capilla hasta la Catedral de Ávila, recorriendo los lugares más emblemáticos de la ciudad amurallada. Su presencia recuerda no solo la pasión de Cristo, sino también la historia de un país que se forjó entre la fe y la lucha.

La devoción perdura

A lo largo de los siglos, el Cristo de las Batallas ha sido objeto de profunda veneración. En Ávila, se le atribuyen numerosos milagros y su imagen es considerada un símbolo de protección para la ciudad. Muchos creyentes acuden a su capilla durante todo el año para pedir su intercesión y rendirle homenaje.

Además de su significado religioso, esta talla es una obra de arte de incalculable valor. Su expresión serena pero poderosa, así como su cuidada elaboración, la convierten en una de las joyas del patrimonio escultórico de Castilla y León. La combinación de historia, arte y devoción hacen del Cristo de las Batallas una imagen única en la tradición española.

Un legado que sigue vivo

A pesar del paso de los siglos, el Cristo de las Batallas sigue siendo una de las imágenes más queridas de Ávila. Su historia, ligada a la épica de los Reyes Católicos, su papel en la Semana Santa y la profunda devoción que despierta en los fieles lo convierten en un símbolo imperecedero de fe y resistencia.

Cada año, cuando vuelve a recorrer las calles de la ciudad amurallada, los abulenses recuerdan no solo su historia militar, sino también el mensaje de sacrificio y esperanza que representa. Así, el Cristo que acompañó a los monarcas en sus conquistas sigue guiando espiritualmente a quienes lo veneran en el presente.

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