Salvador Illa ya tiene atada su investidura como presidente de la Generalitat, pero todavía hay cosas que escapan a su control. El líder del PSC siguió en la sede de su partido, en la calle Pallars de Barcelona, la votación de la militancia de ERC y respiró aliviado al saber que el 53,5 había avalado finalmente el pacto de investidura que le convertirá en titular de la Generalitat. No sabe, sin embargo, si ERC entregará los 20 votos afirmativos de sus 20 diputados en la primera sesión de investidura o si, por el contrario, el grupo republicano optará por la abstención y tendrá que esperar a una segunda sesión.
Consciente de que la votación de las bases de ERC reflejó la división del partido (3.397 afiliados votaron a favor del pacto de investidura alcanzado con el PSC y 2.847 lo hicieron en contra), la secretaria general de ERC, Marta Rovira, habló de que el resultado fue “un sí vigilante, un sí exigente”. Y siendo esta la lectura hecha de la votación, la secretaria general de ERC cree que es obligatorio situar a su partido en la oposición y también lo es dedicarse a apretar las tuercas a los socialistas.
Así que lo que seguirá en breve son nuevas reuniones entre los equipos negociadores de PSC y ERC para pactar el calendario de la sesión de investidura y el sentido del voto de los 20 diputados republicanos. O, mejor dicho, de los 19 porque hay uno (el de la diputada Mar Besses, que, responde a las instrucciones políticas de las Juventudes de ERC y estas pueden actuar con autonomía según el protocolo de relaciones que mantienen con la dirección republicana).
Hoy, ejecutivas de PSC y Junts
Antes de eso, se producirán dos ejecutivas de importancia. Las dos tendrán lugar este sábado. La primera la celebrarán los socialistas catalanes e Illa tomará finalmente la palabra después de días y días de silencio. Tanto silencio, no solo suyo sino también de los dirigentes de su partido, se ha debido a una imposición de ERC, que consideró que esta era la mejor manera de facilitar que sus bases aprobaran el acuerdo de investidura. Pero estos silencios dejan dudas de calado: ¿el PSC considera que ha aprobado el concierto económico para Cataluña, tal y como asegura Esquerra?
La segunda ejecutiva la celebrará Junts de forma telemática. Y aquí la gran cuestión es cómo va a abordar el partido independentista el prometido regreso de Carles Puigdemont para asistir de forma presencial a la sesión de investidura. Illa comunicará este mismo sábado al presidente del Parlament, Josep Rull, su intención de someterse a la sesión de investidura al haber reunido los apoyos necesarios y a Rull le tocará poner en marcha una ronda de contactos con los grupos parlamentarios para constatar la visión política de todos ellos (no solo la orientación de su voto, sino también su opinión sobre los tiempos). Por mucha prisa que se dé Rull, la primera fecha posible sería la del miércoles 7 de agosto.
La derivada en Barcelona
Por otra parte, el sí de la militancia al pacto con el PSC podría allanar el camino para que los 5 concejales de ERC en Barcelona entren en el gobierno municipal de los socialistas, liderado por Jaume Collboni. Ambas formaciones llegaron a un principio de acuerdo en junio y la militancia de ERC debía decidir si lo avalaba o no. La Federación de Barcelona de ERC organizó una votación el 13 de junio, pero acabó aplazando porque la asistencia de militantes (unos 500) desbordó el aforo del Orfeó Martinenc.