OPA hostil

Christine Lagarde pondrá la lupa sobre la solvencia

El BCE tiene que autorizar la operación y ser absolutamente prudente para asegurar la estabilidad del sistema financiero en la zona euro

La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde.

La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde EFE/EPA/RONALD WITTEK

En el tenso escenario de la adquisición hostil propuesta por el BBVA sobre el Banco Sabadell, hay otra figura clave: Christine Lagarde, presidenta del Banco Central Europeo (BCE). La entidad que preside también tendrá que pronunciarse sobre esta operación para garantizar su solvencia.

La abogada y política francesa, que lidera los rankings de “mujeres más poderosas del mundo”,  fue la primera francesa en ocupar el cargo de ministra de Finanzas de Francia (2007-11). También la primera directora general del Fondo Monetario Internacional (FMI; 2011-19) un cargo que abandonó para también romper el techo de cristal y convertirse en presidenta del BCE.

Así, el vicepresidente del BCE, Luis de Guindos, ha dejado claro que cualquier adquisición entre estos bancos españoles requiere la autorización del BCE, siempre basada en los principios de solvencia y prudencia.

Autorización del BCE

“El BCE tiene que autorizar la operación”, declaró De Guindos en un almuerzo-debate organizado por la Asociación Panel Cívico en Madrid. Además, subrayó la necesidad de “ser absolutamente prudentes”, ya que lo que busca el BCE es “la estabilidad del sistema financiero en la zona euro”.

De Guindos también destacó que esta autorización depende de que la operación cumpla con los principios de solvencia y prudencia, asegurando la estabilidad del sistema financiero. “Nosotros lo que buscamos es la estabilidad del sistema financiero en la zona euro, y España es un país importante”, añadió.

Recordó que, aunque el BCE prefiere la consolidación entre bancos de diferentes países, esta no siempre es posible por motivos legales y nacionales, así como por la falta de una unión bancaria. A pesar de que el BCE no diseña operaciones, es su función autorizar fusiones o adquisiciones con el fin de garantizar un sistema financiero estable.

Por otro lado, en cuanto a temas relacionados con la competencia, De Guindos aclaró que corresponde a las autoridades nacionales o comunitarias. “Las cuestiones de competencia no corresponden al supervisor bancario de la zona euro”, explicó. Además, hizo hincapié en que la concentración bancaria varía en los distintos países de la zona euro y que definir el mercado relevante es crucial. “La definición de mercado relevante es importante, no es lo mismo España que un mercado a nivel local”, señaló.

Expectativas del BBVA

Horas antes, Carlos Torres, presidente de BBVA, había confirmado que el BCE estaba al tanto del interés de su banco en adquirir Banco Sabadell. Aunque la operación convertiría a BBVA en un gigante europeo con más de un billón de euros en activos, Torres confía en que el organismo presidido por Christine Lagarde apoyará la aprobación.

“Al BCE le gusta la consolidación, le gustaría que hubiera entidades más grandes y fusiones transfronterizas”, declaró Torres en la rueda de prensa posterior al anuncio de la OPA hostil sobre Sabadell. Añadió que esta adquisición los convertiría en el primer o segundo banco de España, con cuotas superiores al 22%.

Sin embargo, el BBVA se enfrenta a un proceso formal de solicitud de autorización tanto al BCE como al Banco de España y a las autoridades de competencia en España y Reino Unido.

“Se inicia el plazo para pedir las regulaciones al BCE, al Banco de España y a las autoridades de competencia en España y Reino Unido; estimamos un periodo de seis meses”, afirmó Torres. Añadió que el BCE conocía la operación iniciada con una oferta de fusión al Sabadell, la cual fue rechazada y terminó en una OPA hostil. Además, indicó que la aprobación de la adquisición “dependerá de los distintos supervisores” y se espera que el proceso dure unos seis meses.

¿Qué es una OPA hostil?

Una OPA hostil es una oferta pública de adquisición en la que una empresa intenta comprar otra sin el consentimiento del consejo de administración de la empresa objetivo. Se diferencia de las OPAs amistosas porque no cuenta con el respaldo de la empresa que se pretende adquirir. Las características de una OPA hostil incluyen el hecho de que no es colaborativa y se realiza sin la cooperación del consejo de administración; es una oferta directa a los accionistas y se ofrece un precio superior al del mercado para persuadir a los accionistas; e incluye una estrategia agresiva, ya que se pueden emplear tácticas como la compra rápida de acciones en el mercado abierto.

El proceso de una OPA hostil se desarrolla en varias etapas. En primer lugar, la empresa adquirente realiza una evaluación detallada de la empresa objetivo, incluyendo su valoración financiera, la distribución de sus accionistas y las posibles sinergias tras la adquisición. Si el consejo de la empresa objetivo rechaza negociar, la adquirente puede ofrecer comprar directamente a los accionistas, generalmente a un precio más alto que el valor de mercado.

Después, se lleva a cabo una campaña de persuasión para convencer a los accionistas de las ventajas de la oferta, a menudo enfrentando la campaña de resistencia del consejo de la empresa objetivo. Si la oferta es aceptada por suficientes accionistas, la empresa adquirente toma el control de la empresa objetivo, incluso en contra de la voluntad de su actual liderazgo.