Última hora sobre el permiso parental retribuido de 8 semanas: ¿qué sucede?

El permiso parental retribuido de 8 semanas representa un paso más en la consolidación de la conciliación laboral y familiar en España

Permiso parental de 8 semanas - Economía
Dos padres miran con felicidad y devoción a su hijo recién nacido Licencia Unsplash

El debate sobre el permiso parental retribuido de 8 semanas está más candente que nunca. Desde que el Parlamento Europeo estableciera la Directiva 2019/1158 para regular y garantizar este derecho en todos los Estados miembros, el retraso de España en su aplicación ha generado controversia, dudas y una notable preocupación por parte de familias y profesionales. A lo largo de este artículo, analizaremos el porqué de esta demora, cuáles son las implicaciones reales para madres y padres, y qué cabe esperar en los próximos meses.

¿Qué es realmente este permiso?

En primer lugar, resulta fundamental entender en qué consiste exactamente el permiso parental retribuido de 8 semanas. De acuerdo con la citada Directiva, todos los trabajadores, sean por cuenta ajena o autónomos, han de contar con la posibilidad de disfrutar de un periodo retribuido de hasta 8 semanas para atender las necesidades de sus hijos e hijas en los primeros años de vida. Este planteamiento, más allá de un simple descanso laboral, responde al objetivo europeo de fomentar la conciliación de la vida familiar y profesional, un ámbito que, sin duda, sigue siendo un reto importante en la sociedad española.

¿Por qué hay polémica con el permiso parental retribuido de 8 semanas?

La polémica surge en torno al hecho de que este permiso parental retribuido de 8 semanas lleva meses, por no decir años, pendiente de una implementación plena en España. El Estado español está obligado a adaptar su normativa interna a la legislación comunitaria, pero no lo ha hecho a tiempo. De hecho, esta demora ya le ha supuesto una sanción de 7 millones de euros impuesta por las instituciones europeas. Algo que pone de manifiesto la relevancia que en la Unión Europea se da a la conciliación familiar y la importancia de que todos los países miembros cumplan con unos mínimos de protección a la infancia y a los progenitores.

Última hora sobre el permiso parental retribuido de 8 semanas: ¿qué sucede?

Un grupo de personas con banderas de la Unión Europea en sus manos | Shutterstock

La Directiva Europea 2019/1158, publicada en el Diario Oficial de la Unión Europea y referida a la “conciliación de la vida familiar y la vida profesional de los progenitores y los cuidadores”, establecía que el permiso parental retribuido de 8 semanas debía estar en vigor antes del 2 de agosto de 2022. Sin embargo, en el caso de España, los procedimientos legislativos y administrativos se han alargado más de lo previsto y, a día de hoy, este derecho aún no se encuentra plenamente implantado. Aunque se ha especulado con la posibilidad de que finalmente entre en vigor a lo largo de 2025, por el momento seguimos a la espera de confirmación oficial.

Para comprender mejor la situación, conviene repasar algunos de los hitos más relevantes en relación con el permiso parental retribuido de 8 semanas. Por un lado, la publicación de la Directiva en el BOE el 12 de julio de 2019, que marcaba el inicio del periodo de adaptación. Por otro, las sucesivas reformas y propuestas legislativas que, por diferentes razones, no han salido adelante o se han visto frenadas en el Congreso. Además, el BOE de 29 de junio de 2023 volvió a señalar la necesidad de poner en marcha esta cobertura antes de finalizar dicho año, pero, llegado el momento, el retraso continuó. Esto ha ocasionado gran inseguridad jurídica en las familias que necesitan conocer sus derechos con suficiente antelación para poder planificar su vida familiar.

¿Cuál es la situación exacta en nuestro país?

En este punto, es importante aclarar que el permiso parental retribuido de 8 semanas difiere de otros permisos existentes en la actualidad. Hoy por hoy, en España, se reconoce un permiso parental de 16 semanas por nacimiento, al que se añaden 3 semanas más por lactancia, tal y como especifica la Seguridad Social. Se llega, por tanto, a 19 semanas que, sin embargo, no obedecen exactamente a la regulación que la Directiva comunitaria estipula y que, reiteramos, se centra en esa prestación europea de 8 semanas adicionales. Lo que se persigue con esta nueva medida es reforzar y complementar los derechos ya vigentes para equilibrar la vida laboral y familiar.

Una de las razones por las que el permiso parental retribuido de 8 semanas cobra una especial importancia es que está pensado tanto para madres como para padres, de manera que ambos cuenten con tiempo de dedicación al menor en condiciones de igualdad. Durante siglos, se ha cargado todo el peso del cuidado en la madre, con consecuencias negativas para la igualdad de género en el ámbito laboral y social. Con este permiso, se busca que ambos progenitores (o cuidadores legales) puedan distribuirse las responsabilidades y, además, compartir un momento crucial en el desarrollo infantil sin sufrir mermas económicas.

Por otro lado, la cuestión de la financiación ha sido uno de los escollos que han dificultado la implementación efectiva del permiso parental retribuido de 8 semanas. Aunque la Directiva reconoce la necesidad de que sea un permiso financiado por la Seguridad Social para no perjudicar a las empresas ni a los trabajadores, queda por concretar el mecanismo exacto de cobertura. Por lo general, se espera que el Estado asuma una parte significativa del coste para no sobrecargar al tejido empresarial. Especialmente, en el caso de las pequeñas y medianas empresas, que forman la mayoría del entramado productivo español.

¿Qué requisitos debes cumplir para solicitar el permiso parental retribuido de 8 semanas?

A la hora de solicitar el permiso parental retribuido de 8 semanas, es esencial tener en cuenta algunos requisitos. El primero es que se debe comunicar la intención de disfrutarlo con al menos 10 días de antelación a la fecha de inicio. Este plazo, contemplado en los borradores legislativos y en las discusiones del Gobierno, se considera necesario para que la empresa pueda organizar los recursos y planificar la sustitución, si procede. El segundo punto clave es la protección contra el despido: la empresa no puede rescindir el contrato de un trabajador mientras está de permiso, lo que ofrece una tranquilidad fundamental a las familias que desean ejercer este derecho.

Última hora sobre el permiso parental retribuido de 8 semanas: ¿qué sucede?

Unos padres disfrutan con su hijo en casa | Shutterstock

Las implicaciones para los trabajadores autónomos también merecen mención. Tal y como se prevé para el futuro, el permiso parental retribuido de 8 semanas no sólo se aplicará a empleados por cuenta ajena, sino también a quienes trabajen por cuenta propia. Este aspecto es crucial en un país donde el autoempleo es una salida laboral importante para muchas personas. Asimismo, se plantea la necesidad de diseñar una fórmula especial que permita a los autónomos tomarse estas 8 semanas sin perder la totalidad de sus ingresos, siempre en línea con la cotización que realicen a la Seguridad Social.

¿Podría aumentar la natalidad con este permiso?

Otro aspecto que no se puede pasar por alto es el posible impacto positivo que el permiso parental retribuido de 8 semanas tendría en la natalidad. España es uno de los países europeos con menor tasa de nacimientos. Y ello se asocia a menudo con la falta de ayudas y garantías para poder criar a los hijos con seguridad económica. Al asegurar un período retribuido, muchas parejas podrían plantearse la maternidad y paternidad con mayores garantías, favoreciendo así la recuperación demográfica y la sostenibilidad del sistema de pensiones a largo plazo.

Por supuesto, no todo son ventajas ni el panorama es completamente idílico. Algunas empresas temen que la implantación definitiva del permiso parental retribuido de 8 semanas suponga un aumento de la carga burocrática y administrativa. Y, para ciertos sectores productivos, la ausencia simultánea o alternada de varios empleados puede generar dificultades de organización. Sin embargo, numerosos estudios en otros países europeos que ya han aplicado la Directiva apuntan a que, con una correcta planificación y una adecuada cobertura de la Seguridad Social, se minimizan los impactos negativos y se potencia la productividad en el largo plazo gracias a una plantilla más satisfecha y comprometida.

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