“La política de los Estados Unidos es maximizar la administración de nuestra riqueza nacional para el beneficio exclusivo de los ciudadanos estadounidenses. Con este fin, es en interés del pueblo estadounidense que el Gobierno Federal establezca un fondo soberano de riqueza para promover la sostenibilidad fiscal, reducir la carga impositiva sobre las familias y las pequeñas empresas estadounidenses, establecer la seguridad económica para las generaciones futuras y promover el liderazgo económico y estratégico de los Estados Unidos a nivel internacional”. Esta es la misión del nuevo fondo soberano anunciado por Donald Trump.
El pasado 3 de febrero, Trump firmó la orden ejecutiva para su constitución. Según consta en la dicha orden, los secretarios de Comercio y el Tesoro presentarán un plan para dicho fondo en el plazo de 90 días, con el objetivo según explicó en rueda de prensa, Scott Bessent, secretario del Tesoro de que esté en funcionamiento en los próximos doce meses. En Artículo14 analizamos las implicaciones de esta decisión con Judith Arnal, investigadora sénior en el Centre for European Policy Studies.
Consecuencias
– Estados Unidos ha sido históricamente contrario a la creación de un fondo soberano. ¿Este cambio con la llegada de Donald Trump qué consecuencias puede tener en las relaciones comerciales mundiales dada la política proteccionista del nuevo presidente?
La idea de un fondo soberano en Estados Unidos no es nueva y ya había sido considerada en la administración Biden, según el Financial Times y el New York Times. Sin embargo, su implementación bajo una presidencia de Trump podría tener implicaciones geopolíticas significativas, dependiendo de su diseño.
Un aspecto clave es la fuente de financiación. Si los ingresos arancelarios se utilizan para nutrir el fondo, esto podría consolidar una estrategia proteccionista. En cuanto a su política de inversión, existen distintas posibilidades: Trump ha insinuado la compra de TikTok, lo que intensificaría las tensiones con China; también podría destinarse a fortalecer empresas estratégicas nacionales para limitar la entrada de capital extranjero. Otra opción sería la compra de Bitcoin para crear una reserva estratégica de criptoactivos.
En cualquier caso, los detalles del fondo determinarán su impacto en las relaciones económicas internacionales. Si se orienta hacia la competencia con China o la protección de sectores clave, podría acelerar la fragmentación económica global y fortalecer tendencias de desglobalización.
Politización
– ¿Cabe anticipar alguna marcada diferencia de este fondo con los ya existentes?
Un fondo soberano estadounidense presentaría diferencias significativas respecto a los ya existentes en otros países, tanto en su estructura como en su propósito. La mayoría de los fondos soberanos, como los de Noruega, Emiratos Árabes o Singapur, se financian con excedentes de recursos naturales o superávits comerciales, lo que les permite operar con una visión de largo plazo y estabilidad financiera. En el caso de Estados Unidos, si el fondo se financia con ingresos arancelarios, como ha sugerido Trump, esto supondría un enfoque novedoso, ya que transformaría una herramienta de política comercial en un instrumento financiero estratégico.
Además, la estrategia de inversión podría diferir sustancialmente. Mientras que muchos fondos soberanos buscan maximizar retornos diversificando sus activos a nivel global, un fondo estadounidense bajo una administración proteccionista podría orientarse más hacia la seguridad económica y la competencia geopolítica. Esto significaría, por ejemplo, invertir en sectores estratégicos como semiconductores, energía y defensa, con el objetivo de reducir la dependencia de China y otros rivales. También podría utilizarse para proteger a empresas nacionales de adquisiciones extranjeras, algo que reforzaría la lógica de “America First”.
Por último, otro aspecto clave sería el grado de politización del fondo. Mientras que en otros países estos fondos suelen operar con cierta independencia del gobierno para garantizar estabilidad y rentabilidad, en Estados Unidos, especialmente bajo Trump, es probable que el fondo esté más influenciado por decisiones políticas. Esto podría convertirlo en un arma económica en disputas comerciales, con implicaciones directas en la relación con aliados y competidores.
En clave nacional
– España es un país atractivo para estos fondos, con una inversión de 6.900 millones de euros en 2023. ¿Qué implicaciones supone para las empresas españolas?
La entrada de fondos soberanos de otros países en el capital de empresas españolas tiene muchas ventajas, pero también puede traer aparejados riesgos.
Aquellos fondos soberanos que guíen sus decisiones por criterios estrictamente financieros y busquen inversiones a largo plazo y estabilidad, proporcionarán un respaldo financiero sólido a las compañías españolas, permitiendo su expansión y desarrollo de proyectos innovadores. Además, la entrada de estos fondos puede contribuir a mejorar la profesionalización de la gestión empresarial y aportar nuevas alianzas estratégicas a nivel internacional. No obstante, puede haber riesgos derivados de aquellos casos en los que los fondos soberanos buscan entrar en el capital de empresas estratégicas españolas por razones de control geopolítico.
Geopolítica
– ¿Existe un riesgo real de que los fondos soberanos más que un mero instrumento de inversión sean una vía estratégica de los Estados para un control geopolítico?
El riesgo existe, efectivamente. Para evitar su materialización, se han reforzado los mecanismos de control de inversiones extranjeras entrantes en España. Es fundamental que estos mecanismos funcionen de manera ágil y eficaz, sin desalentar la entrada de inversiones que pueden ser beneficiosas para el país. Pero es importante ir más allá y garantizar que nuestras empresas son competitivas y que esta competitividad se refleja en sus cotizaciones de mercado. Es la mejor receta para evitar que nuestras empresas estratégicas acaben controladas por actores geopolíticos extranjeros a precio de derribo.
Mujeres al frente
– Llama la atención la poca presencia de mujeres en la dirección de los fondos soberanos. ¿Qué impacto tendría una mayor presencia femenina en la toma de decisiones de inversión? ¿Habría más interés por sectores que ahora no están siendo considerados?
No me gusta pensar que existen grandes diferencias en la manera en que los hombres y las mujeres gestionamos las cosas. A lo largo de mi experiencia profesional, no he visto grandes diferencias en cómo mis compañeros, hombres y mujeres, abordaban los asuntos profesionales. Pero dejando a un lado mi intuición y experiencia personales y centrándome en las conclusiones de diversos estudios, parece que una mayor presencia femenina podría impactar positivamente las decisiones de inversión. Según estos análisis, las mujeres tendemos a considerar un rango más amplio de factores en nuestra toma de decisiones, lo que podría resultar en una mejor gestión del riesgo y una mayor diversificación de las carteras. Esto podría llevar a los fondos soberanos a considerar sectores que actualmente no están siendo priorizados, como la salud, la educación o el desarrollo sostenible.