A partir de enero, los bancos en España cambiarán la forma en que gestionan las transferencias inmediatas. Un servicio que hasta ahora conllevaba un coste extra para los clientes. La nueva normativa europea, que entrará en vigor en el primer mes de 2024, obligará a las entidades financieras a ofrecer transferencias inmediatas de forma gratuita o al mismo precio que las transferencias estándar. Este cambio impactará tanto en el sector bancario como en los millones de usuarios que, hasta el momento, estaban sujetos a cargos adicionales por estas operaciones.
La normativa europea que entra en vigor en enero tiene como objetivo equiparar los costes entre las transferencias estándar y las inmediatas. Actualmente, las transferencias inmediatas, que permiten que el dinero llegue al destinatario en menos de 10 segundos, tienen un coste que oscila entre los 0,95 y los 12 euros, dependiendo de la entidad. En contraste, las transferencias estándar suelen ser gratuitas en la mayoría de los casos. Pero pueden tardar hasta dos días en completarse.
Con la nueva regulación, las entidades financieras estarán obligadas a ofrecer las transferencias inmediatas al mismo precio que las estándar. Lo que en la práctica implicará que serán gratuitas para la mayoría de los clientes. Esta medida es parte de un esfuerzo por modernizar y agilizar los sistemas de pagos en toda la Unión Europea, facilitando que el dinero pueda moverse sin barreras de tiempo ni coste entre los usuarios y empresas.
La estrategia de los bancos frente a este cambio
Algunas entidades, como Openbank, ya han comenzado a adaptarse a la nueva regulación y ofrecen transferencias inmediatas gratuitas a ciertos clientes, como aquellos que tienen una cuenta nómina. Sin embargo, muchas otras entidades han decidido esperar hasta el mes de enero para implementar estos cambios de forma masiva.
Los bancos tienen dos posibles rutas para afrontar esta nueva normativa:
- Ofrecer las transferencias inmediatas de manera gratuita.
- Cobrar por las transferencias estándar para equilibrar el coste entre ambas opciones.
Sin embargo, la segunda opción parece poco probable. A fin de cuentas, los clientes están habituados a realizar transferencias estándar sin coste. Un cambio en este sentido podría provocar una fuerte reacción negativa.
Este nuevo escenario también supone una oportunidad para que las entidades financieras innoven en los servicios que ofrecen a sus clientes. La competencia en el sector bancario es feroz. Ofrecer transferencias inmediatas gratuitas se convertirá en un estándar, y eso llevará a los bancos a buscar otras formas de fidelización, como mejoras en sus plataformas digitales o la incorporación de servicios adicionales.