El Ministerio de Trabajo tiene claro que las empleadas del hogar deberán registrar digitalmente sus horas de trabajo como cualquier otro trabajador, pero reconoce que tendrá que buscar una fórmula ante una realidad: no existen empresarios. “Es necesario darle una ‘vuelta técnica adicional’”, admitió Joaquín Pérez Rey, secretario de Estado de Trabajo, quien recordó que este registro viene impuesto por las sentencias del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE).
El pasado 19 de diciembre, el TJUE se pronunció a favor de que los empleadores domésticos también cuenten con un sistema que permita registrar la jornada diaria de las trabajadoras para garantizar que sus horas de trabajo se ajustan a lo acordado y puedan reclamar sus derechos en caso de despido. Esto supuso una llamada de atención a la regulación española del servicio del hogar familiar y a la inexistencia de registro horario en esta actividad.
Registro horario
Hasta ahora, la doctrina seguida por el Ministerio de Trabajo ha sido excluir a las empleadas del hogar del registro de jornada obligatorio en España desde 2019. Si bien el Real Decreto ley 8/2019, de 8 de marzo, establece que todos los trabajadores deben fichar al inicio y al final de su jornada, se señalan algunas excepciones, entre otras las relaciones laborales de carácter especial, en las que se incluyen, según el artículo 2 del Estatuto de los Trabajadores, las empleadas del hogar.
Todo cambiará cuando se apruebe el Anteproyecto de ley para la reducción de la duración máxima de la jornada ordinaria de trabajo, el registro de jornada y el derecho a la desconexión. En virtud de esta nueva norma, se hará un registro digital que será accesible de forma remota para la Inspección de Trabajo. “Las empleadas del hogar son un colectivo en el que el tiempo de trabajo también tiene que quedar controlado. Es realmente necesario darle una vuelta técnica adicional para garantizar su derecho a que su horario se registre y sea controlado en los mismos términos que cualquier otro trabajador”, aclaró Pérez Rey.
SMI, desde el 1 de enero
Junto con el registro horario digital, la reducción de la jornada semanal a 37,5 horas y la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) serán dos cuestiones determinantes para los empleadores del servicio doméstico. Según las previsiones de Trabajo, el SMI será la primera cuestión en pactarse con los agentes sociales. La negociación comenzará después de Reyes y Yolanda Díaz tiene clara su línea roja: como mínimo, subirá según el IPC de 2024, es decir, un 2,8% para garantizar que no se pierde poder adquisitivo.
Una vez que Trabajo acuerde con los sindicatos la cuantía de la revalorización, esta se aplicará con carácter retroactivo desde el 1 de enero de 2025. Será entonces cuando se actualicen también las bases mínimas de cotización para las empleadas del hogar, como lo prevé en su artículo 80 el Real Decreto-ley 9/2024 de 23 de diciembre. Esta norma establece, a su vez, la prórroga del SMI (artículo 87) hasta que haya un nuevo acuerdo.
Caída en el régimen especial
En 2024, las trabajadoras afiliadas en el Régimen Especial de Empleadas del Hogar sumaron 338.707 personas, lo que supone una caída de más del 7% en relación con el año 2020, cuando sumaban 364.768 afiliadas. Desde el año 2015, cuando se alcanzó el máximo de afiliación de mujeres en este régimen, con 408.470 en diciembre, el número de empleadas del hogar ha ido en retroceso. ¿Cuál es la razón que explica esta caída de la afiliación?
Tanto para Trabajo como para Seguridad Social, las claves hay que buscarlas en la profesionalización de los servicios. Es decir, cada vez son menos las personas que se contratan particularmente, principalmente las mujeres son las responsables de dar de alta a las empleadas del hogar, y se opta por empresas. Esto se refleja en la estadística ya que en esta modalidad pasan a formar parte del Régimen General.
Los derechos no afectan al empleo
“No creo que se pueda establecer una correlación entre la pérdida de afiliación de las empleadas del hogar y la recuperación de derechos; más que la recuperación, el reconocimiento por primera vez de derechos a un colectivo que ha estado históricamente discriminado y apartado de las más elementales garantías laborales”, afirmó el secretario de Estado de Trabajo. En su opinión, la caída de afiliación es “muy anterior” a todas las reformas que han tenido que ver con la restitución de derechos a las empleadas del hogar y tiene que ver más con un cambio en el modelo de contratación.
Por su parte, el secretario de trabajo de la Seguridad Social, Borja Suárez, añadió que con carácter general se aprecia una pérdida de afiliados en todos los sistemas especiales dentro del régimen general. “Esto tiene una causa fundamental y es la mejora de la calidad del empleo. Hemos insistido en la mejora de las tasas de crecimiento de las actividades con mayor valor añadido y una de las consecuencias es que se resiente el peso que tiene ese tipo de empleos de menor calidad. Yo creo que es una señal más de progreso que de otra cosa”, concluyó.