Las últimas cifras de Eurostat revelan que España lidera el paro entre mujeres en la Unión Europea (UE). Es el segundo país con mayor desempleo femenino, solo superado por Grecia.
En marzo de 2024, mientras que la tasa de desempleo general en la UE alcanzaba un 6,5%, estable respecto a febrero, en España esta cifra subió hasta el 11,7%, situándola como la nación con la tasa más elevada de desempleo dentro del bloque. Este indicador no solo refleja una crisis momentánea, sino una constante que ha mantenido a España en los niveles más altos del paro en la eurozona durante varios períodos consecutivos.
Y el desempleo femenino es más pronunciado. Según Eurostat, la tasa de desempleo para las mujeres en la UE se mantuvo en un 6,4% en marzo de 2024, una cifra que no experimentó cambio alguno desde febrero. En España, esta tasa de duplica y supera el 13%.
Sin embargo, en el área del euro, el desempleo femenino alcanzó un 7,0%, también estable respecto al mes anterior. En contraste, el desempleo masculino en la UE bajó ligeramente de un 5.8% a un 5,7% en el mismo período, mostrando una leve pero importante disparidad de género en el acceso al empleo. Las políticas de empleo y las condiciones del mercado laboral continúan mostrando diferencias marcadas en el tratamiento de hombres y mujeres, evidenciando la necesidad de estrategias dirigidas específicamente a combatir el desempleo femenino.
Mientras tanto, en el contexto del desempleo femenino en la UE y en particular en España, los datos de marzo de 2024 muestran una brecha notable entre el desempleo de hombres y mujeres. En la zona euro (EA20), la tasa de desempleo para hombres se situó en un 6,0%, una disminución respecto a los meses anteriores, mientras que la tasa para mujeres se mantuvo en un 7,0%, sin cambios desde febrero de 2024.
En el conjunto de la UE, la situación es similar, con una tasa de desempleo masculina de 5,7% y femenina de 6,4%. Esta persistente brecha de género en el desempleo señala una problemática estructural que afecta desproporcionadamente a las mujeres en el mercado laboral. Esto subraya un problema más amplio de desigualdad económica y falta de equidad en oportunidades de empleo que afecta principalmente a las mujeres, lo que podría tener efectos prolongados en la estructura económica y social de la Unión.
España, bajo lupa
En España, el desempleo entre las mujeres en un 13,7% no solo supera la media de la UE (6,4%), sino que también excede considerablemente el desempleo masculino (10,5%) dentro del propio país.
Esta situación se agudiza al considerar el impacto acumulado de diversas crisis económicas y medidas de austeridad que han golpeado de manera desproporcionada a sectores con alta participación femenina, como los servicios y el comercio minorista.
Además, las restricciones al acceso a puestos de liderazgo y la brecha salarial entre géneros continúan siendo barreras clave que perpetúan el ciclo de desempleo femenino. La falta de políticas eficaces de conciliación laboral y familiar y la escasa oferta de servicios accesibles de cuidado infantil perpetúan esta situación, dejando a muchas mujeres en una posición de desventaja en el mercado laboral.
Este patrón se repite en otras economías de la UE; por ejemplo, en Grecia, donde las mujeres experimentan un desempleo del 13,8% frente al 7,2% de los hombres. Los datos reflejan las dificultades adicionales que enfrentan las mujeres en el mercado laboral, que van desde la segregación ocupacional hasta la discriminación en el empleo y la carga desigual de las responsabilidades domésticas y de cuidado. La situación es aún más grave para las mujeres mayores y aquellas con menor nivel educativo, quienes a menudo enfrentan mayores dificultades para reintegrarse al mercado laboral después de períodos de inactividad o desempleo.
El análisis de la evolución del desempleo por género durante el último año también revela que las tasas de desempleo femenino han permanecido constantes o han experimentado ligeros descensos en algunas regiones, pero no al ritmo que se observa en la población masculina. Esto sugiere que las mujeres no solo están siendo más afectadas por el desempleo, sino que también están encontrando mayores dificultades para reingresar al mercado laboral o para acceder a puestos de trabajo de calidad comparables a los de sus contrapartes masculinas.
La persistencia de esta brecha requiere un análisis profundo y la implementación de políticas específicas que aborden las causas subyacentes de la desigualdad de género en el empleo dentro de la UE. El enfoque debe ser holístico, incluyendo mejoras en la educación y formación profesional, así como en el acceso a puestos de trabajo que ofrezcan seguridad y buenas condiciones laborales para las mujeres.