Un mensaje de tranquilidad para las trabajadoras de BBVA y Banco Sabadell. El presidente de BBVA, Carlos Torres, ha defendido el “compromiso firme” de su entidad con la preservación del “empleo de calidad” y las condiciones laborales de las plantillas ante la OPA para adquirir el 100% de Banco Sabadell. Fue uno de los mensajes que no estaban en su discurso, pero que trasladó en su respuesta a los accionistas que acudieron a la junta extraordinaria de BBVA.
En la asamblea, los accionistas de BBVA validaron la ampliación de capital necesaria para acometer la oferta pública de adquisición (OPA) sobre Banco Sabadell con un 96,04% de los votos emitidos a favor entre los accionistas presentes y representados. El quórum final alcanzado fue del 70,75% del capital social.
“Entiendo y comparto la importancia de abordar estos temas con la máxima transparencia, con el máximo detalle posible”, comenzó en su respuesta a las organizaciones sindicales el presidente de BBVA, quien añadió también la comprensión hacia la “incertidumbre” que genera una operación de estas características. De ahí que comenzara por enfatizar el “compromiso firme” tanto con el “empleo de calidad” como con las condiciones laborales de las plantillas, al tiempo que aseguró que todas las decisiones para integrar a los trabajadores se guiarán por principios de competencia profesional y mérito y que no se adoptarán medidas sin las garantías “necesarias y debidamente acordadas”.
Aludió a la experiencia que tiene su entidad en procesos de ajuste de plantilla, como es el caso del ERE de 2021, donde se alcanzó un acuerdo con el 73% de la representación legal de los trabajadores y al que se recibieron “más solicitudes de adhesión voluntaria” de las que se pudieron aceptar. “Durante el proceso de negociación y consulta llevaremos a cabo un exhaustivo diálogo con la representación legal de los trabajadores para garantizar el mejor acuerdo posible. Trabajaremos juntos para lograrlo. La transparencia y la colaboración serán nuestros pilares fundamentales”, señaló el presidente de BBVA, informa Europa Press.
Costes reestructuración
En cuanto a los costes de reestructuración, Torres explicó que se han calculado teniendo en cuenta procesos de “análoga naturaleza” con medidas negociadas con los representantes sindicales. Además, ha recordado, como ya transmitió a las plantillas hace algunas semanas, que los ahorros de costes por personal y por optimización de red “tendrán un menor peso relativo” que en transacciones previas, ya que la mayor parte de las sinergias estimadas están asociadas a ahorros en tecnología y sistemas.
Mostró también su comprensión ante la preocupación que los sindicatos han trasladado por el clima laboral y la competencia en el sector bancario, así como a la atención de las personas mayores y en el entorno rural.
En cuanto a la negociación del convenio colectivo de banca, que actualmente se está manteniendo entre los sindicatos y la patronal AEB, aseveró que se trata de una cuestión “crucial” para BBVA y ha reconocido la “necesidad” de alcanzar un acuerdo “satisfactorio” para todas las partes involucradas.
Dudas sindicales
En el turno de intervenciones, los sindicatos con presencia en BBVA manifestaron las dudas que les genera la operación en términos de empleo, trasladado la inquietud por ese posible ajuste. La secretaria general de CCOO en BBVA, Paola Torrico, ha exigido que de completarse la fusión con Sabadell haya un “pacto laboral” que proteja las condiciones laborales y el empleo de ambas plantillas y que se incluyan garantías de viabilidad de un proyecto a futuro, un pacto para un relevo generacional y la mejora del clima laboral.
Por su parte, el representante de CGT, Luis María Urrecha, manifestó que “es sabido” que la unión de dos entidades financieras, independientemente de la forma jurídica que adopten, suele conllevar “un sobrante de personal”. “En BBVA, con la infradotación de personal existente en las oficinas, que es la situación real que vivimos en estos momentos, pues estamos preocupados”, trasladó a la directiva del banco.
Asimismo, el secretario general de UGT en BBVA, Francisco Rojano, sugirió al banco cambiar su lema de “pasión por las personas” por el de “pasión por la fusión”, ante el “despliegue de medios” que la entidad ha utilizado para sacar adelante la OPA. Al tiempo que evitado dar una valoración de la operación hasta conocer el desenlace de la misma y la repercusión que tenga sobre las plantillas, pero sí ha señalado que su sindicato “no va a permitir” que la operación recaiga sobre las plantillas de ambas entidades, en caso de producirse.
Por último, el representante de la Confederación Intersindical Galega (CIG), José Miguel Fernández, denunció la “presión brutal” en las oficinas de BBVA para contactar y “convencer” a todos los accionistas de BBVA de delegar su voto en el consejo con el objetivo de la ‘cúpula’ del banco de “colgarse la medalla” con un porcentaje de aprobación “espectacular”. “Esa ha sido la máxima prioridad comercial en las últimas semanas”, ha añadido.
Ampliación
La junta sólo contó con dos puntos en el orden del día. En primer lugar, el banco propuso a sus accionistas la emisión y puesta en circulación de hasta 1.126,34 millones de acciones, de 0,49 euros de valor nominal cada una. Esto representa un importe nominal de 551,9 millones de euros de capital social. Todas estas acciones irán dirigidas a atender la contraprestación en especie de la OPA de hasta el 100% de las acciones de Banco Sabadell. BBVA ha ofrecido a los accionistas del banco una ecuación de canje de 4,83 acciones de Sabadell por una acción de BBVA.
La aprobación de esta ampliación de capital es uno de los pasos necesarios para que la OPA pueda ser aprobada por parte de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). También es necesario que el Banco Central Europeo (BCE) emita su dictamen de no oposición a la operación, algo que debería ser el siguiente hito en este proceso.
En paralelo, la operación está siendo estudiada por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). Aunque el proceso entre ambos reguladores no está correlacionado ni depende uno del otro, en la práctica la CNMV no suele aprobar una OPA sin que la CNMC haya emitido su veredicto sobre la existencia o no de problemas de competencia como resultado de la concentración.