Las mujeres en el sector pesquero han tenido tradicionalmente un rol secundario. Ellas trabajan en las actividades indirectas, como la industria transformadora, la comercialización del producto o el suministro de embarcaciones. Sin embargo, rara vez están presentes en la vida a bordo de una embarcación. Su presencia en las actividades de extracción directa se concentra en el marisqueo, donde ellas son mayoría.
Esta realidad se explica por la dificultad que tradicionalmente han tenido las mujeres para conciliar la vida en el mar, ya que embarcarse conlleva largos periodos fuera del hogar. En consecuencia, son ellas las que se quedan en tierra y realizan las actividades en la costa. Junto con la falta de talento femenino, el sector sufre un problema de relevo generacional, que se está agravando a lo largo de los años y que se refleja con plantillas cada vez más envejecidas, incluso entre mariscadoras y rederas.
En Artículo14, entrevistamos a Elena Martínez, directora del Instituto Social de la Marina (ISM), quien tiene como un de sus objetivos promocionar la profesión a través de la colaboración con centros de formación.
Labor de las mujeres
-El papel de las mujeres en las actividades del sector del mar es muy importante, sin embargo, no se visibiliza lo suficiente ¿por qué crees que es?
Efectivamente el papel de las mujeres es fundamental en el sector, pero no solo en el trabajo directo sino en toda una serie de trabajos complementarios como son las comercialización, transformación y distribución de los productos del mar, que son trabajos ocupados mayoritariamente por mujeres. Creo que cada vez se visibiliza más el papel de la mujer, así han surgido movimientos asociativos que están dando a la mujer cada vez un papel mas importante. No obstante, tenemos todavía pocas mujeres embarcadas por diversos motivos, uno de ellos las dificultades de conciliación, y eso hace que sigan siendo minoritarias en relación con los hombres afiliados al régimen del mar.
– La incorporación de las mujeres en las cofradías es muy reciente, por lo que su reconocimiento como actividad profesional ha sido muy tardío. Esto ha supuesto que no se hayan abordado cuestiones importantes como la cotización, conciliación, coeficientes reductores, entre otros ¿esto ha podido afectar al número de mujeres interesadas en dedicarse a este sector?
Sí, las mujeres se han incorporado tardíamente a desempeñar un papel activo dentro de las cofradías como al sector. Así hace unos años las labores de marisqueo o de redera ni se consideraban como una actividad profesional sino como una actividad complementaria y, por ello, no se daban de alta en la seguridad social. Desde el año 2007 se aprobaron los coeficientes reductores para las mariscadoras y en el año 2023 se consiguió una reforma de dichos coeficientes pasando de un 0,10 a un 0,15 y de igual manera se introdujeron por primera vez para las rederas, reconociendo así la dureza del trabajo que realizan estas mujeres. En el tema de la cotización no existen diferencias por razón de genero cotizando de igual manera.
Techo de cristal
-La situación actual muestra que ha habido y hay techos de cristal y falta de conciliación de la vida laboral y familiar, ¿cuáles son los puntos que considera que deberían abordarse?
La conciliación sí que es un problema para las mujeres que quieren embarcar, ya que largos periodos de ausencia del hogar hacen bastante difícil esta conciliación. Hay que mejorar las condiciones de los barcos tanto desde el punto de vista de las condiciones higiénico-sanitarias como de las comunicaciones. En una época como la actual con las mejoras en las comunicaciones es más fácil ausentarse largos periodos de tiempo sin perder el contacto con la familiar. Hay que destacar también como una ventaja que, por norma general, a largos periodos de embarco siguen largos periodos de descanso, y así cuentan con más vacaciones a lo largo del año que el resto de los trabajadores, por ello, con una buena organización podría ser perfectamente compatible el trabajo en el mar con la vida familiar.
-Si se compara el número de afiliados al régimen especial del mar por cuenta ajena, pasamos de los 40.556 hombres a las 6.197 mujeres, según datos de 2024. Por tramos de edad, si se mira entre los 20 y 24 años en hombres hay 1568 y en mujeres 329 ¿por qué las mujeres jóvenes no están interesadas en este sector?
En el régimen del mar la mayoría de las mujeres se encuentran en el grupo primero de cotización y realizan trabajos administrativos o técnicos dentro de las empresas marítimo-pesqueras. Así del total de afiliados al régimen del mar, comprendiendo tanto las trabajadoras por cuenta ajena como por cuenta propia, las mujeres representan un 16%.
Si ya nos centramos en el colectivo de trabajadores por cuenta propia las mujeres son mayoritarias tanto en el sector del marisqueo como en el de rederas, tenemos actualmente unas 3.500 mariscadoras y unas 350 rederas. Es cierto, que estos colectivos tienen una edad avanzada y está siendo difícil encontrar relevo, pero tenemos que ser capaces de transmitir las oportunidades que estos trabajos ofrecen y sobre todo la pasión que siente estas trabajadoras cuando te hablan de su trabajo.
Beneficios del trabajo en el mar
-En este sentido, ¿qué papel puede ejercer el ISM para lograr evitar las distinciones de género en las actividades profesionales y en los puestos de liderazgo?
Desde el ISM estamos promoviendo el conocimiento de las profesiones marítimo-pesqueras sobre todo entre los jóvenes. Así estamos participando en charlas en institutos dando a conocer las salidas que tienen estas profesiones, incidiendo en que son trabajos que pueden ser realizados tanto por hombres como por mujeres. Del mismo modo, la participación del ISM en ferias del sector y de empleo esta siendo importante, ahora mismo, estamos preparando nuestra participación en Aula que se celebrara en abril en Madrid y a la que acudiremos con un stand dotado de simuladores para conseguir atraer a los jóvenes a un sector tan apasionante como el del mar.
También hay que dar a conocer a los jóvenes las ventajas que tiene trabajar en el mar, la retribución es buena, tienen más vacaciones que la mayoría de los trabajos y además cuentan con la ventaja de que pueden jubilarse anticipadamente por la aplicación de los coeficientes reductores de la edad de jubilación. Estas son nuestras fortalezas y tenemos que saber aprovecharlas y darlas a conocer a los jóvenes con la finalidad de ser capaces de atraerles hacia el sector.
Es importante también dar a conocer las distintas salidas que tienen los trabajos en el mar, desde la pesca, la acuicultura, la marina mercante y, un trabajo que ahora mismo está teniendo un incremento considerable es el de capitán de embarcaciones deportivas y de recreo que está atrayendo la atención de los más jóvenes.
-Respecto a solucionar el problema del relevo generacional, ¿qué medidas se está adoptando desde el ISM?
Debemos de seguir apostando por la promoción de la formación profesional dual y fomentando una mayor comunicación entre las escuelas y los institutos de formación profesional con el sector.
Hay que facilitar la formación, sobre todo, la formación a distancia para que los tripulantes puedan aprovechar los embarques para ir formándose. En el ISM ya contamos con esta formación on-line para la formación sanitaria y estamos esperando que Marina Mercante autorice también la formación marítima a distancia. Tenemos que mejorar también en la posibilidad de que los alumnos realicen practicas a bordo de los buques para obtener su titulación profesional aprovechando las convocatorias de ayudas en el marco del FEMPA.
Por último, es muy importante dar a conocer el trabajo en el mar y sus posibilidades a través de campañas de divulgación sobre todo dirigidas a los jóvenes, fomentando las ventajas que tiene esta profesión.